El Sindicato Culinario de Nevada está integrado en su mayoría por mujeres y personas de origen latino que trabajan en hoteles y restaurantes de Las Vegas; aseguran que, independientemente del resultado electoral de este año en Estados Unidos, no permitirán ni un paso atrás a los derechos laborales de sus agremiados.
Por Favia Lucero / YoCiudadano
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Las Vegas, Nevada.— Enero de 1996 es una fecha importante para María Bedolla. Fue cuando dejó su país, México, en busca de un mejor futuro para su familia en Estados Unidos. Llegó a Las Vegas, Nevada, con su esposo y sus hijos pequeños. Desde entonces se ha dedicado a trabajar en el sector hotelero, específicamente en la limpieza de cuartos de los grandes hoteles de esa ciudad.
Hace 18 años, María, originaria de Guanajuato, ingresó al Sindicato Culinario de Nevada, la organización más grande de trabajadores provenientes de 178 países. Su ingreso al sindicato fue sencillo y le otorgó varios beneficios, como el acceso gratuito a la salud para toda su familia.
“Mi mayor interés (para entrar al sindicato) fue por el seguro. Mi marido tiene una enfermedad preexistente y los seguros que uno puede comprar no lo aseguran con una enfermedad preexistente. Ahora sí, pero en aquel tiempo no”, dice.
Explica que ahora, a sus 50 años, piensa mantenerse en el sindicato para obtener una pensión que le permita vivir sin preocupaciones durante su vejez. En este tiempo ha sido testigo de los largos procesos políticos y legales que conlleva mejorar las condiciones laborales para las personas migrantes, pero ella se siente respaldada por el sindicato.
Y es que el objetivo de este organismo es proteger los derechos de todas las personas que trabajan en la industria restaurantera y hotelera de Nevada, abogar por mejores condiciones laborales e incidir políticamente en los diversos temas que atraviesan a estas poblaciones migrantes.
Por casi 90 años, el Sindicato Culinario ha representado a casi 800 mil trabajadores; la mayoría de ellos (54 por ciento) pertenecientes a la población latina. Además, el 55 por ciento de sus integrantes son mujeres. Personal de los hoteles y restaurantes, como porteros, de limpieza, de lavandería, cocineros, meseros, lavaplatos, entre otros, pertenecen al sindicato.
Actualmente son 60 mil miembros que, al contar a sus familiares, representan 150 mil beneficiarios. El sindicato aglomera a los trabajadores de la franja hotelera y los de la Zona Centro de Las Vegas.
De acuerdo con la vocera del sindicato, Bethany Khan, el hecho de que todos los casinos ubicados dentro de la franja —conocida en inglés como ‘The Strip’— cuenten con trabajadores dentro del organismo, es relativamente nuevo, puesto que ahora las empresas deben permanecer neutrales ante la decisión de sus empleados de formar parte del sindicato o no.
No obstante, hay empresas como ‘Station Casinos’, de la familia Fertitta, que se oponen a la organización sindical y cuyos trabajadores llevan más de una década luchando por sindicalizarse.
“Esta familia es multimillonaria y parte de la maquinaria política de Trump en Nevada. Ellos han donado a Trump y al movimiento republicano MAGA’ (Make America Great Again)”, detalla Khan.
Los otros daños que dejó la pandemia del Covid-19
Las posturas en contra de los derechos laborales se incrementaron durante la pandemia en 2020, relata Khan. Debido al cierre total de esta industria, que duró desde el 17 de marzo hasta el 4 de junio, muchos trabajadores fueron despedidos o sus empleadores les renovaron el contrato para eliminar su antigüedad laboral.
“El sector hotelero en Nevada es el más grande y nuestro sindicato fue el más lastimado porque los trabajadores de hotelería tardaron uno o dos años en regresar completamente a sus labores. Tuvimos que proponer una ley durante la pandemia para que los trabajadores tuvieran el derecho de regresar a sus empleos, pero las compañías no estaban dispuestas a aceptarlo”, menciona.
Los funcionarios republicanos protegieron los intereses de las corporaciones y votaron en contra de la iniciativa de ley, no obstante, sus relaciones políticas con los demócratas lograron que la ley fuera aprobada. Por estos motivos, dice la vocera, el sindicato tiene una amplia trayectoria apoyando a candidatos del partido azul que se comprometen a respaldar a los trabajadores.
María recuerda que el personal de limpieza regresó antes que los demás, pues los hoteles fueron los primeros negocios en reactivarse. A pesar de ello, el trabajo era más pesado pues no se les permitía limpiar los cuartos durante varios días.
“Cuando nos tocaba hacerlo era recoger la suciedad acumulada de varios días. Eran cargas de trabajo muy pesadas. Ahora podemos limpiar diariamente y menos cantidad de cuartos”, agrega. Gracias a la incidencia del sindicato durante la pandemia, se aprobó un incremento salarial, reducción de carga laboral y medidas de higiene y seguridad ante el virus.
Para Khan, un sindicato fuerte permite elevar el nivel de seguridad laboral que impacta a los demás sectores, incluso de los trabajadores que no pertenecen a ningún sindicato, porque obliga a las empresas que buscan contratar o retener a sus empleados a nivelarse con lo que ofrecen.
“En Estados Unidos no es tan común que se apoyen los movimientos sindicales, desde hace tiempo las corporaciones y políticos han hecho todo lo posible para debilitar y atacar los sindicatos. El ex presidente (Donald Trump) se pronunciaba abiertamente en contra”, recalca Khan.
Según la vocera, pasa lo contrario con el actual presidente, Joe Biden. Dice que el mandatario demócrata ha sido uno de los presidentes que más ha facilitado las condiciones para los sindicatos y ha pugnado para que el Congreso del país apruebe iniciativas a favor de la organización sindical.
La importancia de involucrarse políticamente
El Sindicato Culinario no es una organización que atienda las necesidades políticas de los candidatos o de los gobiernos, al contrario, utiliza su fuerza organizacional para impulsar su agenda a favor de los derechos de los trabajadores, explica la vocera.
“Nosotros no somos una organización política, no somos el ala del partido demócrata. No hacemos lo que los demócratas quieren”, enfatiza. La apuesta del organismo es apoyar a candidatos de a pie, miembros del mismo sindicato, para que ocupen cargos políticos.
En 1994 Barbara Buckley, quien trabajaba limpiando habitaciones en el antiguo casino MGM fue electa en la Asamblea de Nevada; Maggie Carlton, mesera del Casino Treasure Island fue electa para el distrito 2 del Senado en 1998; durante 2018, la mesera Jacky Rosen del Casino Caesars Palace ganó un puesto en el Senado de Estados Unidos y Bea Duran, trabajadora del casino Four Queens, fue electa para la Asamblea del distrito 11. Todas pertenecían al sindicato.
Para el sindicato es una prioridad lograr que personas trabajadoras de este sector obtengan cargos políticos para evitar que todos los avances alcanzados sean revertidos. Por este motivo, en las elecciones presidenciales que se celebrarán este año el sindicato ha decidido apoyar nuevamente a Joe Biden.
Durante las elecciones de mitad de periodo, en 2022, el sindicato llevó a cabo el programa político más grande y fuerte en Nevada. A lo largo de todo el estado, encuestadores del sindicato tocaron más de un millón de puertas y tuvieron alrededor de 175 mil conversaciones con votantes.
María participó en este ejercicio y asegura que este año volverá a hacerlo, aunque el calor del verano sea extremo. La motiva una simple razón: proteger la seguridad de su familia y la de su comunidad, que en el pasado, durante la administración de Trump, se vio amenazada por sus discursos en contra de la movilidad humana.
Pese a que María dice no saber nada de política, comprende la importancia de votar y hacer valer sus derechos políticos; eso es lo que ella les explica a las personas que le han abierto la puerta. Un tema que aborda es el de los “dreamers” —personas migrantes que llegaron a Estados Unidos de manera irregular cuando eran menores de edad— pues en casi todas las familias latinas hay alguien que pertenece a este grupo.
“Yo llegué como adulta a este país. Sabemos que estamos aquí para darles una mejor vida a nuestras familias. Nada más para eso venimos a este país, para trabajar duro, proveer y darles un mejor futuro. Los dreamers llegaron aquí de muy pequeños. No conocen otro país que este. Este es su hogar”, comenta María.
Es con ese análisis que María invita a las personas a votar por candidatos que promuevan y respalden políticas públicas a favor de la migración. Por otro lado, está la perspectiva de la organización civil, Make the Road Action Nevada, que considera que el actual presidente de Estados Unidos no ha cumplido con sus promesas de atender la crisis migratoria y al contrario, ha desplegado fuerzas militares sobre la frontera sur del país.
¿Y qué pasará si gana Trump?
Independientemente de los resultados electorales de este año, Khan asegura que el sindicato se mantendrá firme en su trabajo. Sin embargo, en el caso de un triunfo del candidato republicano, teme que otras problemáticas que también atiende el sindicato, como la falta de acceso a vivienda digna, puedan agravarse.
“Creemos que las grandes empresas están robando una parte del ‘sueño americano’ a las familias y a los trabajadores nada más para hacer crecer su riqueza. Nos hemos enfocado mucho en el tema de la vivienda digna para que los trabajadores puedan acceder a rentas justas”.
Esas batallas, dice, todavía no las han ganado, pero están en proceso. Lo que ha aprendido Khan en sus 12 años trabajando para el sindicato es que las luchas legales son una cuestión de persistencia.
Recalca que cuando se tienen casi 90 años de experiencia, las metas son claras: todo a favor de los trabajadores. Además, reconocen que por más pequeños que sean los cambios, tienen impactos positivos en las vidas de las familias del sindicato.
Finalmente, Khan destaca el poder que tiene la población migrante en el país:
“La industria hotelera es impulsada por trabajadores migrantes. Por eso estamos presentes políticamente, para vigilar que los trabajadores sean escuchados, que las políticas públicas sean a su favor. En Estados Unidos existen muchas corporaciones que desde hace tiempo han manejado las cosas a su manera y en detrimento de los trabajadores y sus familias. Por eso el sindicato es una contraparte poderosa”, añadió.
Al respecto, María opina que no son justas las declaraciones del expresidente Trump sobre las personas mexicanas. “Ha generalizado mucho, que somos terroristas, que somos matones, que somos violadores, montones de cosas. Entonces vamos a salir a pelear para que ese señor no vuelva a ganar”.
Pero si Trump llega a ganar la presidencia, María está firme en no dejar Estados Unidos hasta que sus hijos terminen sus estudios y ella pueda pensionarse. Entonces sí, regresará a Guanajuato a sentarse bajo un árbol, respirar otro aire y volver a probar la comida mexicana que tanto extraña. “Uno nunca olvida su país”, dice.
NOTA: Este contenido se realizó bajo el programa “La democracia es más que el día de las elecciones” del Centro de Prensa Extranjera del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
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The Culinary Union of Nevada is mostly comprised of women and people of Latin origin who work in hotels and restaurants in Las Vegas. They assert that regardless of this year’s election outcome in the United States, they will not allow any setbacks in the labor rights of their members.
By Favia Lucero / YoCiudadano
Las Vegas, Nevada.— January 1996 is an important date for Maria Bedolla. It was when she left her country, Mexico, in search of a better future for her family in the United States. She arrived in Las Vegas, Nevada, with her husband and young children. Since then, she has been dedicated to working in the hotel sector, specifically in room cleaning at the large hotels in that city.
Eighteen years ago, María, originally from Guanajuato, joined the Culinary Union of Nevada, the largest organization of workers from 178 countries. Her entry into the union was straightforward and brought her several benefits, such as free healthcare access for her entire family.
“My main interest (in joining the union) was for the insurance. My husband has a pre-existing condition, and the insurances one can buy don’t cover pre-existing conditions. Now they do, but at that time they didn’t,” she says.
She explains that now, at 50 years old, she plans to remain in the union to obtain a pension that will allow her to live without worries in the future. During this time, she has witnessed the lengthy political and legal processes involved in improving labor conditions for migrant workers, but she feels supported by the union.
The goal of this organization is to protect the rights of all people working in the hospitality industry in Nevada, advocate for better working conditions, and have political influence on the various issues affecting these migrant populations.
For nearly 90 years, the Culinary Union has represented nearly 800,000 workers; most of them (54 percent) are from the Latino population. Additionally, 55 percent of its members are women. Hotel and restaurant staff, such as porters, cleaners, laundry workers, cooks, waiters, dishwashers, among others, belong to the union.
Currently, there are 60,000 members who, when counting their families, represent 150,000 beneficiaries. The union represents workers from The Strip and those from the Downtown area of Las Vegas.
According to the union spokeswoman, Bethany Khan, the fact that all casinos located within The Strip have workers within the organization is relatively new, as now companies must remain neutral regarding their employees’ decision to join the union or not.
However, there are companies like ‘Station Casinos’, owned by the Fertitta family, who oppose unionization, and whose workers have been fighting to unionize for over a decade.
“The Fertitta family, who are billionaires and part of the Trump machine in Nevada. They donate to Trump and the MAGA (Make America Great Again) Republicans, and the workers there have been fighting for a union for over a decade and the companies are very anti-union, and fighting the workers every step of the way,” Khan explains.
The other damages caused by the Covid-19 pandemic
Opposition to labor rights increased during the 2020 pandemic, Khan recounts. Due to the complete closure of this industry, which lasted from March 17 to June 4, many workers were laid off or had their contracts renewed to eliminate their job seniority.
“Hospitality is the number one in Nevada, and our union was the hardest hit because hospitality workers were out to one to two years. We had to pass a law during the pandemic for workers to have the right to return to their jobs. The companies were not willing to do that,” she mentions.
Republican officials protected corporate interests and voted against the bill, however, their political relationships with the Democrats managed to get the bill approved. For these reasons, says the spokeswoman, the union has a long history of supporting candidates from the blue party who commit to supporting workers.
María remembers that the cleaning staff returned before others, as hotels were the first businesses to reopen. Nevertheless, the work was heavier because they were not allowed to clean the rooms for several days.
“When it was our turn to do it, we had to pick up the accumulated dirt from several days. It was very heavy work. Now we can clean daily and fewer rooms,” she adds. Thanks to the union’s efforts during the pandemic, salary increases, reduction of workload, and hygiene and safety measures against the virus were approved.
For Khan, a strong union lifts the level of job security that impacts other sectors, even for workers who do not belong to any union because it forces companies looking to recruit or retain their employees to match what they offer.
“In the United States it’s not common the union tradition because over times, corporations and politicians have done their best to weaken unions and attack unions, and the former president was very anti-union”, Khan emphasizes.
According to the spokeswoman, the opposite happened with the current president, Joe Biden. She says the Democratic president has been one of the presidents who has facilitated conditions for unions the most and has advocated for Congress to pass initiatives in favor of union organization.
The importance of political involvement
The Culinary Union is not an organization that addresses the political needs of candidates or governments; on the contrary, it uses its organizational strength to promote its agenda in favor of workers’ rights, explains the spokeswoman.
“We are not a political organization, we’re not the wing of the Democratic Party, don’t do always what the Democrats want”, she emphasizes. The organization’s aim is to support grassroots candidates, members of the same union, to hold political positions.
In 1994, Barbara Buckley, who worked cleaning rooms at the former MGM casino, was elected to the Nevada Assembly; Maggie Carlton, a waitress at the Treasure Island Casino, was elected to District 2 of the Senate in 1998; during 2018, waitress Jacky Rosen from the Caesars Palace Casino won a seat in the United States Senate, and Bea Duran, a worker at the Four Queens casino, was elected to the District 11 Assembly. All of them belonged to the union.
For the union, it is a priority to ensure that workers in this sector obtain political positions to prevent all the progress made from being reversed. For this reason, in the presidential elections to be held this year, the union has decided to support Joe Biden again.
During the midterm elections in 2022, the union carried out the largest and strongest political program in Nevada. Throughout the state, union canvassers knocked on over a million doors and had around 175,000 conversations with voters.
María participated in this exercise and ensures that she will do it again this year, even if the summer heat is extreme. She is motivated by a simple reason: to protect the safety of her family and her community, which in the past, during the Trump administration, was threatened by his speeches against human mobility.
Although Maria says she knows nothing about politics, she understands the importance of voting and asserting her political rights; that is what she explains to the people who have opened the door to her. One issue she addresses is that of “dreamers” — migrant people who arrived in the United States irregularly when they were minors — because almost every Latino family has someone who belongs to this group.
“I arrived in this country as an adult. We know that we are here to give our families a better life. That’s the only reason we come to this country, to work hard, provide, and give them a better future. The Dreamers arrived here when they were very young. They don’t know any other country than this. This is their home,” Maria comments.
It is with this analysis that Maria invites people to vote for candidates who promote and support public policies in favor of migration. On the other hand, there is the perspective of the civil organization, Make the Road Action Nevada, which considers that the current President of the United States has not fulfilled his promises to address the migration crisis and, on the contrary, has deployed military forces along the southern border of the country.
And what will happen if Trump wins?
Regardless of this year’s election results, Khan assures that the union will remain steadfast in its work. However, in the event of a Republican candidate’s victory, she fears that other issues the union also addresses, such as the lack of access to affordable housing, could worsen.
“We think corporations are stealing a piece of the American dream from families, from workers to build equity and wealth. We have been very focused on affordable housing and making sure that workers have the ability of fair rents.”
These battles, she says, they have not yet won, but they are in progress. What Khan has learned in her 12 years working for the union is that legal battles are a matter of persistence.
She emphasizes that with nearly 90 years of experience, the goals are clear: everything in favor of the workers. Additionally, they recognize that no matter how small the changes, they have positive impacts on the lives of union families.
Finally, Khan highlights the power that the migrant population has in the country:
“The hospitality industry is powered by immigrants and immigrants workers and so the union is very political involved to make sure that workers are centered, workers are at the table, that policies that impact workers are looked out with a worker focus lens because in the United States there are many corporations that over time they have run things their way to the detriment of workers and their families, so the union exists in Nevada as a powerful counterbalance,” she added.
In this regard, Maria believes that the statements of former President Trump about Mexican people are unfair. “He has generalized a lot, saying that we are terrorists, that we are thugs, that we are rapists, lots of things. So, we are going to fight to ensure that that man does not win again.”
But if Trump wins the presidency, Maria is firm in not leaving the United States until her children finish their studies, and she can retire. Then, she will return to Guanajuato to sit under a tree, breathe different air, and taste the Mexican food she misses so much. “You never forget your country,” she says.
NOTE: This content was produced under the “Democracy is more than Election Day”, a program from the Foreign Press Center of the United States Department of State.