Ciudad Juárez, Chihuahua.— El suroriente de Ciudad Juárez es una zona con grandes y diversas carencias. Falta de infraestructura, agua potable, alumbrado público, recolección de basura, pavimentación, transporte público, seguridad, espacios públicos y de recreación, por mencionar algunos. En esta periferia también hay rezagos económicos pues, principalmente, es habitada por personas trabajadoras de la industria maquiladora que demandan mejores condiciones laborales.
Documentos como el “Diagnóstico Zona Periurbana de Ciudad Juárez” y “Polígono de Actuación ‘Talamás’ para Vivienda Nueva en la Zona Periurbana Suroriente”, así como la doctora en urbanismo, Marina Contreras Saldaña, y el técnico académico del Colegio de la Frontera Norte (COLEF), Israel Díaz Arcos, confirman de lo que adolece el suroriente.
La misma población que habita la zona reconoce sus necesidades. Durante casi 11 años, la comunidad del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTis) 270, ubicado en la colonia Carlos Castillo Peraza, luchó para que las calles Soneto 156 y avenida Lote Bravo fueran pavimentadas. Este año, con el ejercicio del Presupuesto de Participativo, lograron que la primera vialidad resultara ganadora en las votaciones del pasado 10 de julio.
Posteriormente, el alcalde Cruz Pérez Cuéllar informó que la avenida Lote Bravo también sería pavimentada. Un logro que la comunidad de “la casa de los Toros” festejó hasta que en septiembre de este año se dio a conocer que el Municipio iniciaba la construcción de una arena de rodeo en un predio contiguo al plantel educativo. Según el Instituto Municipal del Deporte y Cultura Física (IMDEJ), la Liga Municipal de Rodeo solicitó la obra que contempla una inversión que supera los 24 millones de pesos.
Inconformes, habitantes de la Carlos Castillo Peraza interpusieron un amparo ante el Juez de Distrito en turno del Décimo Séptimo Circuito del Poder Judicial de la Federación, en contra de la construcción de la Arena de Rodeo Municipal. Y es que además de considerar que una obra de tal magnitud no debería estar al lado de una escuela ni de grandes fraccionamientos, en este predio entrenaba la Liga de Fútbol Parajes de Oriente.
Las y los deportistas de todas las edades fueron retirados del terreno en donde tenían cinco años jugando fútbol ante la falta de complejos deportivos que caracteriza a la zona. En el predio con superficie arenosa también se realizaban eventos en beneficio a la comunidad y vendedores ambulantes aprovechaban el espacio para mejorar su economía.
Aunque la edificación del rodeo ya empezó, documentos oficiales indican que está prohibido un equipamiento de este tipo en el uso de suelo que tiene el predio en cuestión.
Usos del suelo no son compatibles con un rodeo
De acuerdo con la Carta Urbana, documento realizado por el Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP) que rige el uso de suelo de toda la ciudad, el terreno donde se construye el rodeo tiene un tipo de uso del suelo SEp-3; SE corresponde a Servicios y Equipamiento.
La Normatividad del Plan de Desarrollo Urbano Sostenible (PDUS) 2016, establece lo siguiente de esta clave de uso del suelo: “Estos usos indican una concentración particular de usos de servicios y equipamiento situados en corredores urbanos, que contempla también usos habitacionales y mixtos. En ningún caso se consideran sustitutos de los centros de distrito o de barrio”.
Mientras que el documento Polígono de Actuación “Talamás” para Vivienda Nueva en la Zona Periurbana Suroriente (PA Talamás), —herramienta que tiene el objetivo de ordenar un territorio determinado— informa que el predio tiene dos tipos de uso del suelo: SU-CD, que en la Normatividad del PDUS se definen como Mixto-Subcentro Urbano (SU) y Uso Mixto-Centro de Distrito (CD).
SU: “Su objeto es complementar la distribución de las funciones del centro urbano, mediante una desconcentración de las mismas, así como la gestación de una diversidad urbana. Los límites son exactos, no indicativos”.
CD: “Los usos a establecerse en estos polígonos de servicio distrital, se determinan en las tablas de compatibilidad; los límites son exactos, no indicativos”.
YoCiudadano solicitó una entrevista al IMIP para aclarar esta información, sin embargo, esta no se concretó. En cambio, la doctora urbanista e investigadora Marina Contreras Saldaña explicó que los tipos de uso del suelo en ambos documentos no son contradictorios, aunque sean diferentes.
“La intención que tienen es poder activar económicamente y socialmente la zona. El Polígono de Actuación te dice que es subcentro urbano y centro de distrito, que justamente lo que hacen es reconocer que en esa área no tienen suficiente infraestructura y equipamientos, entonces necesitan crear un nuevo polo económico y de equipamiento para esa zona”, agregó.
Sin embargo, no todos los equipamientos son permitidos, compatibles o aptos para los diferentes tipos de uso de suelo, es decir, aunque una arena de rodeo sí es un equipamiento, esta obra no puede ser colocada en cualquier predio. Y es que la tabla de compatibilidad de usos, encontrada en la Normatividad del PDUS, indica que los equipamientos de “estadios, arenas, rodeos, autódromos y grandes espectáculos” están prohibidos en las zonas SE y SU.
“Los subcentros urbanos lo que pretenden es crear nuevos polos en la ciudad para que la población no tenga que desplazarse hacia otras partes y efectivamente se podría considerar que una arena de rodeo no necesariamente es compatible con un subcentro urbano porque no permitiría la instalación de otros equipamientos contiguos por cuestiones de salubridad, por ejemplo” mencionó Contreras Saldaña.
Autoridades no toman en cuenta documentos de planeación
Desde la perspectiva del técnico académico del Colegio de la Frontera Norte (COLEF), Israel Díaz Arcos, las autoridades “regularmente” ignoran los diagnósticos, estudios, planes y diversos documentos realizados por las mismas instancias públicas.
“Si bien es cierto que hacen nuevas leyes de planeación y que existen otros tipos de instrumentos que hay que modificar y actualizar, el mayor problema es que la ley no se aplica”, lamentó el académico.
Contreras Saldaña opinó en el mismo sentido y agregó que no tomarlos en cuenta para la planificación y edificación de la ciudad es “una situación grave”. A pesar de los grandes diagnósticos y propuestas que realizan los institutos de planeación, “cuando se tratan de llevarlas a la práctica encontramos propuestas superficiales que no son o que no van acorde a los problemas que ya diagnosticó el mismo instituto de planeación”, dijo.
Se ha identificado que en el suroriente hay problemas de cohesión social. Esto se debe, en parte, a que sus habitantes son personas migrantes que llegan a esta frontera a trabajar jornadas largas y extenuantes en las maquiladoras, impidiéndoles participar en actividades comunitarias.
“Trabajan horas extras porque su ingreso no es suficiente. ¿En qué momento van a coincidir para conocer a sus vecinos? No es que haya una voluntad malintencionada de los vecinos sino que su mismo ritmo de vida no les permite conocerse entre sí. Súmale a que no hay espacios en los que puedan convivir. Creo que el diagnóstico (del PA Talmás) es correcto. El problema que yo le veo, no solo con el polígono de actuación, sino con el proyecto de la arena de rodeo, es si verdaderamente se consideró preguntarle a los vecinos cuáles eran sus necesidades”, recalca la doctora en urbanismo.
El pasado 26 de octubre durante la comparecencia del titular del IMDEJ, Juan Carlos Escalante Suárez, ante el Cabildo para brindar más información sobre el proyecto de la Arena de Rodeo, el presidente municipal aseguró que la Dirección General de Desarrollo Social había levantado una encuesta, diseñada por el IMIP, en toda la zona para conocer la opinión de la comunidad. Puntualizó que el 70 por ciento de los vecinos indicaron estar a favor del rodeo.
Dos días después, YoCiudadano realizó solicitudes de información al IMDEJ, IMIP y al Municipio para conocer todo sobre dicha encuesta sin que hasta el momento hayan emitido una respuesta. El director del IMDEJ, por su parte, declaró desconocer la fecha en la que se llevó a cabo esta consulta. “Son encuestas no falseadas, son encuestas hechas por Desarrollo Social y los resultados se pueden pedir”, dijo Escalante Suárez.
Para Contreras Saldaña el hecho de haber comenzado a construir el rodeo sin primero consultar a quienes habitan el espacio “es un ejercicio hostil de la planificación”. Dar un aviso sobre lo que se construye no es un proceso que fomente la cohesión social, al contrario, genera tensiones entre la comunidad vecinal.
Que el rodeo sea un equipamiento de acceso restringido, con una programación esporádica de eventos culturales y deportivos, que además tendrán un costo de ingreso realmente no atiende las necesidades de las y los vecinos. Podrá ser funcional para quienes practican y gustan de los eventos del rodeo, pero no son quienes habitan la zona, ni la mayoría, agregó el académico del COLEF.
En una entrevista realizada en septiembre a Genaro Rubio, entrenador de la Liga de Parajes de Oriente y habitante de la colonia Villa del Prado, expresó claramente: “En realidad no necesitamos un rodeo. Aquí no somos vaqueros, aquí la gente viene a practicar el futbol”.
Aspectos como la falta de vialidades que soporten el flujo vehicular del suroriente, cuya vocación es industrial; los altos índices de inseguridad, la falta de servicios públicos y el comercio informal de la zona también están siendo ignorados, desde la perspectiva de la urbanista.
Un rodeo es un equipamiento regional, es decir, que abastece de un servicio a toda una región. Por ello, una obra de este tipo tiene un impacto en la infraestructura existente. “Quiere decir que vas a crear más afluencia vial, en vialidades que ya están desbordadas, vas a crear una mayor demanda de agua en una zona donde no hay agua, vas a crear olores en una zona que ya tiene tiraderos a cielo abierto, entonces esta inversión no parece ser una estrategia de atención para una zona que ya está muy necesitada”, comentó.
La inconformidad vecinal tiene una razón de ser
Las visiones a futuro del alcalde Cruz Pérez Cuéllar son que esta obra aumentará la derrama económica en la zona y en la ciudad, detonará el turismo y generará empleos. La idea de una arena de rodeo tiene sentido en una ciudad como esta pero en verdad se está considerando el costo beneficio para la población de dicha área, cuestionó la urbanista.
Mientras se alcanzan dichas metas, son las y los vecinos quienes cargarán con las consecuencias de tener un rodeo a un costado de sus viviendas y escuelas. “El costo beneficio es perjudicial para los locales aunque el beneficio podría llegar a ser para la ciudad, pero ¿por qué nuevamente siguen siendo los más desfavorecidos quienes tienen que padecer las consecuencias de que la economía de un cierto sector siga en auge?, preguntó Contreras Saldaña.
Por estos motivos, dijo, es que los movimientos vecinales tienen una fundamentación y una razón de ser. El Municipio, dentro del ejercicio de sus funciones, debería transparentar la información sobre este proyecto millonario, responder las dudas de la comunidad y tomarla en cuenta, agregó.
Recordó que desde hace más de 15 años la población del suroriente ha sido vulnerada en muchos aspectos. Son habitantes a quienes se les prometió una zona digna para habitar pero que la violencia y la indiferencia institucional mermó el progreso. Para la experta, continuar con proyectos que no consideran las necesidades de la población es perpetuar el problema.
“Es necesario que el Municipio no subestime a los vecinos, si los vecinos están manifestando que no es una obra que responde a sus necesidades, creo que estamos en el momento adecuado para consultar y entender los porqués. Desde fuera es difícil entender qué es lo que padecen o qué han tenido que padecer los vecinos de la zona, ellos son los expertos, ellos han pasado años ahí. Solamente ellos saben qué tanto les ha costado y qué tanto les sigue costando habitar el suroriente”, finalizó.