Por Blanca Carmona / Foto de portada: Alicia Fernández / La Verdad
Ciudad Juárez, Chihuahua.— Tras rendir su declaración sobre el caso de la agresión a balazos de migrantes, los cuatro militares presentados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ante la Fiscalía General de Chihuahua quedaron en libertad.
“La Sedena los trajo para declarar, no había flagrancia y salieron”, informó Gabriela Cota, vocera de la Fiscalía en la zona norte.
El lunes 9 de octubre, un grupo de migrantes que se trasladaba por brechas en la zona fronteriza de Jerónimo, entre Ciudad Juárez y Santa Teresa, Nuevo México, fueron atacados a tiros, cuando pretendían cruzar a Estados Unidos por esa zona semidesértica.
Tras la agresión, el titular de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua en la Zona Norte, Carlos Manuel Salas, informó al día siguiente que por esos hechos, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) entregó a cuatro militares así como cuatro armas largas e informó que un quinto efectivo no había sido localizado.
Indicó que los elementos militares estaban en calidad de presentados ante la FGE, donde se les tomaba su declaración debido a que presuntamente dispararon en contra un vehículo en el que viajaban personas en situación de movilidad, a unos ocho kilómetros hacia el oriente del cruce internacional Jerónimo-Santa Teresa.
El fiscal también dio a conocer que por tratarse de un asunto de competencia federal, turnaría la investigación a la Fiscalía General de la República, lo que no ha ocurrido hasta la mañana de este jueves debido a que aún están a la espera de los dictámenes de balística.
Salas informó este miércoles que ya concluyeron las necropsias a las víctimas identificadas, como: Elvis Enrique Barrientos de la Rosa, de 27 años, y Margarito Canto Juárez, de 45 años, ambos originarios de Guatemala.
Los dictámenes permitieron establecer que las dos personas murieron al desangrarse tras haber sufrido laceraciones multiorgánicas por los impactos de bala que recibieron en el tórax y en el abdomen.
En los cuerpos de cada una de las víctimas, se recuperó una ojiva, estás serán cotejadas para establecer la o las armas utilizadas para deflagrar y el calibre, se informó.
“Ya se terminaron las necropsias, se extrajeron las ojivas y se están haciendo rastreos balísticos”, dijo Salas.
Respecto a los cuatro extranjeros también originarios de Guatemala que resultaron heridos, Alejandro Vargas enlace de Comunicación Social de los Servicios de Salud del Estado, confirmó que solo uno de ellos –a quien identificó como Selvin Eduardo G.P., de 19 años– continuaba hospitalizado hasta este miércoles.
Selvin Eduardo presenta una fractura en la tibia izquierda y su estado de salud fue reportado como estable por parte del funcionario de Salud.
Los otros tres migrantes, Rigoberto G.G., de 28; Carlos Humberto R.L., de 19; y Raúl de Jesús H.R., de 18, fueron dados de alta la mañana del 10 de octubre. La fiscalía reportó el martes que todos estaban realizando su declaración.
Hasta el momento la embajada de Guatemala en México no ha realizado ningún pronunciamiento público sobre este hecho.
De acuerdo con información dada a conocer por el fiscal Salas, los hechos sucedieron alrededor de las seis de la tarde del lunes 9 de octubre cuando al menos diez personas extranjeras, y un conductor, viajaban en un vehículo Ford, Expedition, por brechas de esa zona fronteriza, cuando se les marcó alto por parte de una unidad de la Sedena y al no detenerse los militares abrieron fuego, dando como resultado la muerte de dos y las heridas en los otros cuatro.
Salas informó que los lesionados refieren que se dirigían a la frontera con la finalidad de brincar el muro, para lo cual portaban una escalera y que iban otras personas en una camioneta de color guinda, de la cual, el chofer y los otros se retiraron del lugar.
El conductor del vehículo junto con otras cuatro personas, aparentemente mujeres, huyeron a pie del lugar, de acuerdo con la versión del fiscal que refiere que se están haciendo las investigaciones para dar con el dueño del vehículo así como los análisis forenses para recuperar ojivas de las armas, debido a que no se encontraron en el lugar donde se localizó a los migrantes agredidos.