agosto 2, 2025
Comunidades Sociedad

Alva Sánchez: la maestra que construyó una escuela y levantó comunidad

La maestra pasó de construir los muros del CBTis 270, una de las escuelas de educación media superior más grandes de la ciudad, a ser parte activa en la construcción de una comunidad participativa que logró transformar por completo su entorno.

Por Jonathan Álvarez / YoCiudadano

A la maestra Alva Sánchez le tocó construir, literalmente, la primera escuela de educación media superior en la periferia suroriente de Ciudad Juárez: el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTis) 270. Quince años después de esa extenuante tarea, no solo levantó los muros, sino que también ha liderado la construcción de una comunidad.

Desde los cimientos, la maestra se propuso dejar a las juventudes del suroriente un lugar seguro. El contexto de violencia que azotaba a Ciudad Juárez entre 2010 y 2012, tiempo en el que la preparatoria entró en operaciones, así lo exigía.

Alva Sánchez, ingeniera civil de profesión, docente por elección y hoy jefa de Vinculación del CBTis 270, ha convertido a la institución –junto con la comunidad educativa y vecinal– en un referente de construcción de comunidad.

A lo largo de estos años, el plantel ha encabezado una lucha social por el derecho a la ciudad, entendiendo que dignificar el entorno es también garantizar el derecho a la educación.

Evento de colocación de la primera piedra del estadio 8 de Diciembre. Foto: Jonathan Álvarez.

Aunque siempre fue una apasionada por su carrera como ingeniera civil, los horarios demandantes en la obra dificultaban que pudiera dedicar tiempo a su familia, por lo que decidió hacer la transición de la construcción a las aulas del plantel, desempeñándose como docente.

“Cuando se estaba construyendo el CBTis ya había clases, entonces yo estaba trabajando en la obra y me metí a dar clases. Mi primera materia en las aulas fue álgebra, casi todas fueron matemáticas”, recuerda.

Después de un tiempo ejerciendo como docente, la cual califica como una labor muy noble, concursó en una de las convocatorias para las distintas jefaturas del plantel educativo. Su experiencia y ganas de colocar el nombre del CBTis 270 en la opinión pública la llevaron a ser elegida como jefa de Vinculación, puesto en el que está por cumplir cuatro años.

Una de las primeras metas como jefa de Vinculación fue que la comunidad educativa de la escuela fuera escuchada, debido a que en ese entonces tenía muchas carencias de infraestructura pública en el entorno: calles de tierra, grandes lotes baldíos alrededor, inseguridad pública y vial.

“Había muchos retos, me tocaba hacer parte de la difusión exterior de la escuela y dije ‘de mi cuenta corre que el CBTis 270 se escuche’”, dice.

Calle Soneto 156, previo a la pavimentación / Foto: Favia Lucero.

Del lodo a las calles dignas

Alva recuerda que una de las principales luchas por infraestructura pública que lideró el CBTis 270 fue la pavimentación de las dos calles que dan acceso al plantel, la avenida Lote Bravo y la calle Soneto 156.

Esta lucha se prolongó por más de una década a través de la cual la comunidad educativa intentó realizar diversas gestiones sin éxito.

Ya con la maestra Alva a cargo del área de Vinculación, el CBTis 270 abrió sus puertas a asociaciones civiles, entre estas Plan Estratégico de Juárez y su proyecto de participación ciudadana Red de Vecinos de Juárez.

 

La maestra acudió a los talleres de participación ciudadana ofertados por la asociación civil y le dio forma a un proyecto de Presupuesto Participativo que impulsó junto a la directora Norma Alicia Medina Rivas, maestras, maestros, estudiantes, así como vecinas y vecinos de las colonias aledañas del plantel educativo.

“Me dolía mucho el hecho que los estudiantes batallaran para llegar a la escuela: venían con los zapatos llenos de lodo. Yo creí que esto solo era gestión administrativa, pero te das cuenta que necesitas la ayuda de la comunidad, y así fue como se logró”, menciona.

La primera victoria fue la pavimentación de la calle Soneto 156, gestionada a través del Presupuesto Participativo 2022 y posteriormente la pavimentación de la avenida Lote Bravo terminada en febrero de 2023.

Ya con ambas vialidades pavimentadas, la maestra junto a su comunidad educativa también impulsó un proyecto de infraestructura verde en el camellón de la avenida Lote Bravo. Un primer diseño se realizó en diciembre de 2022 y, finalmente, en marzo de 2025 comenzó la construcción física.

Este proyecto contempla zonas arboladas y espacios de descanso, lo que permite que los más de 3 mil 900 alumnos del plantel disfruten de un trayecto más agradable al acudir a la escuela.

La maestra y los estudiantes que lograron un estadio para su comunidad

En septiembre de 2022, el gobierno municipal comenzó a construir una arena de rodeo entre las calles Soneto 156 y Lote Bravo a un costado del CBTis 270. Esto sin consultar a la comunidad vecinal ni escolar.

La obra avanzaba rápidamente pese a la inconformidad de la comunidad vecinal y estudiantil que consideraban que una arena de rodeo no era una prioridad para la zona.

La comunidad del CBTis 270, junto a la maestra Alva, se organizó y protestó ante el Cabildo para manifestar su rechazo a la construcción de la arena de rodeo, argumentando que los recursos públicos debían destinarse a una infraestructura deportiva o cultural.

Inauguran hoy el Estadio 8 de Diciembre, un espacio conquistado por la ciudadanía

La maestra también participó en la sesión de Cabildo del 26 de octubre de 2022, donde visibilizó el sentimiento de la comunidad educativa y las carencias en infraestructura pública.

En respuesta a la presión comunitaria, el Municipio reconvirtió el proyecto a un estadio deportivo que hoy lleva por nombre Estadio 8 de Diciembre.

Esta historia marcó un precedente de participación ciudadana exitosa en el suroriente y demostró que con la organización, la comunidad puede influir en las decisiones públicas y recuperar su derecho a la ciudad.

La maestra dice que nunca tuvo que convencer a sus estudiantes de realizar protestas, al contrario, fueron ellos quienes la convencieron a ella de que era necesario alzar la voz.

“Si hay algo que me gusta mucho de esta generación es que no se quedan callados, ellos luchan por lo que quieren”, dice.

La maestra Alva se considera una persona valiente, aunque reconoce que esa valentía nace también del respaldo de la comunidad escolar y vecinal que la ha acompañado en los últimos años.

Foto: Jonathan Álvarez.

Hoy, la historia de participación ciudadana en la que ella ha formado parte activa se comparte con las nuevas generaciones de estudiantes del CBTis 270, con el propósito de que juntos sigan defendiendo sus derechos.

“Todavía hay mucho que hacer, la comunidad aún necesita muchas cosas. Lo que queremos es que los chicos vean a esta escuela como su segunda casa. Que sea su lugar seguro”, concluye.