Entre denuncias por la explotación del agua en la construcción de nuevas maquiladoras y desarrollos habitacionales, así como pipas que operan en la zona, habitantes del suroriente de Ciudad Juárez reservan en ollas, tambos y garrafones la poca que llega a sus hogares.
Por Jonathan Álvarez y Abraham Rubio / Fotos y video: Favia Lucero
Ciudad Juárez, Chihuahua.— La problemática de escasez de agua en el suroriente se ha recrudecido en los últimos meses, señalan sus habitantes, quienes, a pesar de que pagan sus recibo de agua, tienen que gastar más dinero en rellenar garrafones o bidones que les permitan realizar sus labores diarias.
Entre denuncias por la explotación del agua por la construcción de nuevas maquiladoras, desarrollos habitacionales y pipas que operan en la zona, los vecinos y vecinas han tenido que implementar medidas para reservar en ollas, tambos y garrafones la poca agua que llega a sus hogares.
Carmen Rodríguez, vecina de la colonia Profesora María Martínez, relata que diariamente se levanta antes de que salga el sol y su primera actividad es recolectar agua potable en una decena de tambos, cubetas y tinas que tiene en su patio. La escasez que se vive en su colonia, en el suroriente de la ciudad, la obliga a hacer gastos extraordinarios a los que ya tiene contemplados.
La vecina asegura que la problemática de escasez de agua y baja presión se vive en la zona desde hace años, pero con mayor intensidad durante el verano. Sin embargo, asegura que este año ha sido atípico, pues la mayor parte del día tiene muy poca o nada.
A pesar de que tiene un tinaco instalado en el techo de su casa, la presión no es suficiente para que se llene. Por ese motivo tuvo que comprar varios contenedores, con un costo de 300 pesos, y pintura negra para evitar que los rayos del sol entren a los tambos y se reproduzcan organismos dañinos en el agua almacenada. Carmen tiene otros contenedores con tapadera, que utiliza para juntar agua para bañarse y lavar los trastes.
Elia Valles Carreón, habitante de la colonia Sor Juana Inés de la Cruz, cuenta que el servicio es intermitente, aunque a veces ni siquiera hay agua en la colonia, algo que ha afectado actividades de su vida diaria.
“Nos afecta bastante, no nomás a mí, a toda la colonia (…) Es una gran necesidad de todos nosotros, de nuestros niños, más que nada. Tenemos que comprar galones de agua porque la verdad hay muy poca presión y varias semanas estuvimos sin agua”.
Elia tiene en su casa una olla grande con agua junto a la estufa. Cuenta que, a pesar de que la situación ha mejorado un poquito, no ha dejado de afectar a toda la colonia, por lo que reserva el agua a sabiendas de que en algunas horas el servicio volverá a faltar.
Para lavar, e incluso para beber agua, Elia tienen que desvelarse o madrugar, porque en la noche es cuando hay poca presión: “Llenamos ollas, sartenes o lo que pueda en mi casa, y eso porque de repente no nos avisan ni nada y tenemos que juntar tambos o lo que encontremos”.
En Riberas del Bravo la situación es similar. Ofelia Salas Valles, habitante de la Etapa 8, recuerda claramente cómo fue que empezó a agravarse en su colonia la problemática. Hace cuatro meses el servicio de agua comenzó a tener intermitencias que no se habían presentado antes: “de repente llegaba muy poquita, así nos dimos cuenta, (…) ya a los dos o tres días como que la cortaron”.
Cuenta que a raíz de eso, la Junta Municipal de Agua y Saneamiento visita la zona, restablece el agua, pero dura tres horas y luego vuelve a quedarse sin agua hasta la noche o la madrugada, cuando la presión se normaliza un poco.
Sin embargo, esa poca agua no es suficiente, porque a veces la llega es de color marrón o tiene una apariencia sucia.
“Estamos sufriendo mucho, mucho por el agua. En veces se va por horas, nos la quitan y vuelve, solo podemos alcanzar a agarrar tambitos de agua para echarle al baño, al aire, y a lo que se necesite para bañarnos”, relata.
Ofelia cuenta que la situación impacta también en lo económico, porque a veces los expendios de la colonia donde se rellenan los galones y garrafones no tienen agua y sus hijos tienen que conducir hasta otras colonias para poder rellenar los dos o cuatro bidones que tienen.
Hacen gastos extras por agua
Elia Valles cuenta con el descuento del 50 por ciento por adulta mayor, pero en los últimos meses los recibos del agua han aumentado: ha llegado a pagar al mes entre los 240 y 300 pesos ya con el descuento aplicado.
“Ha aumentado mucho la tarifa del agua y no sé por qué, porque tiene meses fallándonos. No sé, yo me pongo a pensar por qué nos ha aumentado, si no es el mismo consumo de agua”.
Ofelia Salas dice que, a pesar de que el servicio presenta constantes fallas, paga casi 300 pesos cada mes. “Compramos dos (garrafones) que salen 18 pesos cada uno. Es lo que gasto para poder tener agua limpia ,porque está saliendo muy negra, muy sucia”, dice.
Carmen Rodríguez señala que, tras 22 años viviendo en la Profesora María Martínez, este es el primero en el que ha tenido que hacer gastos extras, pues incluso el agua para beber escasea en los depósitos de relleno de garrafones.
Dice que es necesario desplazarse en automóvil a otras zonas de la ciudad, en busca de un dispensador de agua funcional, por lo que también gasta en gasolina para rellenarlos y tener de beber.
“Aquí cerca tenemos un depósito de agua donde se pueden llenar los galones pero tampoco hay. Tengo que ir hasta la Santiago Troncoso para llenarlos y es un extra por la gasolina. Tenemos que corretear el agua…”, lamenta.
Atribuyen problemática al desarrollo de más fraccionamientos y maquiladoras
Carlos Flores es habitante de la colonia Sor Juana Inés de la Cruz. Él y sus vecinos han presionado y gestionado soluciones por la falta de agua ante la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) de Juárez. Sin embargo los habitantes de esa colonia consideran que la falta de ese recurso es ocasionada por una problemática mucho más profunda.
Carlos forma parte de los vecinos impulsores de una asamblea vecinal que se llevará a cabo este sábado 15 de julio frente al Centro Comunitario Frida Kahlo, para la cual se le hizo una invitación a los funcionarios de la JMAS, para dialogar sobre la escasez y sobre alternativas de regularización para los vecinos que tienen adeudos.
“Una de las cosas que nos preguntamos la gente que vivimos en los alrededores, es ¿Por qué las autoridades siguen autorizando fraccionamientos nuevos y más maquiladoras? Porque ya hay demasiadas y más que todo nos preocupa la situación por el tema del agua ¿De dónde van a sacar más agua para poder solventar los problemas de esas maquiladoras?” cuestiona.
El habitante de la colonia Sor Juana Inés de la Cruz se muestra preocupado porque considera que entre más autorizaciones de maquiladoras y fraccionamientos en el suroriente de la ciudad, menos acceso al agua tendrán las personas.
Por otra parte, habitantes de las Etapas 7 y 8 de Riberas del Bravo protestaron a inicios del mes para denunciar la escasez de agua, un problema de abasto que se intensificó a raíz de los nuevos fraccionamientos, centros comerciales, industria y bodegas que se han construído en la zona.
Ofelia denuncia que sí es un problema, sobre todo, porque hay muchas pipas que están llegando por agua.
De acuerdo con estadísticas oficiales de la JMAS, a nivel municipal la cantidad de cuentas registradas en el padrón de la descentralizada correspondiente a la industria maquiladora se ha disparado en los últimos tres años.
En 2019 había registradas 938 cuentas catalogadas como tipo de servicio “industrial”. De 2020 a marzo de 2023, ese número creció a 1,511 cuentas.
Carlos asegura que desde hace tres meses, los vecinos de esa colonia han batallado con el suministro de agua potable, incluso hubo semanas en las que “no salía nada”. En las últimas semanas, Carlos y un grupo de vecinos organizaron la asamblea en la que se pretende crear un espacio de diálogo con las autoridades competentes.
Esta semana, un grupo de vecinas de la colonia dieron difusión de la asamblea a través de volantes y de las redes sociales con vecinos de otras colonias como la María Martínez, Frida Kahlo y Carlos Castillo Peraza.