julio 16, 2025
Medioambiente

Bees of the 656: divulgación científica para proteger a las polinizadoras del desierto 

Danna es creadora de Bees of the 656, un proyecto que busca concientizar y compartir conocimiento científico sobre las principales polinizadoras de este desierto, las abejas. Su conservación es clave para el ecosistema.

Por Jonathan Álvarez / YoCiudadano

Ciudad Juárez, Chihuahua.– Desde pequeña, a Danna Cadena le fascinaban los programas de televisión con documentales sobre animales, conservación y paisajes naturales. Sin embargo, nada se comparaba con la biodiversidad que tenía al alcance en su vida cotidiana pues creció en los cerros de Chihuahua, rodeada de insectos, conejos, aves y plantas.

“Para mí era tan hermoso. Me conmovió ver todo eso y cuando llegó el momento de escoger una carrera elegí la de biología”, dice.

Fue durante la licenciatura que tuvo la oportunidad de hacer voluntariado en la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), tiempo en el que tuvo su primer acercamiento con la vida de las polinizadoras por excelencia, las abejas.

Foto: Jonathan Álvarez.

En esa época estudió a las abejas en el ecosistema del área natural protegida de los Médanos de Samalayuca. El tema le pareció tan fascinante e importante que lo convirtió en su tesis.

Esa fue la semilla que despertó en ella la iniciativa de crear Bees of the 656, un proyecto de divulgación científica y educación ambiental enfocado en los polinizadores de la región.

El proyecto está enfocado en las abejas, ya que este desierto es un ecosistema muy importante para estas polinizadoras, y para Danna conocer es conservar.

“A veces no sabemos que ciertas acciones que hacemos en el día a día están afectando a los polinizadores más importantes de nuestro desierto”, dice.

Bajo su proyecto, personas han aprendido en talleres, pláticas y divulgación en redes sociales sobre las diferentes especies de abejas que existen, su importancia y las acciones que pueden realizar para conservarlas.

Danna dice que a la abeja comúnmente se le conoce por hacer miel, picar y por su supuesta agresividad, sin embargo, hay un sin fin de características que la población desconoce.

Foto: Jonathan Álvarez.

En el desierto juarense la abeja nativa es la solitaria, una especie cuya hembra se encarga de construir un nido de polen para su progenie, no son sociales, no tienen reinas, tampoco producen miel y no pican. Ese tipo de abejas son las principales polinizadoras de las plantas del desierto, explica Danna.

En el ecosistema también hay abejas carpinteras, aquellas que usan el sudor de otros animales para hidratarse y abejas de tamaños diversos desde 1 milímetro hasta 5 centímetros.

Con gran pasión sobre la vida de las abejas, Danna lleva consigo una colección con una diversidad de especies que felizmente muestra a los participantes de sus talleres y pláticas. También posee un estereoscopio, para que las personas puedan ver de cerca la estructura de las polinizadoras. Ambos insumos fueron proporcionados por la UACJ y la Conabio, dice.

“El proyecto nació a raíz de un deseo que como bióloga tenía de una plataforma para hablar sobre la conservación en Juárez (…) y de poder compartir este conocimiento y atender desde mi trinchera problemáticas ambientales grandes”, detalla.

Conservar a las abejas es conservar a la propia especie humana y asegurar su futuro. Estas polinizadoras son una especie paraguas, lo que significa que, al protegerlas, se protege también todo el ecosistema y, con ello, la vida misma, concluye.

Foto: Jonathan Álvarez.