Ciudad Juárez, Chihuahua.— Desde agosto de 2017, la administración del alcalde Armado Cabada Alvídrez contrató a la empresa Magno Ingeniería en Alimentos para implementar el programa de prevención social ‘Armando Niños Sanos’, enfocado a combatir la obesidad y la desnutrición infantil. La segunda vez que se contrató a la empresa para dar seguimiento al programa, en 2018, este cambió de nombre a ‘Programa contra la desnutrición y obesidad’, pero su objetivo siguió siendo el mismo: brindar a las personas que lo requieran una bebida nutritiva a través de un servicio integral enfocado en la buena alimentación. Actualmente, y después de que el Municipio ha erogado 83 millones 600 mil pesos en el programa, este continúa vigente y la fórmula alimenticia se reparte en los 46 centros comunitarios de la ciudad. En la opinión del nutriólogo Miguel Solís Barraza, es complejo combatir la desnutrición y la obesidad con la misma bebida nutritiva. Desde su perspectiva y al analizar la tabla nutricional de la bebida en polvo llamada ‘Nutreali’, la fórmula contiene una alta cantidad de sacarosa, comúnmente conocida como azúcar de mesa.
“Dentro de la etiqueta nutrimental de este producto, sobresale el hecho que de los 40 gramos que mencionan por ración, 29 gramos son de hidratos de carbono, de los cuales la gran mayoría vienen por parte de sacarosa, es decir azúcar de mesa”, explicó.
La tabla especifica que el producto de sabor chocolate tiene 15 gramos de azúcar de mesa, mientras que únicamente contiene 10 gramos de proteína y uno de fibra. “De estas dos vertientes (obesidad y desnutrición) para las que se usa el producto, en un paciente con desnutrición se recomienda el uso de suplementos si es que la ingesta energética por vía oral no alcanza los requerimientos de ese individuo, se requiere más que nada un complemento nutricional, viéndolo desde el enfoque en que tiene una necesidad que no ha sido cubierta”, mencionó Solís Barraza.
“En el caso de obesidad es muy extraño, porque la terapia para atacar la obesidad es una alimentación saludable con actividad física incluida y generalmente es una restricción de energía a la que habitualmente el niño con obesidad presentaba; al menos dentro de mi práctica diaria, no tenemos ningún suplemento nutricional para trabajar la obesidad, lo que trabajamos es una alimentación saludable a través de los alimentos: incluir frutas y verduras diariamente, en las porciones adecuadas, incluir alimentos ricos en fibra que es una de las pautas principales de la cual este producto tiene muy poco, un gramo”, agregó.
Así mismo, el nutriólogo opinó que, para que exista un seguimiento que verdaderamente permita observar una mejora en las personas beneficiarias, se tendrían que hacer revisiones periódicas del peso corporal, porcentajes de grasa, masa muscular, entre otros. En el primer contrato celebrado con Magno Ingeniería en Alimentos, DCA/DGCC/160/2017, cuyo montó fue de 24 millones 932 mil 68 pesos, se estableció que la empresa se encargaría de prestar el servicio integral de “asesoría, acompañamiento, orientación y suministro de fórmula alimenticia para la infancia y la adolescencia, para el programa de prevención social de la violencia contra la desnutrición y obesidad. Además, a pesar de que en los cuatro contratos celebrados con esta empresa se establece que deberán contar con “evidencia fotográfica del antes y después de las estrategias integrales”, las imágenes que envió la Dirección de Centros Comunitarios como respuesta a la solicitud de información realizada por este medio solamente muestran a grupos de niñas y niños recibiendo el suplemento.
“Generalmente un producto nutricional tiene un respaldo científico donde se ha utilizado en otras poblaciones y que se ha visto un efecto positivo, y entonces tienes la confianza de utilizar ese mismo suplemento pensando que vas a obtener los mismos resultados. En este caso, sobre este suplemento, no encontré referencias bibliográficas acerca de su utilización, salvo que haya cambiado de nombre o no se hayan hecho estudios humanos de su impacto”, puntualizó.
En los cuatro contratos que ha celebrado el Municipio con la empresa, se menciona que “la bebida nutritiva está hecha a base de cereales, fortificada con vitaminas y minerales, compuesto de mezclas de sémola de maíz, harina de soya, harina de avena, harina de arroz, malto dextrina, leche descremada en polvo, sacarosa, cocoa, saborizantes artificiales, color caramelo, inulina, enriquecido con vitaminas y minerales, sucralosa, goma xantana y silicato de calcio’’. Por su parte, al químico en materiales Israel Flores le llamó la atención el uso de la goma xantana en la fórmula, un compuesto que consumido en altas dosis puede llegar a causar irritación estomacal.
“Dentro de toda la lista de ingredientes, hay uno que sí se debe tener cuidado con el manejo de este compuesto: la goma xantana, que se utiliza para aglutinar toda la mezcla, para darle la sensación de cremosidad a la fórmula. Hay un registro en cuanto a la química de alimentos que debe respetar ciertas dosis de este compuesto”, aclaró.
Sin embargo, mencionó que en el empaque del producto no se menciona la cantidad de goma xantana que se encuentra dentro de la bebida, por lo que no se puede saber si se están excediendo la cantidad recomendada. De acuerdo con el director de Centros Comunitarios, René Carrasco Gómez, el éxito del programa es visible, ya que el número de beneficiarios ha aumentado año con año. En el 2017 se beneficiaron 20 mil personas, para el 2018. Esta cantidad aumentó a 45 mil y hasta inicios de este mes, 40 mil personas habían sido beneficiadas.
