Ciudad Juárez, Chihuahua.—La obra del pintor juarense Luis Roacho exalta los recuerdos de una ciudad estruendosa. En sus lienzos de paisajes desolados y perros callejeros hay algo que lo sitúa a medio camino entre lector de noticias y observador cotidiano. En su estudio, ubicado en una pequeña casa que colinda con el aeropuerto de Juárez, Roacho se sienta en una silla de madera y detrás de él se asoma una pintura, aún en proceso, que describe la naturaleza salvaje de la frontera: un paisaje imaginario en el que conviven la estrella de la montaña Franklin, un incendio, una casa sobre una loma y un niño que descansa recostado sobre su espalda. Como en esta pintura, Roacho aborda constantemente temáticas relativas al caos y la violencia. Pero lo hace desde una perspectiva que invita a reflexionar sobre la criminalización que sufren las víctimas de estos hechos. La escena de la explosión del coche bomba del 15 de julio de 2010 en el Centro de la ciudad, una calle acordonada con cinta amarilla, rutas incendiadas y unidades de la Policía Municipal. Sus pinturas incluyen escenas de hechos violentos sin la necesidad de plasmar la sangre o los cuerpos de las víctimas. https://www.youtube.com/watch?v=G5tcDNntEJU “Eso partió por una serie que hice para una exposición que se llamó Prima Facie (Museo de Arte de Ciudad Juárez, 2019) y en sí no son hechos violentos, son los escenarios de los hechos violentos, porque nunca pongo en las pinturas cadáveres ni personas heridas. Esa serie partió como un cuestionamiento a los medios de noticias y a los enunciados que hacían sobre los presuntos responsables o las víctimas y cómo se encargaban de enjuiciar a las personas antes de saber si en realidad eran culpables de haber cometido algún delito”, explica. Las pinturas, inspiradas en fotografías publicadas por los medios de comunicación, están acompañadas de encabezados reales que el pintor leía en las noticias.
Luis Roacho: el retrato de una ciudad caótica
- Autor Favia Lucero
- marzo 21, 0009
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