julio 4, 2024

Un tatuaje para desafiar al olvido: llevará siempre a Isabel en su piel

Ciudad Juárez, Chihuahua.— Patty recuerda cada detalle del último día que vio a Isabel Cabanillas. Como ella, tal vez muchas amigas tienen grabada en su memoria esa última vez que hablaron, se rieron, bailaron, cantaron o anduvieron en bicicleta. Ese recuerdo tan valioso les permitirá siempre sentir su esencia. Patty decidió hace unos días llevar a Isabel —su cabello morado y su bici— en su piel. Un tatuaje hecho por una artista local que ilustra a Isa con la misma ropa que llevaba puesta el día que dos disparos acabaron con su vida. Isabel le había propuesto que se hicieran un tatuaje juntas: un girasol o un marciano fueron sus ideas. Patty encuentra un espacio para reírse mientas las lágrimas inundan sus ojos. “Ya no pudimos hacerlo”, susurra. La propuesta la sorprendió. Recuerda que se sintió como la primera vez que Isa le dijo que la quería. “A mí se me hacía muy rápido, pero ella quería muy rápido a la gente”. También habla sobre el día que se conocieron: Isabel llegó a comprar pan a la Panadería Rezizte, negocio administrado por Patty y su pareja Jorge —artista local también conocido como ‘Yorch’— cuando ya casi iban a cerrar. Patty la reconoció por sus pinturas en prendas de ropa. “¿Tú eres la muchacha que pinta en la ropa?”. A Isabel se le iluminó la cara cuando le preguntó eso. Siempre que alguien reconocía su trabajo se emocionaba. Desde entonces, a finales de septiembre del año pasado, todos los fines de semana esperaban a que llegara a la panadería en su bici. “Al principio ella me preguntaba ‘¿No te molesta que venga?’ Yo no sé porqué pensaba que me iba a molestar.  La verdad es que yo me alejé de muchas amistades con la maternidad y cuando empezamos con la panadería, Isabel se convirtió en mi única amiga”, cuenta. El viernes 17 de enero de 2020 fue el último día que se vieron. Isabel llegó a la panadería a saludar a todos. Victoria, la hija pequeña de Patty y Yorch, corría atrás de ella. Patty se fijó mucho en la ropa de su amiga: un suéter negro con letras blancas, una falda negra, unas medias negras y tenis blancos. “Me acuerdo perfectamente. Su cabello, ese día vi su cabello diferente, no sé por qué fue así”, dice. Patty se toca el pecho y dice que ese día sintió algo que no sabe cómo explicar. Que ‘el cuerpo te da señales’, pero a veces una no sabe escucharlas. Recuerda que cuando se despidieron no se dieron un abrazo —“¿Por qué no le di un abrazo?”—. Se quedó con la sonrisa de dientes blancos que Isabel le entregó cuando salió de la panadería. Hoy en Juárez salió el sol. No hace tanto frío, pero cuando el aire sopla cala en la piel. Ha pasado casi un mes desde el asesinato de Isabel. Los edificios destruidos y abandonados de la Zona Centro de la ciudad se yerguen con murales del rostro de la artista y activista de 26 años que fue asesinada en el cruce de las calles Inocente Ochoa y Francisco I. Madero, en la madrugada del sábado 18 de enero. Hay más cruces rosas. Más pintas que exigen justicia por las mujeres que siguen siendo asesinadas en esta ciudad. En la pana, como le dicen de cariño, entran y salen personas con bolsas cafés llenas de pan. Una clienta pregunta por el famoso pan de elote que allí venden. Yorch contesta que apenas lo meterá al horno. Los eventos se suceden coronados por la bicicleta antigua de color café que Isabel usaba para transportarse. Está colocada arriba de las puertas de la panadería, como una suerte de homenaje a la amistad o de resistencia al olvido. Allí Patty pondrá un collage con fotos de Isabel que sus amistades le han mandado. La bicicleta, en la que Isabel paseó a varias amigas por las calles del Centro de Ciudad Juárez, se quedará en el sitio que han elegido para recordarla. “Para mí sí es como muy poderoso tenerla aquí, es como un lazo que me sigue uniendo a su esencia o a su alma”, agrega Patty. En las puertas de madera blanca con ventanales, que tantas veces abrió Isabel, se encuentra un cartel rosa con un dibujo de ella sonriente. Tiene la leyenda “Isabel Cabanillas, Ciudad Juárez. No habrá paz si no hay justicia”. Frente a la pana está el primer y único mural que pintó ella. Una chica de cabello corto, con las cuencas de los ojos pintados de verde, rodeada por 17 ojos que “te observan”. Ahora el mural también tiene una hilera de girasoles de todos los tamaños.

Mural de Isabel Cabanillas frente a la Panadería Rezizte / Foto: Favia Lucero
Ella escogió la pared. Yo creo que se dio cuenta de todo lo que se estaba haciendo y lo habló con Yorch. Ella quería preguntarnos qué debería pintar pero Yorch siempre deja libre lo que el artista quiera pintar. Pensó ella que tenía que ser algo relacionado con la panadería y Yorch le dijo que no, que lo que ella quisiera”, comenta Patty. Su bicicleta, el tatuaje, los murales, hacen que sienta que ella todavía está presente, sentada en la banca de la pana, comiendo pan de elote calientito y animando a Patty a poner el karaoke para cantar Paloma Negra o unas cumbias. “Una vez nos cantó una muy bonita en su departamento. En diciembre nos juntamos allí, nos hizo de comer, estaba muy emocionada porque fuimos muchos a visitarla y nos cantó una canción que se llama ‘Son Amores’. Me hizo llorar mucho. No dejé de escucharla desde ese día porque dijo que nos la dedicaba a Victoria, a Yorch y a mi, y que nos quería mucho. La cantó muy bonito”, cuenta Patty.

“Cuando sientas como un palpitar, corazón

Son amores

Si al mirarme sientes emoción, corazón

Son amores

Sonarán, din dan, din dan

Repicar de campanas

Que dirán dan din, dan din

Que tu amor por mi aguarda”.

A casi un mes del asesinato de Isabel Cabanillas de la Torre, la Fiscalía Especializada de la Mujer (FEM), dependencia que lleva la investigación, sigue sin tener una línea de investigación definida. El vocero de la Fiscalía General del Estado, Alejandro Ruvalcaba, declara que “ninguna línea de investigación se descarta hasta el momento. Debido a las relaciones que tenía con diferentes organizaciones, sus actividades y todo eso, ninguna línea se puede descartar, por lo que para el Ministerio Público sí es importante que se vayan cerrando las líneas que en su momento se abrieron, ya sea laboral y familiar o del circulo de amistades”. Fuera del discurso del Gobernador Javier Corral, en el que aseguró que habrá justicia por el asesinato de Isabel, las autoridades estatales han sido renuentes a aportar información puntual sobre la investigación y se han limitado a decir que “la carpeta se encuentra bajo investigación todavía”. Mientras, la bicicleta de Isabel continuará resguardando la entrada de la panadería Rezizte. Sus amigas y amigos, que no la olvidan, seguirán exigiendo justicia para que su asesinato no quede impune. Para que a ni una más le apaguen la sonrisa.