Ciudad Juárez, Chihuahua.— El sonido de silbatos es la señal con la que una red de apoyo vecinal en Riberas del Bravo busca mantenerse en alerta para prevenir actos de violencia contra sus mujeres, niñas y niños en su territorio. “Aunque estemos encerradas por la pandemia y traemos este cubrebocas, no nos debemos quedar callas ni guardar silencio cuando veamos hechos de violencia” dice Isabel Aguilera González, vecina e impulsora de la red vecinal de Riberas del Bravo. Esta colonia es uno de los territorios identificados por las autoridades como peligroso, principalmente para las mujeres, por la cantidad de delitos ocurridos, principalmente violencia sexual y familiar, explica Yadira Cortés Castillo, coordinadora de Mujeres en Red, agrupación que organiza las acciones vecinales en esta comunidad donde muchos de sus residentes, principalmente mujeres, se dedican a trabajar en maquiladoras. Cortés Castillo asegura que partir del encierro provocado por pandemia del COVID-19, los niveles de violencia han aumentado intensamente en la ciudad y Riberas del Bravo encabeza la colonia con mayor violencia sexual.
Territorio peligroso
De acuerdo con datos de la Red Mesa de Mujeres, que lleva varios años de trabajo comunitario en este territorio ubicado al poniente de la Juárez, el común denominador que prevalece en Riberas del Bravo es que las personas no conocen a sus vecinos y no tiene arraigo en el sector. De acuerdo con el análisis de la agrupación, esa situación predomina por varias razones: son migrantes que llegaron de otras partes del país o del estado, se desplazaron de otros sectores y se instalan de manera atemporal en casas de renta, tienen largas jornadas laborales, –en su mayoría son trabajadores en maquiladoras– y eso imposibilita la conformación de redes de fortalecimiento vecinal. Pero también, agrega Imelda Marrufo, por el rezago y abandono que padece la colonia prácticamente desde su fundación.