abril 19, 2024

Isabel, la cruz rosa del feminicidio ahora lleva tu nombre

Ciudad Juárez, Chihuahua.— Entre la multitud de cabellos teñidos, pasamontañas rosas, negros, pañuelos, pancartas y cartulinas, va una cruz rosa que se distingue al frente. La cruz son dos tablas que mujeres clavaron y pintaron. En la madera horizontal escribieron “Isabel Cabanillas de la Torre”, porque estas mujeres y hombres y niños y niñas caminan marcados por una ausencia. No la ausencia de quien se va, sino la ausencia de quien fue arrebatado. Isabel no está porque la asesinaron de dos tiros. No está su antorcha, ni su voz que fue aire con el aire y fue protesta en muchas otras marchas. Pero hay una cruz rosa al frente para plantarla junto al árbol en que quedó su cuerpo de mujer herida hasta la muerte. Hay algo que falta, alguien. Alguien con el pelo teñido de morado, una sonrisa amplia que dejaba ver unos dientes blanquísimos, que iba casi siempre en bicicleta, casi siempre con una chamarra de mezclilla y casi siempre con un vestido y unos tenis. Ahora son otras las que gritan porque Isabel no está. En la viga de madera rosa vertical escribieron “18.Ene.20”. Isabel Cabanillas de la Torre tiene la edad de los feminicidios. Hallaron su cuerpo junto a su bicicleta antes de las primeras tres horas del 18 de enero. El 23 de enero de 1993 —26 años atrás, casi 27— encontraron el cuerpo de Alma Chavira Farel, de 16 años, estrangulada. Alma es considerada la primera víctima de feminicidio en Ciudad Juárez, de una larga lista que fue creciendo conforme pasaron los días. Queda la ciudad, pero no hay Alma y no hay Isabel. Isabel nació en 1993. Tenía la edad de los feminicidios cuando se dirigía a su casa y no la dejaron llegar. Isabel contaba y registraba feminicidios y homicidios contra mujeres como parte del ‘Observatorio Ciudadano Especializado en Género’. Ingresaba nombre, edad, lugar donde fue encontrada la víctima, otros datos que ahora alguien más tendrá que ingresar. Alguien más escribirá, quizá desde la misma computadora en que ella lo hacía en el Centro de Justicia para las Mujeres:

“Isabel Cabanillas de la Torre. 26 años. Disparos de arma de fuego. Calles Inocente Ochoa y Francisco I. Madero”.

Alguien escribirá “quinto homicidio de mujer en los primeros dieciocho días del 2020”. La número 5. Ahora son otros los que escriben porque Isabel no está. https://www.youtube.com/watch?v=xDPXx7ZjVKE El 10 de enero, una semana antes de que asesinaran a Isabel, el gobernador del estado, Javier Corral Jurado, dijo que las cifras de feminicidios en el estado de Chihuahua “ya no son significativas”. “Es un delito que va a la baja”, continuó exponiendo frente al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Entre enero y noviembre, de acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, se registraron 29 feminicidios; 29 mujeres fueron asesinadas sólo por ser mujeres. Una nada para el gobernador del estado, pero fueron asesinadas 238 mujeres. Y no es que los 209 restantes no fueran feminicidios, sino que aún se están investigando.

“Quien determina si es un feminicidio o no, es un juez, y muchos de esos asuntos están en proceso de investigación. Nosotras tenemos claro el panorama del homicidio doloso porque ellas no se murieron de catarro”, dijo al respecto Imelda Marrufo Nava, directora de la asociación Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez, que se encarga del Observatorio Ciudadano Especializado en Género, donde trabajó Isabel.

En Ciudad Juárez fueron asesinadas 180 mujeres en el 2019. Sólo 14 —es decir, el 7.7 por ciento— se clasificaron como feminicidio, de acuerdo con el Observatorio Ciudadano Especializado en Género. Hasta el 19 de enero de este año se tenía el registro de cinco mujeres asesinadas: ninguno clasificado, todavía, como feminicidio. Y si las declaraciones del gobernador del estado en ese momento fueron lamentables y vergonzosas, de acuerdo con Imelda Marrufo, el alcalde de Ciudad Juárez opinó lo siguiente al respecto del homicidio de Isabel:

“Debo decirlo, no son frecuentes este tipo de homicidios de género, que la mayoría de los homicidios que se registran en la ciudad tienen que ver con los grupos criminales que manejan el narcotráfico aquí en la frontera. Pero esto en particular es lo que nos han señalado y nos han marcado tanto a la ciudad, y que lamentablemente en otros años si fueron muchos los crímenes que se dieron por estas condiciones”, declaró a un medio local.

El cuerpo asesinado de Isabel quedó tendido en la banqueta del edificio de la Asociación de Jubilados y Pensionados del Municipio, que tiene tres cámaras de seguridad en el frente. En México fueron víctimas de homicidio doloso, entre enero y noviembre de 2019, 2 mil 564 mujeres. Cifra aparte; 890 fueron víctimas de feminicidio. Para la marcha de repudio al asesinato de Isabel se montó un operativo de contención de 50 policías municipales, de acuerdo con el Departamento de Comunicación de la Secretaría de Seguridad Pública, al que se sumaron agentes de Seguridad Vial. En medio de este operativo abrieron el vehículo y robaron las pertenencias de una asistente a la marcha, sin que uno de las decenas de policías que resguardaban las cuadras adyacentes se diera cuenta. Un grupo de mujeres se quedó para pintar un mural con el rostro de Isabel.  Isabel pintaba, pintaba en lienzos y pintaba en ropa y pintaba en muros. Ahora son otras las que pintan porque Isabel no está.

“Isa, perdón porque no pudimos detener tu feminicidio”, gritó Lidia Granados, integrante de Hijas de su Maquilera Madre —organización a la que pertenecía Isabel y desde donde luchaba contra el feminicidio—, con la voz rota junto al árbol, la cruz, las flores blancas y la veladora.

Luego decenas de voces quebradas, como adoloridas, cantaron: “Van a volver, van a volver, las balas que disparaste van a volver… las mujeres que asesinaste no morirán, ¡no morirán!”. La voz de Isabel no se escuchó esta vez. El o los asesinos le quitaron la vida a una mujer activista, artista y madre que luchaba por la equidad de género y en contra de los feminicidios.

“La causa de muerte de esta femenina estableció que murió debido a sufrir una laceración de bulbo raquídeo producida por proyectil de arma de fuego en cráneo”, informó la Fiscalía Especializada de la Mujer.

Es decir, murió porque le dispararon en la cabeza y, de acuerdo información de medios locales, antes recibió otro impacto en el pecho. Chihuahua fue el tercer estado con más homicidios de mujeres entre enero y noviembre de 2019 con una tasa de 11 por cada 100 mil mujeres, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Y 60 mil 716 mujeres fueron víctimas de lesiones dolosas en el país en el mismo periodo.