octubre 3, 2025
Sociedad

Yo Soy Mujer Empoderada: un oasis de esperanza para las mujeres en contacto con la ley

El programa Yo Soy Mujer Empoderada, de la Tenda Di Cristo, es un proyecto pionero en la ciudad que busca la reinserción social y laboral de mujeres que están privadas de su libertad o que están en una suspensión condicional del proceso. A través de talleres de emprendimiento como joyería artesanal, uñas acrílicas y pintura impulsan su empoderamiento.

Por Elizabeth Ramos / YoCiudadano

Ciudad Juárez, Chihuahua.– Amelita es una mujer adulta que pronto cumplirá 60 años. Tiene tres hijas y dos nietos que ya no viven con ella. Sentada bajo una sombra y con sus manos entrelazadas, se prepara para contar su historia.

Comienza hablando de los miedos que ha superado y del tiempo que llevaba sintiéndose triste, “como con el alma apachurrada”, dice, hasta que llegó al programa Yo Soy Mujer Empoderada (YSME), una iniciativa que desde 2019 trabaja en la reinserción social y laboral de mujeres en contacto con la ley.

A través del programa, impulsado por la Tenda Di Cristo, Amelita lleva un proceso de terapia psicológica y ha participado en talleres de joyería artesanal y uñas acrílicas. Dice que desde que llegó al proyecto ha logrado trabajar en sus emociones, recuperar su confianza y entender mejor su proceso legal actual.

Aunque ya han pasado algunos meses, a Amelita aún se le quiebra la voz al hablar de la situación que la llevó a enfrentar una denuncia por violencia familiar.

Cuenta que, al intentar defender a sus nietos, sostuvo una fuerte discusión con su hija, quien interpuso una denuncia en su contra por violencia familiar en agosto del año pasado. Sin imaginar el alcance de lo que sucedió aquel día, hoy cumple con una orden de restricción y una serie de medidas de reparación del daño a través del programa Yo Soy Mujer Empoderada.

Amelita aún recuerda el día que recibió la notificación de la denuncia que cambió su vida por completo. Menciona que al acudir a las oficinas correspondientes se encontró con una autoridad indolente e indiferente a su caso, que no solo la castigó, sino que no le brindó la oportunidad para defenderse. “Nunca imaginé que mi hija me hiciera esto y menos por defender a mis nietos”, lamenta.

De acuerdo con Carolina Venegas, coordinadora del proyecto, Amelita fue canalizada al programa por medio del Instituto de Servicios Previos al Juicio tras la suspensión condicional de su proceso legal, para que durante ocho meses cumpla con medidas de reparación que en su caso son recibir acompañamiento psicológico y participar en talleres del proyecto.

“La suspensión condicional del proceso es para que ellas cumplan algunas medidas en libertad, que pueden ser tratamiento psicológico, restricción con las víctimas, pago de reparación del daño y en caso de consumir drogas, ir con organizaciones para recibir tratamiento”, explica la coordinadora.

Foto: Elizabeth Ramos

Un esfuerzo único para atender a mujeres en contacto con la ley

Yo Soy Mujer Empoderada es un proyecto pionero en la ciudad que busca la reinserción social y laboral de mujeres que están privadas de su libertad en el Centro de Reinserción Social Estatal (Cereso) Femenil número 2 o que están en una suspensión condicional del proceso por un delito de violencia familiar.

Actualmente, el programa brinda atención psicológica, asesoría jurídica y trabajo social. Además, las mujeres tienen la oportunidad de aprender un oficio en los talleres de joyería artesanal, uñas acrílicas y pintura, con el fin de que logren emprender un negocio y obtener ingresos.

Aunque la atención es dirigida a mujeres en contacto con la ley, Carolina Venegas explica que la reinserción social no se limita solo a ellas, sino que además es importante trabajar con sus redes de apoyo más cercanas, por lo que los servicios también se extienden a sus familiares y a otras mujeres que viven en el suroriente.

Equipo de Yo Soy Mujer Empoderada. Foto: Elizabeth Ramos

De acuerdo con la coordinadora del proyecto, la restitución de los derechos de las mujeres es clave para su reinserción en la sociedad, ya que es importante que se reconozcan como sujetas de derechos, aunque hayan cometido un delito.

“Que ellas realmente sepan que siguen siendo seres humanos y que pueden acceder a sus derechos (…) que no por estar en un proceso penal su vida termina ahí, sino que también pueden reintegrarse en la sociedad y rehacer su vida, y que sepan que por nosotras no van a ser juzgadas”, explica.

Para Amelita, su proceso ha sido desgastante en lo psicológico, físico y económico, pero contar con el apoyo del programa le ha permitido mantenerse fuerte y sobrellevar cada momento, aunque ya no vea a sus nietos.

“He aprendido mucho en estos meses y la terapia me ha ayudado a resolver mis pendientes, porque antes sentía que mi alma estaba como apachurrada, como que yo era la culpable, pero desde que llegué aquí las terapias me ayudaron a sentirme en paz, estoy muy agradecida”, comparte Amelita.

Taller de joyería artesanal. Foto: Elizabeth Ramos

Durante 2024 el programa ha beneficiado a más de 200 mujeres privadas de la libertad en el Cereso, 50 más que estuvieron en suspensión condicional y otras 100 personas entre familiares y mujeres de la comunidad.

Carolina Venegas indica que gran parte de las mujeres que están en contacto con la ley también han sido víctimas de otras violencias. Además, sufren el abandono de sus familias y de sus redes de apoyo al momento de ser ingresadas al Cereso femenil.

A esto se suma la estigmatización y el juicio social que hay en su contra por haber cometido algún delito, resalta.

“Hemos visto que cuando una mujer comete un delito es mucho más señalada que un hombre, sobre todo, en temas de violencia familiar (…) a lo mejor escuchamos que los hombres ejercen violencia en sus casas, pero no es concebible que una mujer lo haga porque es mucho más juzgada”, señala.

En este sentido, Venegas advierte que esto es un reflejo de la violencia machista y los roles de género que aún persisten en la sociedad, ya que, en el imaginario social, las mujeres son las cuidadoras y las que hacen cosas buenas.

Arte y emprendimiento impulsan reinserción social de mujeres

Los talleres de pintura y de joyería artesanal han tenido un impacto en la autonomía económica de las mujeres y en su empoderamiento, explica Venegas. A través de las piezas que elaboran como anillos, pulseras, aretes y collares, así como de los cuadros que pintan de paisajes o retratos, las mujeres han logrado obtener un ingreso para ellas o sus familias.

Lorena Estrada, tallerista del curso de joyería, comparte que a partir de los talleres identificaron que algunas mujeres decidieron emprender sus negocios cuando egresaron del Cereso, lo que aportó a su reinserción social.

“Estos talleres les ayudan a salir del foco, se desconectan totalmente para crear sus piezas y en cada una dejan una parte de su historia”, comparte Lorena.

Tallerista Lorena Estrada. Foto: Elizabeth Ramos

Otro de los talleres es el de pintura, a través del cual, las mujeres han encontrado una forma de plasmar sus historias de vida y aprender a reconocerse, además han descubierto talentos que no conocían, comparte Venegas.

“Les gusta mucho porque son cosas diferentes y son cosas que a ellas dentro del Cereso no les dan facilidad de tener y por eso disfrutan tanto los talleres”.

Con 14 años de experiencia en la joyería artesanal, Lorena está convencida de que los talleres han cambiado la vida de las mujeres. “Para mí es una oportunidad bien grande compartir con las chicas, yo mantengo a mis hijos de esto y compartirles que sí se puede emprender es algo bien importante”, concluye.sur

NOTA: Si te interesa comprar alguna pieza de la joyería artesanal que elaboran las integrantes de Yo Soy Mujer Empoderada, puedes acudir a las instalaciones de la La Tenda Di Cristo, en la calle Fray de San Antonio de Arriaga #1140 y Mesa Central,Colonia San Francisco 32548, o comunicarte al teléfono 656 398-8082

Foto: Elizabeth Ramos