La administración municipal invirtió 863 millones de pesos en contrataciones de obra pública, siendo ésta la prioridad para el gobierno que actualmente administra Javier González Mocken.
Además del presupuesto designado a obras públicas y las contrataciones realizadas por medio de licitaciones y adjudicaciones directas, el Gobierno Municipal ha invertido en el Plan de Movilidad Urbana (PMU), que tiene un costo de más de 2 mil millones de pesos.
Esta deuda adquirida desde la administración anterior, será liquidada dentro de 20 años, con una suma de intereses que alcanza los 5 mil millones de pesos.
A pesar de la inversión millonaria, la satisfacción de la ciudadanía en cuanto a la calidad de las calles, pavimentación, disponibilidad de áreas verdes y espacios públicos es reprobatoria, pues de acuerdo con datos del sistema de indicadores ‘Así Estamos Juárez’ (AEJ) la calificación promedio de satisfacción para el periodo 2013-2015 es de 5.9.
En el periodo de 2005 a 2015 la población del municipio de Juárez aumentó 6%, mientras que la mancha urbana lo hizo en un 61.5%, lo que significa que incrementó 10.4 veces más que la población.
El desorden territorial incrementa el gasto en infraestructura y equipamiento urbano. Por ese motivo, más de 850 millones de pesos invertidos en 3 años, más la adquisición de una deuda de más de 5 mil millones por 20 años, no alcanzan para satisfacer las necesidades de la ciudadanía, pues mientras se reúnen más recursos para obras públicas, éstos se diluyen en más kilómetros cuadrados por atender, creando nuevos focos de rezago y mayores problemas de administración de la infraestructura.
Como resultado, la pavimentación y el equipamiento urbano se encuentra muy por debajo de las expectativas de los ciudadanos.
Debido a la dispersión de la mancha urbana, la prioridad de Obras Públicas ha sido pavimentar y dar mantenimiento a la pavimentación, dejando de lado infraestructura necesaria para mejorar la calidad de vida.
Por ejemplo, datos de AEJ muestran que 8 de cada 10 juarenses no tiene una biblioteca en su entorno y que 77.7% de la población reconoce que no existen espacios para personas con discapacidad, mientras que la movilidad para peatones es vista como un espacio abandonado, pues sólo el 22.6% de la ciudadanía considera que las banquetas están en buenas condiciones.
Estos datos, muestran una parálisis en el desarrollo de la infraestructura de la ciudad, producto de una política territorial que, durante más de una década, ha ignorado las necesidades públicas y ha enfocado sus esfuerzos en intereses particulares.
Actualmente, la infraestructura de Juárez se encuentra al borde del colapso, pues a pesar de que la inversión está concentrada en las calles de la ciudad, éstas siguen siendo reprobadas por la población de la ciudad.
Los retos que tiene enfrente la ciudad en materia de obras públicas son muy grandes, pues la próxima administración tendrá que enfrentar una ciudad que ha sido devastada por la corrupción.
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Silvia Apodaca es Licenciada en Educación. Actualmente colabora para RegidorMX Juárez como analista de Contraloría Social, especializada en el análisis de Compras Públicas Municipales y Ramo 33.
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