mayo 29, 2025
Cultura Sociedad

A través de la música, juventudes del suroriente expresan sus vivencias contra las adicciones y sus riesgos

Desde 2024, se han producido en el taller más de 35 canciones de diferentes géneros, de las cuales 14 ya están disponibles en las plataformas de música de YouTube ySpotify.

Por Elizabeth Ramos / YoCiudadano

Ciudad Juárez, Chihuahua.– Con el fin de prevenir el consumo y abuso de sustancias en adolescentes y jóvenes de 12 a 24 años, la organización civil La Tenda Di Cristo impulsa desde el 2024 el programa Paz con Flow en el suroriente de la ciudad.

El programa es implementado en siete colonias de esta zona: Parajes de Oriente, Carlos Castillo Peraza, Fray García de San Francisco, Parajes del Sur, Carlos Chavira Becerra, Manuel J. Clouthier y Sor Juana Inés de la Cruz.

Uno de los talleres esenciales del proyecto es el de composición musical, en el cual los jóvenes han encontrado un espacio para reflexionar, narrar y expresar sus emociones y sus vivencias a través de letras y canciones.

El productor musical del programa, Aarón Blanco, también conocido como Ablah Les, explica que a través del taller los jóvenes aprenden desde lo más básico de la música digital hasta la grabación de una canción en la cabina.

Además, pueden explorar diferentes géneros como la música urbana, el rap, el hip hop, el trap, así como el rock, los corridos tumbados y hasta las cumbias.

Foto: Elizabeth Ramos.

El primer paso, dice Aarón, es realizar un estudio etnográfico que revisa el contexto sociocultural de los adolescentes y jóvenes que participan en el taller, con el objetivo de identificar gustos musicales, factores de riesgo asociados con el posible consumo de drogas, así como sus dinámicas sociales y familiares.

Durante una semana, los jóvenes aprenden cuestiones técnicas de composición musical, producción de mezclas y masterización, los elementos de una canción, así como el uso de samples, loops y secuencias.

Aarón Blanco explica que una de las etapas importantes del taller es la composición lírica, mediante la cual los jóvenes expresan y escriben la letra de sus canciones.

Para ello, dice, se llevan a cabo una serie de reflexiones que ayuden a los jóvenes a ampliar sus ideas de lo que desean hablar, ya sea sobre sus vivencias, sus retos, sus contextos o sus problemáticas.

“Utilizamos técnicas básicas como las metáforas, las ayudas visuales, cosas de literatura muy básicas que no sean tan densas para que ellos puedan empezar a escribir”, explica Aarón.

 

De acuerdo con Aaron, los facilitadores de Paz con Flow también trabajan con los jóvenes a través de reflexiones sobre las adicciones para que cuenten sus experiencias o compartan cuáles factores de riesgo identifican en sus entornos o en sus familias.

Desde 2024, los jóvenes y adolescentes que han participado en el taller han producido más de 35 canciones de diferentes géneros, de las cuales 14 ya están disponibles en las plataformas de música de YouTube y Spotify.

Canciones como “Ahora” y “Aprendo Amar”, tienen elementos reflexivos y metafóricos sobre la prevención de las adicciones. De acuerdo con Aarón, las perdonas que las escribieron buscaron hablar de cómo es la vida de una alguien que está luchando contra las drogas y de cómo empezar una nueva vida y una recuperación.

“La música es una de las mejores formas de expresar ideas, todos necesitamos decir algo, soltar algo, y a veces no tenemos con quien hablarlo o la manera correcta de decirlo y lo hacemos cantando”, opina Aarón.

Paz con Flow: música y expresión para prevenir las adicciones en el suroriente

 

La música como un espacio seguro para las juventudes

Algo positivo que ha dejado el taller, señala Aaron, es que los jóvenes lo consideran un espacio seguro y cada vez se apropian más de las actividades y se interesan más en la música, incluso se profesionalizan más, ya que hay jóvenes que han creado su propio sello discográfico.

“Nos gustó la idea de que les gustaba más estar aquí, en un espacio seguro, pero también nos mostró la realidad de que muchos de ellos no quieren volver a sus hogares”.

Aarón explica que la mayoría de los jóvenes que llegan al programa vienen de contextos donde se perpetúa la violencia, el abandono familiar, la depresión, la desigualdad social y el consumo de drogas. A esto se suma la estigmatización que hay hacía los jóvenes y la falta de espacios para su desarrollo.

Frente a este panorama, Aarón considera importante seguir impulsando espacios como Paz con Flow, que lo vean como otra opción para las juventudes, por ello extiende la invitación a que más personas con interés de aprender sobre la música se sumen al proyecto que es gratuito.

Foto: Elizabeth Ramos.