julio 5, 2024

Combate a las adicciones en Riberas del Bravo: una inversión millonaria con cero rehabilitados

Como parte de una de las acciones de la estrategia federal "Todos Somos Juárez", hace cinco años que se construyó el Centro de Formación Integral para la Prevención y Atención a las Adicciones, ubicado en Riberas del Bravo, sin embargo, el recinto que requirió una inversión millonaria se mantiene como un "elefante blanco".

En el marco de la lucha contra el narcotráfico en Ciudad Juárez, el ex presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa en 2010 promovió una iniciativa, que hasta hoy, es cuestionada por diversos actores de la sociedad: ‘Todos Somos Juárez’, como respuesta al círculo vicioso de violencia que en ese entonces imperaba en la ciudad.

La estrategia comprendía fortalecer seis áreas de política pública: seguridad, economía, empleo, salud, educación, cultura y deporte, y desarrollo social. En el área de salud, destacaban acciones para la prevención y atención de adicciones, así como fortalecer la seguridad de los centros de tratamiento de adicciones.

Es así, como hace más de un año se inauguró el Centro de Formación Integral para la Prevención y Atención a las Adicciones (CEFIPAA), por el ex gobernador de Chihuahua y ahora prófugo de la justicia, César Horacio Duarte Jáquez; el Secretario de Salud, José Narro Robles y el Presidente Municipal en turno, Enrique Serrano Escobar. No obstante, con la opacidad en las operaciones de la anterior administración estatal en Chihuahua y la falta de transparencia de la actual administración precedida por Javier Corral Jurado, el centro que presumía ser único en Latinoamérica, continúa sin operar. 

El inmueble está ubicado en el fraccionamiento Riberas del Bravo (zona vulnerable), sobre la calle Rivera de Agua Blanca y Rivera de Estocolmo. Fue edificado en un terreno baldío utilizado como tiradero clandestino, a unos metros del Río Bravo y a un costado del canal de aguas negras que rodea el fraccionamiento.

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Un fracaso de la política “Todos Somos Juárez”

El CEFIPPA, originalmente llamado Centro de Atención a Niños con Adicciones (CANA,) fue parte de los compromisos establecidos en la estrategia Todos Somos Juárez, Reconstruyendo la ciudad, que comenzó en 2010 y terminó en 2012 con el fin del sexenio panista.

El informe de los primeros 100 días de ejecución de la estrategia, reflejaba que la mayoría de los compromisos habían sido concluidos con satisfacción. El segundo rubro con más presupuesto destinado fue el de salud con 700 millones de pesos (sólo después de seguridad). En total, para ese año, se invirtieron más de 3 mil 300 millones de pesos por parte del gobierno federal para Ciudad Juárez, hasta entonces, una cifra sin precedentes para un programa de tal naturaleza, según su coordinador, Abelardo Escobar Prieto.

La estrategia Todos Somos Juárez comenzó en 2010, pero fue hasta 2012 cuando comenzó la construcción del CEFIPPA durante la segunda administración de Héctor Murguía Lardizabal.

En el segundo informe de gobierno de Murguía Lardizabal, se menciona la construcción del CANA, el cual proyectaba atender a 150 niños y adolescentes de entre 7 y 17 años, a través de un programa de intervención intensivo de nueve meses que garantizaba la rehabilitación de los pacientes. Dicho programa consistía en cubrir tres aspectos: rehabilitación física, terapia ocupacional y educación.

Se afirmaba que sólo se requerirían menos de 20 millones de pesos para su construcción, aunque la inversión total fue mayor.

Fue el 6 de marzo de 2015, en la Sesión Ordinaria 52, cuando el Cabildo aprobó la desincorporación y enajenación del CANA, con una superficie de 18, 177.886 metros cuadrados, así con el edificio con una superficie de 2, 942. 373 metros cuadrados. El CANA fue entregado gratuitamente a Servicios de Salud de Chihuahua.

La obra que entregó el gobierno federal (a través de Todos Somos Juárez) al gobierno municipal, se les salió de las manos y la cedieron a la administración estatal.

Se pasan la “bolita”, Municipio y Secretaría de Salud no se ponen de acuerdo

Según un documento de licitación pública emitido por la Dirección General de Obras Públicas de Ciudad Juárez, en 2012, la empresa Constructora Anglo S.A. de C.V. obtuvo el contrato con número OP-014-2012 para la construcción del CANA por un monto de 22 millones 159 mil 469 pesos, para ejercerse de mayo a septiembre de ese año.

Sin embargo, la Unidad de Transparencia de la Secretaria de Salud de Chihuahua, proporcionó el nombre de Constructora del Cobre y Construcciones BCH como las encargadas de la construcción del centro, sin especificar los detalles del contrato, argumentando que no estaban disponibles y que se habían otorgado durante la administración de César Duarte.

El contrato de construcción del centro estaba perdido, y ni el Municipio de Juárez ni la Secretaría de Salud se lograban poner de acuerdo. Wendy Ortega Porras, coordinadora de la Unidad de Transparencia de la Secretaria de Salud dijo que todos los documentos habían sido administrados por la Unidad de Transparencia Juárez. Incluso, la misma Secretaría de Salud había solicitado los documentos para poner al corriente la administración del centro.

Por su parte la coordinadora de la Comisión Estatal de Atención a las Adicciones, Adriana Bouchot Beltrán, mencionó contar con la documentación del centro, puesto que se espera que sea reinaugurado en los próximos meses; sin embargo, no se mostró accesible para proporcionar la información. Se mandó un oficio a la Dirección de la Comisión Estatal de Atención a las Adicciones con el propósito de conocer las condiciones en que la administración estatal había encontrado el recinto y las anomalías detectadas en la infraestructura, no obstante, a un mes, no se respondió cabalmente la solicitud. Únicamente se obtuvo el contrato de construcción vía INFOMEX.

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Las inversiones

Los 20 millones de pesos propuestos por la administración de Murguía Lardizabal, sólo fueron la punta de lanza de la inversión millonaria que los tres niveles de gobierno han destinado al CEFIPPA, y que hasta ahora no ha funcionado.

La Dirección de Obras Públicas de Juárez, otorgó el contrato a la Constructora Anglo por un monto de 22 millones 159 mil 469 pesos para realizar la obra bajo las propuestas realizadas en el concurso de licitación. Esos 22 millones provenían del Fondo de Aportaciones a la Seguridad Pública en Ciudad Juárez 2011. 

Por su parte, la Unidad de Transparencia de la Secretaría de Salud, informó que el CEFIPPA tuvo una inversión de 35 millones 700 mil pesos. Para la construcción del centro se destinaron 25 millones de pesos provenientes del Gobierno Federal. Entre los datos proporcionados por ambas instituciones, existe una diferencia de casi tres millones de pesos.

De acuerdo con la Secretaría de Salud, el equipamiento del CEFIPPA, costó 6 millones 700 mil pesos, los cuales corrieron a cargo del Programa Nacional para la Prevención del Delito (PRONAPRED) y del convenio CRESCA.

Estos programas tienen su origen en enero de 2012 cuando se publicó la Ley General para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia. Durante el periodo 2013-2016, el gobierno destinó más de 10 mil millones de pesos a través de estos programas. Para el CEFIPPA, PRONAPRED aportó un millón 700 mil pesos.

El convenio CRESCA es un acuerdo que se firma entre el gobierno federal y estatal para la transferencia de recursos, los cuales se usarán específicamente para generar acciones para la prevención y atención de las adicciones. En ese convenio intervino Pedro Genaro Hernández Flores, ex Secretario de Salud del Estado de Chihuahua, acusado de enriquecerse ilícitamente con el desvío de recursos del Seguro Popular. Para el CEFIPPA, CRESCA aportó 5 millones de pesos.

En 2015, la Dirección de Desarrollo Social, informó que el presupuesto original del PRONAPRED era de casi 6 millones de pesos, de los cuales sólo un millón setecientos mil se utilizaron para adquirir materiales de oficina, así como utensilios de cocina, colchas y literas, mientras que el resto del dinero se perdió, de acuerdo con una nota del El Diario publicada el 05 de mayo de 2015.

De acuerdo con Magdalena Ramos, administradora del CEFIPPA, actualmente se está haciendo un inventario del equipo que tiene el inmueble, sin embargo, mencionó no estar facultada para dar entrevistas al respecto.

 

CEFIPAA: un “elefante blanco” más en las calles de Riberas del Bravo

El CANA fue edificado en una de las zonas más conflictivas de Ciudad Juárez: Riberas del Bravo. Esta zona se caracteriza por la precariedad en su infraestructura reflejada en el hacinamiento de 13 mil casas de interés social, muchas de ellas abandonadas durante la época más fuerte de violencia. El canal de aguas negras que rodea el fraccionamiento y después lo parte en dos, es un foco de infección para los habitantes del sector. Su ubicación al nororiente de la ciudad dificulta el acceso a los servicios básicos.

De acuerdo con la ex regidora y actual Coordinadora del Centro de Justicia para las Mujeres, Evangelina Mercado Aguirre, la construcción del CANA fue “un capricho” del exgobernador César Duarte, a pesar de que el lugar no era el adecuado, ni el diseño del edificio fue hecho para mantener seguras las personas que se atenderían ahí.

En su trabajo como Coordinadora de la Comisión de Salud Pública, Mercado Aguirre estuvo al tanto de la administración del CEFIPAA y pudo constatar las deficiencias en la operación del Centro.

En una minuta de reunión de la Comisión de Salud Pública, se menciona que se construyó una alberca en el patio del inmueble, pero fue tapada por considerarse peligrosa. Se derribaron dormitorios individuales y se optó por un espacio abierto.

La coordinadora de la Comisión Estatal de Atención a las Adicciones reveló que la infraestructura del centro no es óptima de acuerdo con las normatividades, por ejemplo, las bardas que circundan el centro no tienen la altura adecuada y el centro no debería de ser de dos plantas.

Millones invertidos, cero pacientes atendidos

Rosa vive en la etapa dos de Riberas del Bravo. Trabaja en una maquiladora en el primer turno. Por las tardes atiende a su hija menor y a su pareja quien es conductor de un camión de transporte de personal. Rosa tiene otro hijo: Luis, quien empezó a consumir marihuana a los 15 años.
“Ellos tienen un comportamiento agresivo, se van alejando de la familia, el aspecto de ellos cambia muchísimo”, añadió Rosa. Además, dijo que su hijo se juntaba con otros adolescentes, de los cuales sospechaba que utilizaban drogas.

Ante esta situación, Rosa decidió buscar ayuda. Recordó que en Riberas del Bravo está edificado el CEFIPAA. La primera vez que fue, se dio cuenta que “efectivamente, el Centro estaba cerrado”. Un guardia le dijo que las personas que atendían sólo se encontraban hasta las tres de la tarde. “Están ahí las psicólogas solamente. Va uno por informes, echar la plática ahí si se puede, verdad. Pero una atención que haya, pues no, no la hay. Para lo que realmente es el Centro, no hay”. Rosa tuvo que llevar a su hijo a otro centro de rehabilitación, a más de 20 kilómetros de distancia de su casa.

Hace unas semanas su hijo terminó con el tratamiento de tres meses. “Hasta ahorita, gracias a Dios, las cosas han mejorado mucho”, aunque Rosa reconoce que, si no ponen atención en el comportamiento de su hijo, y si él “no le echa ganas”, puede caer de nuevo.

Rosa dijo que el CEFIPAA sería de gran ayuda para la comunidad, debido a que el problema de las adicciones está muy presente en su entorno. “Si podemos hacer algo como comunidad, hay que echarle las ganas para que eso funcione, porque realmente sí se necesita aquí”, finalizó Rosa.

De acuerdo con las estadísticas del Centro de Integración Juvenil (CIJ), la mariguana es la sustancia mayormente consumida, incluso por encima de sustancias como el tabaco y el alcohol. Durante el primer semestre de 2016, la asociación civil reportó que la prevalencia de consumo de mariguana fue de 86 por ciento, le siguen el tabaco y el alcohol con 84.5 y 79.7 por ciento respectivamente.

Desde 2008, el consumo de mariguana se incrementó más de seis puntos porcentuales en 2016. A partir de 2013, esta droga se ha mantenido como la sustancia más consumida entre pacientes de primer ingreso a tratamiento en el estado de Chihuahua.

En Chihuahua el consumo de sustancias ilegales está por encima de la media nacional pues, según el reporte, la prevalencia del consumo de cocaína supera por 10.3 puntos porcentuales a la media nacional; mientras que la metanfetamina supera el promedio por cuatro puntos y el consumo de la heroína en Chihuahua es 15.2 puntos porcentuales mayor que la media nacional.

 

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Ciudad Juárez está carente de espacios integrales para la atención de personas con adicciones, pues a pesar de que existen diversos centros de atención y organizaciones civiles que ofrecen apoyo a las personas con adicción, muchos de estos lugares no cuentan con personal especializado, afirmó la directora local de la asociación civil Centro de Integración Juvenil (CIJ), Rosario Caraveo Villalobos.

De acuerdo con la directora del CIJ especializado en la atención de personas con adicciones, únicamente el Centro de Integración Juvenil y la organización civil Ave Fénix, cuentan con personal especializado en adicciones.

Caraveo Villalobos junto con la Comisión de Salud Pública de la administración municipal anterior, realizó un recorrido a las instalaciones del CEFIPAA, en donde observó que las instalaciones se caracterizaban de cualquier otro centro de atención a las adicciones, “en su infraestructura está bien hecho”. Sin embargo, la coordinadora de la Comisión Estatal de Atención a las Adicciones comentó que la infraestructura del centro no era adecuada para atender a las personas con adicción, puesto que no era ideal que el recinto fuera de dos pisos y que las bardas fueran tan bajas.

La directora local del CIJ, opinó que una de las causas por las que el CEFIPAA se mantiene inoperante es porque se requiere de una gran inversión para mantener en funcionamiento el centro, así como la necesidad de médicos y psicólogos especializados en atender a niños y adolescentes con adicciones, “si no cuentan con el recurso económico y humano, de qué manera te vas a hacer responsable de un espacio y de una población con una adicción”, cuestionó

Adriana Bouchot, coordinadora de la Comisión Estatal de Atención a las Adicciones, informó que se planea presentar una ley en salud mental y adicciones ante el Congreso del Estado en septiembre, en donde además se aprovechará también para presentar el proyecto, nuevamente, del CEFIPAA que les permita acceder a un presupuesto para reinaugurarlo. Añadió que se proyecta un gasto de 10 millones de pesos anuales para el mantenimiento del lugar; por lo pronto, la población de personas usuarias de drogas que decidan rehabilitarse están carecen de la atención de este centro. 

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