Nachita, una líder comunitaria
“Yo siento bien bonito y me siento muy orgullosa de mis compañeras mujeres y compañeras líderes que andamos gestionando, porque no nada más gestionamos lo del pavimento, también hay señoras que están enfermas y que necesitan algún apoyo y nosotras mismas tenemos un grupo de WhatsApp donde nos hablamos… Nosotras mismas cooperamos o hacemos kermés los sábados en diferentes parques para recaudar fondos y tener una cuenta de ahorro para las mismas”, dice.
Alva, la maestra que lucha por mejores condiciones para la comunidad estudiantil
Mujeres, presentes en el Presupuesto Participativo 2022
Durante el ejercicio de este Presupuesto Participativo, Red de Vecinos de Juárez acompañó a 65 proyectos, de los cuales 48 fueron impulsados por mujeres, informó la coordinadora de Participación Ciudadana de Plan Estratégico de Juárez, Claudia Arreola Pérez. En las votaciones que se llevaron a cabo el pasado 10 de junio también predominó la participación femenina, pues el Informe de la Jornada de Votación indica que el 54 por ciento de los votos (11 mil 906) fueron emitidos por mujeres, mientras que el 46 por ciento (9 mil 980), por hombres. La antropóloga social Hazel Dávalos Chargoy encuentra interesante este resultado y más desde una perspectiva cualitativa que cuantitativa, pues aunque la diferencia entre porcentajes no es abismal, hay un trasfondo que analizar.
“Aparentemente un 4 por ciento no es tanto, está bastante parejo, pero si tomamos en cuenta que la mayoría de las iniciativas fueron promovidas por mujeres… La participación de estas mujeres está muchísimo más allá del mero ejercicio de ir a votar”, indica.
El interés de las mujeres que habitan esta zona periférica de la ciudad, no solo llega a la gestión de obras públicas, sino también a la creación de espacios de ocio en donde despejan sus mentes, conviven entre ellas y aprenden cosas nuevas.
Lety, una mujer que busca mejorar su colonia
“Las mujeres aquí nos organizamos más y no es que tengamos más tiempo (que los hombres) ¡nos damos el tiempo!, ya que muchas trabajamos y al mismo tiempo venimos a apoyar, a barrer el parque… Hay espacios que hemos recuperado”, relata.
Leticia cuenta que gracias al empeño de sus compañeras se ha logrado rehabilitar el parque de la colonia María Martínez. Incluso ellas mismas construyeron bancas de cemento y se ocupan de la vegetación del lugar. Este año Leticia y sus compañeras lograron que el proyecto de pavimentación de la colonia Profesora Simona Barba fuera uno de los ganadores durante la jornada de Presupuesto Participativo, y desde el mes de julio gestionaron clases de baile de salón, las cuales son impartidas por la asociación civil Arte en el Parque. “Ahorita tenemos una actividad, estamos haciendo zumba. Tenemos un instructor que nos trajo Arte en el Parque y nos está ayudando mucho. Con eso nos motivamos entre nosotras las vecinas y venimos a hacer zumba todos los días”, comenta gustosa. Para Leticia y sus compañeras es importante crear espacios para la convivencia comunitaria, por ello actualmente están gestionando un gimnasio al aire libre. Agrega que ya lograron conseguir un predio ante la dirección de Asentamientos Humanos y están esperando a que les autoricen la construcción del gimnasio. Leticia hace un llamado a aquellas mujeres que aún no se animan a participar en el ámbito público, a asumirse como agentes de cambio en su comunidad y no dejarlo todo en manos del gobierno, mientras que a los hombres los conmina a integrarse a sus actividades.
Karen, la joven que promueve espacios de convivencia comunitaria
Retos a los que se enfrentan las mujeres en espacios masculinizados
La coordinadora de participación comunitaria de la Red de Vecinos de Juárez, Mariel Martínez, ha identificado que pese a la importante participación de las mujeres en “micro espacios” comunitarios, esta se desvanece cuando escala a espacios como el Cabildo o las reuniones de comisiones edilicias, y aparece con mayor frecuencia la figura masculina. “Eso nos llama mucho la atención y hemos intentado buscar respuestas e hipótesis de por qué está sucediendo, si son las mujeres quienes de manera inmediata acuden a las convocatorias y quienes están detectando las problemáticas en sus espacios, ¿por qué no hay esta escalada para otro tipo de espacios que podrían pensarse más políticos?”, cuestiona Mariel. En el mismo sentido, la antropóloga social Hazel Dávalos opina que la participación de las mujeres es un ejercicio de liderazgos “microterritoriales” porque está ligado a “esta división de género de lo que es el espacio público y el privado, con las brechas salariales, con las cargas asignadas al género”.
“Creo que ese es un reto muy grande: el cómo podemos hacer que las cargas de cuidados sean más igualitarias, para que las mujeres tengan tiempo de dedicarse a todo esto”, considera Mariel.
Lo que sigue, de acuerdo con Hazel, es exigir el reconocimiento de las mujeres, que desde siempre han estado presentes en todos los ámbitos. “Sigue habiendo una resistencia a aceptar este tipo de incorporación de mujeres, que no es nada más al espacio laboral, es también en la exigencia de derechos, en la exigencia de equidad pero mientras siga habiendo esa resistencia, como si fueran una especie de ‘arguenderas, locas’, que están exigiendo lo que todavía no se ha cumplido, no vas a lograr esa incorporación total”, detalla. A pesar de ello, las mujeres entrevistadas tienen algo claro: “si nosotras no lo hacemos, no lo va a hacer nadie”, dice Alva.
Las redes que tejen las mujeres
“Para mí, ver a mujeres organizadas saliendo al espacio público, poniéndose de acuerdo, escuchándose, encontrando coincidencias en sus problemáticas, en sus vivencias, el identificarse entre mujeres y acuerparse entre mujeres, para mí es una ganancia personal muy linda del trabajo comunitario”, dice Mariel.