Ciudad Juárez, Chihuahua.— Hace seis meses, la señora Rosa María Ríos-Rey sufrió una caída que la llevó a internarse en el Hospital General Regional 66 del IMSS. Así, denuncia, comenzó una serie de abusos, negligencias y microagresiones que la llevaron hoy al Puente Internacional Zaragoza, donde pretendía coserse los labios e iniciar una huelga de hambre.
Rosa María decidió cancelar la manifestación, pues una funcionara de la Secretaría de Bienestar en Juárez le informó que hoy sería recibida en el área de urgencias del Hospital de Zona 66 del IMSS, donde será atendida por una ortopedista y una neurocirujana.
En una atípica ruda de prensa desde el interior de una ambulancia en las inmediaciones del cruce internacional, Rosa María denunció falta de atención y medicamentos en el área de urgencias del hospital.
Asimismo señaló que en reiteradas ocasiones pretendieron enviarla a su casa sin un diagnóstico, algo que ella rechazó y por lo cual era constantemente recriminada por el personal médico. Asegura además ser víctima de ataques discriminatorios por su peso y haber atestiguado un trato indigno hacía otros pacientes
Dijo que los estudios médicos que ha solventado por su cuenta indican la necesidad una biopsia por cauda equina, una afección de los nervios de la médula espinal. Los resultados de una resonancia magnética de su columna indican “hallazgos compatibles con actividad tumoral a nivel de los cuerpos vertebrales” y “compromiso de cono medular y cauda equina“.
“Se me dejó en total estado de abandono, me lastimaban físicamente, hubo microagresiones, violencia médica y psicológica. Los jefes de piso diciéndome que necesitaban la cama para enfermos graves, que yo podía estar en casa”.
El IMSS publicó un boletín de prensa en el que aseguró que Rosa María ha sido atendida desde el pasado mes de febrero por los departamentos de Traumatología y Ortopedia.
También, que ha recibido atención a través de los servicios de Medicina Interna, Traumatología y Ortopedia, Nutrición y Neurología, y que actualmente “lleva un manejo y control médico en su domicilio, a través del programa institucional denominado Atención Domiciliaria del Enfermo Crónico (ADEC), con dos o tres visitas de especialistas al mes”.
“De acuerdo con la última valoración, en estos momentos se encuentra estable y en control médico, con el seguimiento correspondiente mediante las valoraciones realizadas en su domicilio”, se asegura en el boletín.
Por su parte, Rosa María aseguró que, en caso de que el IMSS no cumpla con su promesa de atenderla adecuadamente, volverá al puente a continuar su manifestación.
“Si no cumplen, me regreso. O me atienden o me muero”, sentenció Rosa María.