febrero 4, 2025
Investigaciones

La Rodadora: más de una década fomentando el aprendizaje a través del juego

Desde su inauguración en 2013, La Rodadora se ha convertido en un espacio de encuentro donde las personas pueden convivir y aprender jugando. Una de las metas primordiales del museo es complementar la educación formal y promover el gusto por el aprendizaje; para ello, ha desarrollado el programa ‘Docentes en STEAM’, que capacita a educadores en las áreas de la Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas y Arte.

Por Elizabeth Ramos / YoCiudadano

Ciudad Juárez, Chihuahua. – Educar, divertir y promover la ciencia, la tecnología, el deporte, el arte y la cultura son parte de los objetivos del museo La Rodadora Espacio Interactivo. Desde su inauguración en agosto de 2013 ha enfocado sus esfuerzos en generar orgullo y sentido de pertenencia en quienes habitan Ciudad Juárez.

Ubicado dentro del Parque Central Poniente y con más de 100 exhibiciones que incorporan la tecnología, la ciencia, la naturaleza local, el arte, los valores y el juego, La Rodadora se ha convertido en un espacio de convivencia familiar donde todas las personas pueden convivir y aprender jugando.

Sus inicios datan de 2004, cuando un grupo de ciudadanos y jóvenes empresarios decidieron traer por primera vez a la ciudad al Papalote Museo del Niño, que permaneció por tres meses y rompió récord de asistencia nacional, lo que puso en evidencia la necesidad de espacios de cultura, arte, convivencia y aprendizaje para las familias e infancias de la ciudad.

A partir de ese año se inició con la planeación de lo que sería La Rodadora, mientras se identificaban otras necesidades de las familias de Ciudad Juárez, como la identidad colectiva, el arraigo, espacios de esparcimiento y la reconstrucción del tejido social.

La directora general de La Rodadora, Mónica Félix Zepeda, explica que el museo se gestó durante la época de mayor violencia en Ciudad Juárez, entre 2008 y 2012, un contexto que les llevó a pensar en la necesidad de diversificar el público al que estaría dirigido.

A partir de investigaciones se definió que La Rodadora no debería ser un espacio exclusivo para las infancias sino uno intergeneracional, que permitiera a todas las personas y familias disfrutar, convivir y aprender juntas.

Con el apoyo de Gobierno del Estado, del Patronato del Museo, Gobierno Municipal y del Fondo Mixto CONACYT, en 2010 se hizo la presentación de La Rodadora como un espacio interactivo de vanguardia, “desarrollado con base en las inquietudes, necesidades y expectativas de la comunidad juarense”.

Foto: Elizabeth Ramos.

El segundo museo interactivo más grande del país

En una superficie total de 32 mil 970 metros cuadrados y 12 mil 16 metros cuadrados de construcción, el museo La Rodadora cuenta con más de 100 exhibiciones interactivas de diferentes temas. Entre ellas destacan la Rodateca –que promueve la investigación y la lectura–, un domo de paleontología, un jardín de la ciencia, un minisúper, una sala 3D para aproximadamente 100 personas, una exhibición con enfoque para primeras infancias, talleres, recorridos temáticos y muchas actividades más que lo vuelven único entre los 13 espacios culturales que hay en toda la ciudad.

Una de sus atracciones más impresionantes es la Aventura Rodásica, donde los visitantes se adentran en el mundo de los dinosaurios utilizando la tecnología y la animatrónica a escala real.

El edificio de La Rodadora fue diseñado por el arquitecto Pablo Romero Ramos y cada una de sus exhibiciones fue ideada exclusivamente para este espacio.

Mónica Félix explica que el museo fue diseñado bajo el concepto de la ciudad: el edificio, las exhibiciones, la identidad y los colores involucran de alguna manera los hábitos y las costumbres de la comunidad, el hábitat y la biodiversidad, así como las emociones y pensamientos del 2013, cuando fue inaugurado.

Durante sus 11 años de trabajo, La Rodadora también ha pasado por un proceso de actualización continua. “Hemos trabajado constantemente en todos los avances científicos, en todos los avances tecnológicos, en los descubrimientos naturales e incluso en los movimientos sociales”, detalla su directora.

En lo que respecta al hábitat, en el museo están representados de diversas formas los tres ecosistemas del estado: el desierto, la montaña y los pastizales. También hay exhibiciones que representan el entorno natural de la ciudad, como la cama de clavos que equivale a una representación de la Biznaga, una de las plantas más representativas del desierto chihuahuense.

Además, se ejemplifican los fenómenos naturales como los remolinos y las tormentas; se muestran ejemplares de flora y fauna nativas del estado, y se habla del Río Bravo, del desierto, del agua, y en todas las exhibiciones es posible aprender interactuando y jugando.

Para Mónica Félix ha sido importante incorporar todos los elementos posibles de la ciudad y del estado porque, dice, fortalecen el arraigo:

“Somos una frontera, somos un desierto, pero también somos cuna de una biodiversidad muy importante, también de una diversidad cultural importante y pocas veces arraigada”, señala la directora del museo.

Foto: Elizabeth Ramos

Celebrar la vida

Otra de las características importantes del museo es la identidad, que también está representada por un elemento del entorno natural: la rodadora. Mónica Félix explica que se trata de una planta que no es originaria del desierto ni del estado, sino de la estepa, pero se cree que con el tiempo migró a este entorno.

Félix dice que la idea de incorporar a la rodadora como imagen es por su característica de dar vida. Cuando la planta es joven, es verde y frondosa, pero al madurar se le caen las hojas y se despega de la tierra, lo que provoca que empiece a rodar con el viento.

“Al ir rodando, va depositando semillas. Se cree que deposita alrededor de 25 mil semillas cada vez que rueda, y eso es dar vida, eso es celebrar la vida”, dice la directora del museo.

La variedad de colores y luces que se mezclan para iluminar el museo también buscan celebrar la vida; el propósito es que den una vista atractiva y una cálida bienvenida a quienes visitan las instalaciones.

Para Mónica Félix los colores y la imagen buscan reflejar la generación de nueva vida, “de nuevas emociones, de nuevos pensamientos, incluso de nuevas generaciones, inspiraciones, motivar a los futuros astronautas o paleontólogos”.

Foto: Elizabeth Ramos.

Fortalecer a la educación con el enfoque STEAM

Una de las metas primordiales de La Rodadora es complementar la educación formal y promover el gusto por el aprendizaje. Para lograrlo, ha desarrollado el programa ‘Docentes en STEAM’, que capacita a educadores en las áreas de la Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas y Arte (STEAM, por sus siglas en inglés).

Con actividades prácticas, creativas y lúdicas, las y los maestros exploran nuevas herramientas y estrategias para desarrollar proyectos, temas y experimentos interesantes, que luego implementarán en sus aulas para promover en sus estudiantes el aprendizaje de las áreas STEAM.

La incorporación de este enfoque en la educación surge de una exigencia de la Nueva Escuela Mexicana; a partir de ello, La Rodadora, en colaboración con el Instituto Promotor de la Educación (IPE), detectó las escuelas con mayor índice de desconocimiento en las áreas STEAM, aquellas que con más deserción escolar y que se ubican en zonas complejas, como el poniente y suroriente.

Se estima que de octubre a junio de 2025 ha logrado capacitar a 3 mil 300 docentes con el apoyo del Fondo Unido United Way Chihuahua.

“En La Rodadora les estamos dando las herramientas para que puedan descubrir nuevas formas de enseñar, porque también los estudiantes actuales tienen nuevas formas de aprender. Entonces queremos ser esa herramienta que le permita a la maestra y al maestro mejorar”, comparte la directora del museo.

Además de las capacitaciones a docentes, La Rodadora cuenta con un programa de visitas escolares que ha beneficiado en 11 años a 341 mil 593 estudiantes de todos los grados escolares, quienes visitan, interactúan y aprenden en el museo.

Foto: Elizabeth Ramos.

Alianzas, retos y nuevas aventuras

Desde su creación en 2013, La Rodadora se ha mantenido actualizada, incorporando nuevos contenidos y exhibiciones sobre ciencia y tecnología. Mónica Félix considera que por lo menos son tres grandes retos a los que se enfrentan: el primero, que crean en el trabajo del museo y lo consideren una herramienta útil para el desarrollo educativo; el segundo, el recurso económico; y, el tercero, mantenerse actualizados con los contenidos, los descubrimientos y las tendencias.

Sin embargo, para hacer frente a estos retos, Félix asegura que las alianzas con otras instituciones son un respaldo importante. “Cuando no tienes la posibilidad de actualizar tu equipamiento, tienes la posibilidad de actualizar el contenido”. 

Un ejemplo de ello es la reciente alianza que se hizo con Flo Networks y el museo La Nube en El Paso, Texas, para traer a la Rodadora el portal ‘Cielo Conectado’. Se trata de una tecnología en tiempo real, que permite poder interactuar con personas que están en otra ciudad.

Además, al interactuar con el portal se puede utilizar el sol como pelota de playa y cuando te mueves te conviertes en constelación en la noche o nube en el día.

Foto: Elizabeth Ramos.

Mónica Félix explica que ‘Cielo Conectado’ está en ambos museos, lo que refleja poder unir dos fronteras con la tecnología. Cuenta que han tenido la experiencia de que las familias se encuentren a través de interactuar con el portal, cada familia en su ciudad.

 “Es el resultado de un trabajo colaborativo y, sobre todo, es algo que te permite acercar familias y creemos firmemente que los museos eso son”, concluye.

De acuerdo con la directora de La Rodadora, la herramienta y el enfoque más importante del museo es el juego, a través del cual las personas ponen manos a la obra, aprenden, descubren, conocen e interactúan con el espacio.

“En La Rodadora creemos 100 por ciento en el error, creemos 100 por ciento en la experimentación y sabemos 100 por ciento en el juego”, enfatiza la directora.

En este sentido, parte de la atención del museo es brindar las herramientas de juego a través de la diversidad de exhibiciones sobre la ciencia, la tecnología, la naturaleza, el arte y otras temáticas.

Mónica Félix cree firmemente en el impacto que genera la herramienta del ‘juego’ en quienes visitan el museo, “el poder de recordar un aprendizaje que tuviste a través de una experiencia de juego o experimento”, es la esencia que guarda esta estrategia.

Foto: Elizabeth Ramos