Defensores de derechos humanos advierten que con esa actividad podría generarse un abuso de poder por ser gestionada por la misma autoridad que les brinda alojamiento en el albergue municipal; se promueve la integración de personas migrantes en la vida comunitaria, aseguran en gobierno.
Por Verónica Martínez / La Verdad
Ciudad Juárez– Personas migrantes provenientes de otros países alojados en el albergue Enrique, Kiki, Romero son involucradas en trabajos de mejoramiento urbano por funcionarios del gobierno municipal.
El trabajo que realizan es voluntario, se dio a conocer. No reciben remuneración.
En esa situación, los migrantes han realizado la rehabilitación del camellón y de la avenida Aztecas, el reacondicionamiento y pintura de los juegos del parque del Centro Comunitario “Revolución Mexicana”, además de remozar la pintura de cordones de algunos tramos viales, entre otras actividades de embellecimiento urbano de la ciudad.
Esas actividades tienen la intención de promover la integración de personas migrantes en la vida comunitaria y fomentar su participación ciudadana, dijo Santiago González Reyes, titular de la Dirección de Derechos Humanos del Municipio de Juárez y encargado del albergue para migrantes que coordina el gobierno municipal, Enrique, Kiki, Romero.
Al reportar el involucramiento de migrantes en la limpieza y preparación que los migrantes realizaron en el camellón de la avenida Los Aztecas, el Gobierno Municipal declaró en un comunicado oficial que esa acción “destaca la solidaridad y la colaboración” de las personas en movilidad.
En ese trabajo se reportó que entre 10 y 12 personas migrantes participaron por alrededor de una hora y media. González Reyes catalogó estas acciones como una actividad voluntaria y comunitaria.
“Fue una actividad voluntaria como otras que se hacen en el albergue”, dijo. “Lo que se buscó fue una actividad de reconciliación en la que las personas migrantes demostraron que no son personas flojas o que nomas quieren extender la mano”.
Los participantes firmaron actas en las que se establecía que el trabajo era voluntario, dijo González Reyes.
No es la primera vez que el municipio involucra a personas migrantes en trabajos que corresponden al municipio. En julio de este año, personas migrantes también realizaron trabajos de limpia y de pintura en el Centro Comunitario “Revolución Mexicana”.
Este jueves realizaron la rehabilitaron el camellón de la avenida Los Aztecas y plantaron árboles en ese lugar.
Estos trabajos de limpieza y excavación que han llevado a cabo por migrantes recaen en empleados del municipio. Se consultó a la Dirección de Servicios Públicos cuál es el salario y puesto de los empleados a los que se les asignan estas labores. Personal administrativo declaró que esta información es de carácter confidencial.
Información pública disponible en el Presupuesto de Egresos para el Ejercicio Fiscal 2023 del Municipio de Ciudad Juárez señala que el puesto de peón, trabajador que realiza labores no especializadas, y que lleva a cabo ese tipo de actividades, tiene un salario de entre 7 mil 810 a 7 mil 875 pesos mensual.
González Reyes compartió que las personas migrantes participantes en esas actividades no pueden ser remuneradas por el trabajo que realizan, ya que no cuentan con permisos para trabajo y requeriría una relación laboral con el municipio.
Esta situación es vista con suspicacia por parte de organizaciones defensoras de derechos humanos porque consideran que podría generarse un abuso de poder al ser una actividad gestionada por la misma autoridad que les brinda las necesidades básicas de alimentación y techo.
“Hay intrínsecamente una relación de poder y esa no se puede negar”, dijo Blanca Navarrete, directora de la organización Derechos Humanos Integrales en Acción (DHIA).
“Es una línea muy delgada porque hay personas que plenamente pueden agradecer que los hospeden y alimenten y quieran retribuir, pero hay personas que no necesariamente quieren, pero se preguntan qué pasa si dicen que no”, afirmó.
Para la organización, los ejercicios de integración humanitaria no deben limitarse a la plantación de árboles, si no actividades que generen una convivencia entre la población migrante y la comunidad local. Además, una participación ciudadana por parte de la población en movilidad requiere una participación en la toma de decisiones de la ciudad.
“Desde DHIA estamos interesados en que el municipio quiera hacer esfuerzos para promover la participación ciudadana de las personas en movilidad. Nos preguntamos que otros esfuerzos se van a hacer y si hay algún trabajo de la Comisión de Atención a Derechos Humanos y Grupos Vulnerables para hacer un grupo focal con ellos para preguntar sobre los abusos de la policía municipal”, indicó.
Eduardo Sáenz, titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Ciudad Juárez compartió que esta institución ha estado al tanto de la situación relacionada con el involucramiento de migrantes en trabajos del municipio y puede ser sujeto de revisión.
“De forma general toda persona tiene derecho de que al hacer un trabajo se les retribuya. Sin embargo, no hay un impedimento si la persona de forma voluntaria realiza una actividad, pero que efectivamente debe ser establecido de esta manera”, dijo al ser consultado sobre el tema.
“No debe de haber una situación ahí en el que este influyendo el municipio para que estas personas hagan estos trabajos.”
Al ser cuestionado sobre la relación de poder entre el municipio y las personas a quienes dan atención humanitaria, González Reyes declaró que la voluntad de los participantes no estuvo coaccionada ya que las personas estuvieron informadas a través del acta que firmaron que no estaban obligados a participar en la actividad.
“Me parece más dañino infantilizarlos como si no tuvieran capacidad de decisión”, dijo el funcionario. “Yo no considero que personas adultas, que además están en la libertad de retirarse, se encuentren trabajando forzosamente”.
