octubre 6, 2024
Investigaciones

En el suroriente, madres de niñas y niños con discapacidad luchan por un trabajo digno

Por Jonathan Álvarez / YoCiudadano

Ciudad Juárez, Chihuahua. – Brandon se destaca por su creatividad, incesantemente dobla y desdobla una lona y arrastra un viejo ventilador que juntos forman el brinca brinca ideal para él. Aunque prefiere no subirse a los juegos inflables, se fascina al ver cómo se inflan y desinflan, cuenta Idaly Cárdenas Ramírez, madre de Brandon, un niño de ocho años con autismo

Idaly pertenece al grupo de madres de niñas y niños con discapacidad ‘Cachitos de Amor’, integrado por 45 mujeres, la mayoría de ellas habitantes del suroriente de Ciudad Juárez. 

‘Cachitos de Amor’ nació por la necesidad de crear una red de apoyo ante las adversidades, relata Diana Chávez Rodríguez, fundadora del grupo y quien es conocida entre el grupo como la ‘mamá de Milka’, una niña de 10 años con parálisis cerebral severa. 

Ambas madres son cuidadoras de sus hijos y de otras mujeres que como ellas, tienen dificultades económicas para solventar los gastos médicos, alimentos y tratamientos especializados que necesitan sus niñas y niños.

Cada madre se ha vuelto experta en el tipo de discapacidad que tiene su hijo y no hay nadie mejor que ellas para cuidarlos, relatan. Esta labor requiere su atención las 24 horas, los siete días a la semana. 

Brandon por ejemplo, necesita de su madre para acudir los lunes y jueves a su terapia de lenguaje, conductual y sensorial, mientras que los martes y viernes asiste a la escuela. 

El cariño y persistencia al realizar estas labores la mayor parte de sus días viene con un costo: no tener acceso a empleos dignos y por ende, acceso a la salud por medio de la seguridad social. Dos derechos cobijados en papel por la Constitución Política de México pero que en la práctica les han sido negados por el contexto en el que viven.  

Idaly y Diana cuentan que esto las pone en una situación muy vulnerable, pues saben que la posibilidad de acceder a una pensión en el futuro se desvanece en el aire. 

Es por ello que desde hace más de un año buscan impulsar una iniciativa de empleo adaptado en casa, propuesta que han llevado a oídos de los gobiernos municipal y estatal, que hasta el momento han sido sordos. 

La iniciativa del grupo ‘Cachitos de Amor’ de empleos adaptados en casa busca que las madres de niñas y niños con discapacidad puedan insertarse en el mercado laboral formal para acceder a recursos económicos que permitan solventar los gastos derivados de la atención que requieren sus hijos; acceder a seguridad social que les brinde atención médica a ellas y sus hijos, así como darles la capacidad de estar pendientes de los cuidados que necesitan las niñas y niños. 

Idaly Cárdenas, madre de Brandon. Fotografía: Favia Lucero

Empleos adaptados en casa, una iniciativa que busca reivindicar sus derechos 

Diana, madre de Milka, cuenta que fue víctima de violencia doméstica. Las condiciones estructurales la mantenían en esta situación de maltrato pero ella sabía que necesitaba poner un alto. 

Ser madre soltera fue la opción para liberarse de esa relación. Sin embargo, Diana no contaba con la autonomía financiera suficiente por lo que pronto tuvo que buscar un empleo. 

“Fue ahí cuando aprendí que no había otra manera para nosotras, más que obtener un empleo. Solo así íbamos a dejar de sufrir de maltrato físico y emocional. Es lo que sufren muchas madres”, narra. 

Pero cada vez que acudía a una entrevista de trabajo la respuesta de los empleadores era casi la misma: “puedes trabajar, pero a ver quién te cuida a la niña”, le decían. Diana pronto entendió que las madres de niñas y niños con discapacidad no pueden acceder a un empleo formal de la manera tradicional con un horarios estrictos, lugares de trabajo lejos de su hogar y de sus hijos. 

“Conozco el caso de una madre del grupo que su esposo la echó de su casa cuando comenzaba lo del COVID. Ella y su niña fueron a dar a una tapia en donde no había puertas ni ventanas, fuimos a llevarle alimento y nos dimos cuenta que tenía muchas necesidades. Si tuviéramos un empleo nos dejaríamos de todos estos problemas”, explica. 

Diana opina que esta es una ciudad de oportunidades y tiene la esperanza de encontrar una empresa que pueda emplear a las madres del grupo. Entre las opciones que contempla se encuentran la de operadora telefónica, empaquetadora de productos y capturista de datos. 

“Podemos hacer cualquier cosa para tener un salario, para tener IMSS, aunque madruguemos, podemos cumplir con nuestro trabajo”, asegura. 

Diana Chávez y su hija Milka. Fotografía: Favia Lucero.

Idaly considera que en el caso de las madres de niñas y niños con discapacidad, un empleo adaptado en casa no es un capricho, es una necesidad. 

“No es porque queramos que nos aplaudan, es algo necesario y no solo para mí, somos miles de mamás que están en nuestra misma situación. Me ha tocado ver a mamás pidiendo dinero, llevan a sus hijos en sillas de ruedas porque es el único empleo que pueden tener (…) se habla de inclusión, pero si la mamá no está bien, el niño tampoco”, relata. 

En suma, la iniciativa no solo tiene el propósito de darles autonomía financiera, sino el de terminar con condiciones de desigualdad y de maltrato a las que se enfrentan muchas de ellas y reivindicar sus derechos a una vida libre de violencia en un entorno digno. 

Solicitan apoyo a Estado y Municipio pero no hay respuesta 

Las integrantes del grupo ‘Cachitos de Amor’, han buscado el apoyo y asesoría de los gobiernos estatal y municipal con el propósito de que las canalicen con las instancias correspondientes que den seguimiento a su propuesta.

Cuando el alcalde, Cruz Pérez Cuéllar, asumió la presidencia municipal en octubre de 2021, inició una serie de audiencias por las colonias populares de Ciudad Juárez, incluída la zona suroriente. 

Diana e Idaly, apoyadas por el resto de las madres del grupo elaboraron una carta en donde pedían al edil tomar en cuenta su propuesta de empleos adaptados en casa. 

“Nuestros niños necesitan de una atención médica especial y nosotras como madres no podemos dejarlos solos o descuidarlos, es por eso que solicitamos empleos adaptados con IMSS o seguro social”, refiere el contenido de la carta, la cual fue firmada de recibida por el presidente municipal. 

Sin embargo, a más de un año de su gestión frente a la presidencia, no se ha vuelto a contactar con las madres del grupo y mucho menos ha dado algún tipo de seguimiento a sus propuestas pese haberse enterado de las motivaciones de las madres.

Carta entregada al presidente municipal Cruz Pérez Cuéllar. Fotografía: Cortesía.

La historia con el gobierno del estado no es diferente, pues no les han dado una respuesta puntual a su petición. No obstante, la Subsecretaría de Desarrollo Humano y Bien Común a través del titular de Programas Sociales, Alberto Vela, sostuvo una plática con las madres para brindarles otras alternativas, como apoyos económicos únicos, los cuales pueden ser otorgados solo una vez al año con un tope de 15 mil pesos. 

El 17 de octubre, Alberto Vela y personal del Servicio Nacional del Empleo (SNE) en Juárez acudieron a una reunión en el Parque Rotario de la colonia Carlos Castillo Peraza para que las madres pudieran plantear sus necesidades de empleo. 

Durante la reunión el personal del SNE indicó que hasta el momento no se tiene registrada alguna empresa que pueda emplear a las madres bajo la modalidad de empleo adaptado en casa y se les sugirió que ellas mismas acudan con los organismos empresariales para solicitar un trabajo de tales características.

Se solicitó una entrevista con la coordinadora del Servicio Nacional del Empleo en Juárez, Meyvi López, para conocer el seguimiento que se le dio a la propuesta de las madres pero hasta el momento la entrevista no ha sido concedida. 

Es así como las madres y su iniciativa se encuentran en el limbo, sin el apoyo del Municipio, del Estado ni del Servicio Nacional del Empleo. 

La convicción de las madres por el proyecto de empleos adaptados en casa las llevó este domingo 30 de octubre de 2022 a hacer acto de presencia ante las autoridades municipales que asistieron al evento político de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, en el Centro de Convenciones ‘Las Anitas’. 

Ahí, el discurso de la Jefa de Gobierno se enmarcó en las políticas públicas emprendidas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, principalmente en la frontera norte. Además compartió su experiencia en la implementación de políticas públicas en la capital del país, especialmente las que están dirigidas a niñas, adolescentes y mujeres. 

Diana e Idaly consideraron pertinente también entregar una carta a la actual Jefa de Gobierno, en caso de que en el futuro sea una de las candidatas a la presidencia de la República. Entre la multitud, Diana obtuvo la firma de Claudia Sheinbaum con la que se daba por enterada de la situación de las madres de niños y niñas con discapacidad en esta ciudad. 

Las madres acudieron a la conferencia de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, a entregar la carta. Fotografía: Jonathan Álvarez.

Les quitan la pensión para personas con discapacidad y en su lugar les dan despensas 

Durante la administración estatal anterior se encontraba vigente el “Apoyo a Personas con Discapacidad”, el cual consistía en una pensión de mil 343 pesos mensuales, de acuerdo con información oficial de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Bien Común. 

Bajo este programa, a nivel estatal fueron beneficiadas un total de 5 mil 234 personas con discapacidad hasta el año 2020, de las cuales mil 530 eran residentes del Municipio de Juárez. 

Según la secretaría se destinaba un presupuesto anual de 74 millones 760 mil pesos para el pago de las pensiones desde el inicio del programa hasta su finalización.  

Este apoyo económico representaba un pequeño desahogo de los gastos que tienen que hacer mes con mes las madres de niñas y niños con discapacidad. 

Idaly cuenta que recibió la pensión durante cuatro años, tiempo en el que utilizó los recursos para comprar una parte de los medicamentos, costear alimentación de su hijo y pagar algunas consultas médicas. Si bien los gastos superaban por mucho el monto de la pensión, siempre contempló ese dinero en su presupuesto mensual. 

De acuerdo con los testimonios de las madres, esto cambió cuando entró la administración estatal de María Eugenia Campos Galván en septiembre de 2021, momento en que el programa perdió vigencia.

La Secretaría de Desarrollo Humano y Bien Común, por su parte, dio a conocer que estos apoyos fueron retirados debido a una reestructuración de los apoyos estatales generados a partir de la administración 2016 a 2021. 

Otra justificación del retiro de la pensión es que, de acuerdo con el Gobierno Estatal, se detectaron casos en los que se hacía un mal uso del dinero en todo el estado de Chihuahua, incluído el Municipio de Juárez. 

La secretaría informó que en 58 municipios se detectó que había casos en donde los recursos no se ejercían sino eran ahorrados en la cuenta, “demostrando que no existía un alto grado de vulnerabilidad, motivo por el cual se gestionó una devolución por parte de la empresa TOKA Internacional (empresa de monederos electrónicos)”, contestó la secretaría a través de una solicitud de información. 

Otro argumento del Estado fue que en las zonas serranas era complicado hacer uso de las tarjetas con las que contaban los beneficiarios, “esto debido a que no cuentan con acceso a comercios que manejen el uso de terminales de pago”, se dio a conocer. 

El total de casos en los que el Estado detectó un supuesto mal manejo de los recursos en Juárez fue de 119. 

En lugar del apoyo económico el Gobierno del Estado decidió dar despensas. En esta ciudad el total de beneficiarios como personas con discapacidad es de 7 mil 612. 

El pasado 11 de octubre en una reunión entre madres y el encargado de Programas Sociales de la Subsecretaría de Desarrollo Humano y Bien Común, Alberto Vela, las madres denunciaron que las despensas estaban contaminadas con jabón. 

La mayoría de los alimentos que se encontraban en el interior de las cajas de despensa absorbieron el olor y el sabor del jabón en polvo que contenía cada caja. Problema que el titular de Grupos Vulnerables de la subsecretaría, Carlos Alemán, asegura desconocer. 

Madres se reúnen con Alberto Vela, encargado de Programas Sociales de la Subsecretaría de Desarrollo Humano y Bien Común. Fotografía: Jonathan Álvarez.

“No había escuchado ese comentario, lo desconozco completamente. Nosotros todo el apoyo lo entregamos a domicilio y la verdad de todos los apoyos que nosotros entregamos casa por casa hasta el día de hoy solo hemos recibido agradecimientos por parte de todas las personas”, indica Alemán. 

Los requerimientos nutricionales de las niñas y niños con discapacidad son específicos de acuerdo con su condición, explican las madres, por lo que muchos de los productos de las despensas repartidas por el gobierno estatal no pueden ser consumidas por ellas y ellos. 

Al respecto Carlos Alemán comenta que desconoce si desde la Secretaría de Desarrollo Humano y Bien Común se ha realizado algún estudio para conocer las necesidades nutricionales que tienen los niños. Añade que a él solo le corresponde la parte operativa, es decir, repartir las despensas, cuyo valor unitario es de mil 178 pesos. 

“Yo les hago un llamado a quien tenga que llegar: queremos que nos escuchen, que ya no nos tomen como un bache que tapan solo un momento. Que no piensen que con una despensa se va a solucionar nuestro problema, como el bache siempre se va a estar destapando”, considera Idaly. 

Idaly reconoce que el ser una cuidadora las 24 horas, siete días a la semana “las consume, las ahoga”, pero está segura de que abrazar esta labor y ser parte de ‘Cachitos de Amor’ significa luchar ante las dificultades. 

De acuerdo con Diana, las mujeres son quienes principalmente se dedican a las labores de cuidados de personas con discapacidad, por eso, el pertenecer al grupo y luchar por la iniciativa de trabajos adaptados en casa significa librarse del maltrato, la violencia y las carencias económicas que las ahogan mes con mes. 

Las madres de niñas y niños con discapacidad de ‘Cachitos de Amor’, continúan luchando para que sus voces y su propuesta sean tomadas en cuenta de manera seria, pues de llevarse a cabo, sería un respiro frente a las diversas problemáticas a las que se enfrentan.

Milka sentada en su silla de ruedas. Fotografía: Favia Lucero.