noviembre 21, 2024
Investigaciones

Madres cuidadoras de niñas y niños con discapacidad luchan por un modelo de empleo en casa

Madres de niñas y niños con discapacidad enfrentan la falta de oportunidades para acceder a la salud, la vivienda y una pensión mediante un empleo formal, debido a que dedican gran parte de su tiempo a labores de cuidados no remunerados. Por eso, desde 2020 luchan por un modelo de empleabilidad desde casa que les brinde seguridad social. 

Por Jonathan Álvarez / YoCiudadano

Ciudad Juárez, Chihuahua.— Rosa Isela Córdoba se levanta muy temprano todos los días y prepara el desayuno para sus dos hijos con discapacidad, los lleva a la escuela y se pone a vender artículos de segunda mano en la colonia Parajes del Sur, en el suroriente de la ciudad. El autoempleo es su única opción para generar ingresos, pues sus labores diarias le impiden el acceso a un trabajo formal y, por lo tanto, a prestaciones sociales.

A mediodía, su hija, que nació con epilepsia congénita, la acompaña en el puesto después de sus clases de preescolar. Tras una larga jornada, la jefa de familia saca 200 pesos de la venta.

El mayor reto económico para Rosa Isela es conseguir medicamentos para la epilepsia, pues debe contar con una reserva para emergencias. Calcula que su gasto mensual para ello es de 2 mil pesos, pero puede ascender a 8 mil contando alimentos y otros medicamentos más baratos, asegura.

Rosa Isela pertenece a un grupo de madres de niñas y niños con discapacidad que comenzó a formarse en el suroriente, llamado Cachitos de Amor. Al grupo se han sumado más de 600 madres de otras zonas de Juárez, e incluso de otras ciudades.

Las madres tienen una necesidad en común: acceder a un modelo de empleo formal adaptado en casa y contar con seguridad social (salario, salud, vivienda y pensión).

Como muchas mujeres que se dedican a labores de cuidados, para las madres de niñas y niños con discapacidad es prácticamente imposible acceder a seguridad social, un fondo de pensiones y de vivienda para tener una calidad de vida óptima.

El grupo comenzó a impulsar una iniciativa de empleos adaptados en casa desde el año 2020, en el momento más álgido de la pandemia de Covid-19, y en el que se registraron los mayores picos de contagios y fallecimientos.

Diana Chávez, una de las madres fundadoras de Cachitos de Amor, dice que durante ese año murieron varias niñas, niños y madres a causa del virus. Estos hechos les llevaron a reconocer la vulnerabilidad en la que todavía se encuentran.

Desde hace cuatro años, integrantes del grupo han llevado su propuesta a políticos y funcionarios, entre ellos el presidente municipal, la gobernadora de Chihuahua y diputados estatales. Además, en el marco de las elecciones de este año, llevaron su propuesta a dos de las tres candidaturas a la presidencia de México: Claudia Sheinbaum (coalición Morena, PT, PVEM) y Xóchilt Gálvez (coalición PAN, PRI y PRD).

Incansablemente, buscan poner el tema en la agenda pública para materializar su propuesta de empleos adaptados en casa.

En septiembre del año pasado, la fracción de Morena en el Congreso de Chihuahua propuso reformar la Ley para la Inclusión y Desarrollo de las Personas con Discapacidad.

Con esta iniciativa se buscaba ampliar la cobertura de derechos a la salud de los familiares de las personas con discapacidad, así como dedicar el Fondo Especial para la Atención de Personas con Discapacidad a emprendimientos de personas con discapacidad y sus familiares. Sin embargo, la reforma no atiende de fondo la problemática a la que se enfrentan las madres, considera Idaly Cárdenas, integrante del grupo.

Mientras no se creen políticas públicas que les den la certeza de un empleo formal remunerado y que a la vez les permita realizar sus labores de cuidados, las madres y cuidadoras en general llevarán consigo efectos sociales, emocionales y económicos, aseguran las integrantes de Cachitos de Amor.

Trabajo de cuidados dificulta acceso a seguridad social

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el “trabajo de cuidados” incluye actividades de cuidado directo, como cocinar, alimentar, limpiar o atender a una persona enferma.

A nivel mundial, el 76 por ciento de los trabajos de cuidados no remunerados lo hacen las mujeres. Eso representa un obstáculo para que puedan conseguir un empleo formal.

Según el organismo internacional, las mujeres tienen más probabilidades de trabajar por cuenta propia, como es el caso de Rosa Isela, que se dedica a la venta de artículos de segunda mano. Eso las imposibilita a cotizar en el régimen de seguridad social, indica la OIT.

Las madres de Cachitos de Amor dicen que las consecuencias de no acceder al trabajo formal vienen “en cascada”. Al no tener prestaciones, no tienen seguro médico y no pueden acceder a la pensión o abonar a sus fondos para el retiro, ni tienen acceso a vivienda de interés social.

Rosa Isela dice que solo una de cada ocho madres en el grupo tienen casa propia. El resto debe de rentar o vivir con algún familiar.

“Para nosotras es muy importante tener un trabajo en casa, para tener seguro, y eso me ayudaría a tener una pensión más tarde. Tampoco tengo Infonavit y eso hace que se complique todo al tener opciones de trabajo muy limitadas”, explica Rosa.

Foto: Jonathan Álvarez
La magnitud de la problemática 

De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el estado de Chihuahua hay 167 mil 788 personas con alguna discapacidad. Eso significa que tienen mucha dificultad o no pueden ver, oír, caminar, recordar, concentrarse, bañarse, comer, hablar o comunicarse.

Tan solo en el municipio de Juárez, las personas con discapacidad son 64 mil 229. La zona periurbana de Juárez tiene una población de 430 mil personas, de las cuales el 3.7 por ciento tiene alguna discapacidad.

Esto significa que en la periferia hay aproximadamente 16 mil personas con discapacidad, de acuerdo con las maestras Judith Carrillo y Denisse Ortega, integrantes de la asociación civil Plan Estratégico de Juárez (PEJ).

Idaly Cárdenas dice que la presencia de discapacidad en la zona del suroriente de la ciudad se ha incrementado en los últimos años, sin embargo, en el caso del grupo de Cachitos de Amor, sus integrantes dicen sentirse invisibilizadas, pues ningún gobierno ha retomado su propuesta de empleos adaptados en casa.

“El gobierno nos mira como un estorbo porque piensa que no les vamos a producir, que nuestros hijos no van a producir. No les vamos a pedir, queremos trabajar y queremos generar nuestro ingreso. Tener un empleo nos ayuda a sentirnos útiles en la sociedad”, dice.

 

Una reforma legislativa incompleta 

En septiembre de 2023, la diputada Magdalena Rentería Pérez (Morena) presentó una iniciativa de reforma a la Ley para la Inclusión y Desarrollo de las Personas con Discapacidad, con la que buscaba ampliar la cobertura de derechos, principalmente de salud, a los familiares de personas con discapacidad.

Idaly Cárdenas considera que la reforma planteada no les brinda la seguridad social por la que han luchado, pues no contempla modelos de empleabilidad formal. La iniciativa fue turnada a las comisiones conjuntas de Derechos Humanos y Desarrollo Social, y desde entonces está estancada.

La diputada Magdalena Rentería, quien busca la reelección de la diputación por el Distrito 09, dijo en entrevista que en las comisiones conjuntas se decidió someter a consulta pública la reforma que planteó en septiembre del año pasado.

Ese mismo mes, la diputada visitó a las madres de Cachitos de Amor en un domicilio de la colonia Olivia Espinoza y les aseguró que las tomaría en cuenta en mesas de trabajo que se organizarían para analizar la reforma a la ley. Sin embargo, esto nunca pasó.

La diputada aseguró que el motivo por el que la reforma estará siendo sometida a consulta es debido a que se necesita hacer un análisis del presupuesto que el gobierno del estado deberá invertir si ésta se lleva a cabo.

Aunque aún no se ha fijado una fecha para la consulta pública, la diputada afirmó que se convocará a las madres de Cachitos de Amor a participar en mesas técnicas de trabajo una vez concluida.

“No creo que la reforma sea rechazada (en consulta pública), y en caso de que así fuera se volvería a presentar la iniciativa”, aseguró Magdalena Rentería.

Según la diputada, el tema del modelo de empleos adaptados en casa podría analizarse en las mesas de trabajo.

Foto: Jonathan Álvarez
La solución se perfila desde la ciudadanía 

Durante el mes de mayo de este año, el grupo de Cachitos de Amor y Red de Vecinos de Juárez, un proyecto de la asociación civil Plan Estratégico de Juárez, han comenzado a trabajar en propuestas de un modelo de empleabilidad adaptado en casa.

Denisse Ortega Leal, integrante de la asociación civil, dijo que se trabajará en la propuesta desde tres trincheras:

La primera, a través del gobierno local y la iniciativa privada, para plantear la propuesta y los beneficios que traería tanto a las madres cuidadoras como al empresariado.

El segundo frente será dialogar con las diputaciones para que se siga legislando en materia de cobertura de seguridad social y modelos de empleabilidad para las cuidadoras de personas con discapacidad. Para ello, el grupo de madres realizó una agenda comunitaria que presentará ante tomadores de decisiones y candidatos a puestos de elección popular.

Además, se trabajará en una iniciativa ciudadana de reforma a la normativa estatal, con el propósito de que se garantice un modelo de empleo para las madres cuidadoras.

Las madres del grupo dicen que es necesario que se les tome en cuenta a ellas y a sus hijos, pues consideran que hacen falta políticas públicas que atiendan a las necesidades tanto de las cuidadoras como de las niñas y niños con discapacidad.

Foto: Jonathan Álvarez