marzo 16, 2025
Sociedad

Yo Soy Rediseño Social: un espacio de esperanza para las juventudes en riesgo

El programa Yo Soy Rediseño Social, de La Tenda Di Cristo, brinda oportunidades de reinserción social, laboral y educativa a jóvenes y adolescentes en contacto con la ley.

Por Elizabeth Ramos / YoCiudadano

Ciudad Juárez, Chihuahua.— Omar tiene 18 años, vive en el suroriente de Ciudad Juárez y lleva ocho meses asistiendo a las actividades del programa Yo Soy Rediseño Social de la organización civil La Tenda Di Cristo.

Dice que sus talleres favoritos son los de barbería, boxeo y grafiti, aunque participa en todas las actividades que puede para mantenerse ocupado, mientras asiste a clases para concluir sus estudios de secundaria.

El consumo de drogas duras a temprana edad le hizo perder peso, lo deterioró física y cognitivamente, e incluso le llevó a tener conductas violentas contra su familia, algo que lo ha puesto en contacto con la ley por una denuncia.

Mientras escribe la letra de una canción de rap como parte del taller de Crecimiento y Desarrollo Humano, Omar recuerda cómo han cambiado su cuerpo y su mente en los últimos meses. En comparación con el de antes, sería irreconocible, dice.

“Antes estaba muy flaco y duraba días sin dormir. Me la pasaba encerrado en el cuarto viendo la tele, no salía ni al patio”, relata.

Desde el año pasado, Omar está bajo una suspensión condicional de su proceso legal, es decir, se detuvo su juicio mientras cumple con una serie de condiciones que le impuso un juez de control, comenta la abogada Madell Esqueda, encargada del área jurídica de La Tenda Di Cristo.

“Omar fue derivado de una denuncia por violencia familiar, y es posible que se haya desencadenado por el consumo de sustancias durante tanto tiempo”, explica la abogada.

Entre las condiciones que le impuso el juez está iniciar un tratamiento contra las adicciones y tomar terapia psicológica, así como asistir a talleres de derechos humanos y de habilidades para el trabajo, las cuales está cumpliendo con el programa Yo Soy Rediseño Social desde junio de 2024.

Foto: Elizabeth Ramos
Nueve años como referente de reinserción social para las juventudes

El programa Yo Soy Rediseño Social surgió en 2016 con la intención de brindar atención psicosocial integral a adolescentes y jóvenes de 12 a 29 años en contacto con la ley.

Alejandro Sapién, coordinador del programa, explica que su objetivo es ofrecer a los jóvenes las herramientas para crear un plan de vida que abone a la restitución de sus derechos, a la reinserción social y laboral, y a evitar la reincidencia en el contacto con la ley.

El modelo surgió ante la necesidad de atender a una gran cantidad de jóvenes que fueron liberados del tutelar de menores, hoy conocido como Centro de Reinserción Social para Adolescentes Infractores (Cersai), tras la promulgación de la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes en 2016, explica Sapién.

Relata que en aquel momento no hubo una planeación efectiva por parte del Estado para hacer frente a los cambios y atender a las juventudes con programas sociales. Ante este complejo panorama, organizaciones como La Tenda Di Cristo hicieron frente a la situación.

Al inicio, el programa piloto financiado por el Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad Ciudadana (Ficosec) logró captar a 55 jóvenes para ofrecerles desde atención psicológica y apoyo familiar hasta capacitación en algunos oficios, como carpintería e hidroponia.

Actualmente, el modelo brinda apoyo jurídico, psicológico, social, familiar, educativo, psiquiátrico y de vinculación laboral a jóvenes y adolescentes que cumplen una medida cautelar de externamiento, y para aquellos que están bajo una medida de internamiento en el Cersai.

“Nosotros también entramos al Cersai a fortalecer lo que ya se hace y a dar atención psiquiátrica, y una vez que liberan a algunos jóvenes que viven en el suroriente, se les ofrece continuidad”, agrega Alejandro.

Hasta la fecha han trabajado con más de 700 jóvenes canalizados del Cersai, con una efectividad del 80 por ciento de reinserción social y alrededor del 20 por ciento de reincidencia.

Foto: Elizabeth Ramos

El coordinador del programa explica que la atención está orientada a diferentes perfiles de jóvenes y adolescentes, dependiendo del delito, de sus necesidades y de las condiciones dictaminadas por los jueces.

Los diferentes perfiles contemplan a aquellos jóvenes con procesos por violencia familiar, abuso sexual, delitos contra la salud, robo simple, hasta delitos de más alcance como violación agravada, secuestro, homicidio y robo de vehículo con violencia.

Entre los servicios que ofrecen hay una serie de capacitaciones de habilidades para el trabajo, como panadería, cocina y barbería, y talleres de derechos humanos, género y desarrollo humano. Los jóvenes también pueden retomar sus estudios de educación básica y participar en actividades lúdicas, deportivas, culturales y artísticas, como el taller de graffiti, música y visitas al teatro.

De acuerdo con Alejandro Sapién, cada uno de los jóvenes lleva un proceso de terapia psicológica individual y participa en las actividades de acuerdo con sus necesidades y contexto. Además, en caso de ser requerido, pueden ser canalizados a centros de tratamiento contra las adicciones.

A partir de que Omar entró al programa, los cambios en él han sido significativos. Su consumo de drogas se redujo casi a cero y la terapia psicológica le ha ayudado a sanar el daño cognitivo. Su actitud es diferente, dice la abogada Madell Esqueda.

De acuerdo con la abogada, un componente importante para que los jóvenes avancen en su reinserción es que logren deshabituarse de su entorno. “Los casos exitosos que tenemos son los que logran encontrar otro lugar en dónde estar, que sea diferente al entorno donde viven”, explica.

Hoy el entorno de Omar es diferente. Dice que cuando termine su proceso, lo primero que hará será buscar trabajo y estudiar la preparatoria. Mientras tanto, cuenta, ya tiene muchos amigos con quienes comparte vivencias similares, que lo han ayudado a generar dinámicas más sanas, y mejoró la convivencia con su madre, quien también acude a los talleres en La Tenda.

Foto: Elizabeth Ramos
Juventudes enfrentan ausencia de derechos en un ‘sur extremo’

Omar vive en una de las colonias del suroriente con mayor índice de violencia y rezago social, donde las oportunidades para los jóvenes y adolescentes son casi nulas y el acceso a sustancias está a la vuelta de la esquina.

Alejandro Sapién opina que los jóvenes que viven en esta zona se enfrentan a las condiciones de un “sur extremo” que carece de infraestructura y servicios básicos, como transporte, escuelas y espacios de recreación.

“Son jóvenes que la mayoría, el 99 por ciento, viene de situaciones de rezago social, de zonas con una violencia estructural avasalladora”, explica.

Además, advierte que han identificado una alta tasa de abandono escolar y de consumo de sustancias psicoactivas, de ausencia familiar y, de forma cada vez más común, de reclutamiento forzado por el crimen organizado.

Foto: Elizabeth Ramos

El panorama es más complejo para los jóvenes y adolescentes que egresan del Cersai, dice Alejandro, porque se enfrentan a una “ausencia de derechos”, de educación, de empleo, de vivienda y de participación política.

A esto se suma el estigma social por haber cometido un delito y, a menudo, el nulo soporte de redes de apoyo familiar, dice Sapién.

Desde 2018, La Tenda Di Cristo trabaja en la Comisión de Reinserción Social de Juárez, en la que participan actores como la Fiscalía General del Estado, el Poder Judicial, fideicomisos, dependencias y organizaciones civiles, que dialogan para impulsar acciones en torno al tema.

Pese a este esfuerzo, Alejandro expone que los gobiernos siguen sin impulsar políticas públicas efectivas ni etiquetar recursos suficientes para la reinserción social de las juventudes en contacto con la ley.

En este sentido, considera que el principal reto que enfrentan es el acceso a recursos suficientes y a posicionar el tema en la agenda política de las personas tomadoras de decisiones. Afortunadamente, menciona, instituciones de segundo piso, como Ficosec, FECHAC y organismos internacionales, apoyan a los programas como Yo Soy Rediseño Social.