Río Arduino: textiles y sintonizadores para crear conciencia sobre el Río Bravo

Ciudad Juárez, Chihuahua.- Hoy, a través del sintonizador textil Río Arduino, se llevó a cabo la transmisión en tiempo real del canto de las aves migratorias que año con año visitan el Río Bravo para demostrar que este espacio natural —comúnmente identificado como una referencia geográfica divisoria de la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso, Texas— es un organismo vivo y fuente de vida. La creadora de esta pieza textil, la artista local Jane Terrazas, explica que el dispositivo está realizado con fibras sintéticas que fueron desechadas en el Río Bravo y que posteriormente ella recolectó e intervino, además usó algodón teñido con gobernadora, grana cochinilla y nogal. También cuenta con hilos conductores de electricidad, un micrófono y diversos dispositivos electrónicos necesarios para transmitir los sonidos naturales de esta zona, principalmente el canto de las aves conocidas como monjitas americanas o Himantopus Mexicanus.

“La idea es generar un espacio en el cual podamos tener una experiencia con la vida de las especies que transitan por el río y acercarnos a las problemáticas ambientales que nos acontecen y que son de suma importancia considerar como lo es el caso del agua”, indica. De acuerdo con Terrazas existe una problemática de contaminación en el Río Bravo la cual afecta la salud de las personas que habitan a lo largo de ambos lados de la frontera y los cientos de plásticos que son desechados en sus aguas lastiman la vida de las especies que habitan esta zona. “Para mí los ríos son tejidos en movimiento, tienen vida propia y esa vida es la que debemos proteger y cuidar porque el agua nos da la vida”, recalca. El ingeniero Aldo Portillo de FabLab Juárez participó en la creación del dispositivo aportando sus conocimientos sobre electrónica y realizando la programación del sintonizador, dijo la artista. El evento, que fue transmitido de manera online en la plataforma Mixlr, tenía el doble propósito de conmemorar la memoria de la activista defensora de los ríos en Latinoamérica, Berta Cáceres, quien fue asesinada por su labor el 3 de marzo de 2016.