Por lo menos seis jóvenes fueron golpeadas por policías vestidos de civiles, armados con bates y extintores. Lograron detener con golpes a tres, una de ellas fue trasladada al hospital Central. Los grupos de mujeres se defendieron y les arrebataron a por lo menos otras tres jóvenes que serían detenidas. Todas fueron liberadas sin cargos, después de las 22:00 horas
Por Karla Quintana, Karina Ruíz, Patricia Mayorga, Óscar Rosales y Raúl F. Pérez / Raíchali
Chihuahua, Chihuahua.— El gobierno estatal operó previo a la marcha del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, una campaña de miedo y estigmatización contra la marcha realizada el sábado pasado, que terminó con la agresión física de por lo menos seis mujeres y la detención de tres de ellas, integrantes del “Bloque negro”, por parte de agentes encubiertos y patrullas estatales. Una de las detenidas fue trasladada al Hospital Central.
“Todas somos la cruz de clavos”, fue la respuesta a las vallas que encerraron también la Cruz de Clavos que por primera vez en 30 años, fue encerrada y las mujeres no pudieron conmemorar, honrar y exigir justicia por miles de feminicidios, desapariciones forzadas, violaciones, masacres, entre otros crímenes impunes, en el estado de Chihuahua.

Las autoridades estatales ampliaron este año el perímetro del cierre de calles desde el jueves 6 de marzo, dos días antes de la marcha. Cambiaron las rutas de camiones urbanos durante tres días y bloquearon desde la avenida Benito Juárez hacia la calle Escoza y desde la calle Once y Venustiano Carranza, hasta la avenida Independencia.
El mismo 8 de marzo por la mañana, el monumento a Francisco Villa fue cubierto con estructuras metálicas de la empresa Catalina Construye y colocaron una lona de la empresa que indicaba: “Si no encuentro mis cosas, menos tus derechos”, de acuerdo con imágenes registradas por El Heraldo de Chihuahua, medio que señaló que esa constructora que instaló una valla en el perímetro donde se localizaba el campamento de personas migrantes, en la avenida Juan Pablo II.
Ese acto también provocó enojo entre grupos de mujeres que marcharían más tarde y polarización entre la ciudadanía. Por la tarde, el monumento estaba descubierto totalmente.

El bloqueo de avenidas principales con vallas metálicas y visita a comerciantes del primer cuadro de la ciudad, para advertirles que por su “seguridad” era mejor no abrir los establecimientos por el 8M, fue el inicio de la estrategia de “provocación” y persecución de las participantes en la marcha. Desde el viernes ya se encontraban unidades de Bomberos dentro de las vallas. El sábado amaneció con decenas de agentes dentro y fuera de las vallas. También aumentó el número de cámaras de vigilancia desde los diferentes edificios públicos.
La mayoría de los negocios, principalmente los ubicados entre las calles Aldama y Libertad, desde el Palacio de Gobierno hasta el palacio municipal, permanecieron cerrados todo el sábado. Los que abrieron, principalmente, fueron restaurantes y bares.
En ese contexto y con más medidas precautorias, inició la marcha del 8M en Chihuahua. Alrededor de las 15:00 horas comenzaron a concentrarse en la glorieta de Francisco Villa. El resultado final de la marcha, fue que ésta se dispersó más pronto al llegar a la plaza del Ángel y la provocación de agentes encubiertos que detuvieron y golpearon mínimo a seis jóvenes y tres fueron detenidas.
En los contingentes marcharon madres de mujeres y hombres desaparecidos; hijas de madres de desaparecidas, como Alicia de los Ríos, quien busca a su mamá del mismo nombre, desde hace más de 40 años o Vania y Dana, hijas de Pamela Portillo Hernández, desaparecida el 25 de julio de 2010.

Cuerpos de quienes marcharon, paredes, postes, vallas, edificios públicos, quedaron tapizados con pesquisas de personas desaparecidas, con denuncias de violaciones de primos, abuelos, amigos, hombres de poder, entre otros, que han sido ignoradas. Marcharon también de la mano, sobrevivientes de feminicidio, víctimas de abusos sexuales, mujeres con diferentes discapacidades físicas entre otras.
Caminaron juntas para exigir garantías que les permitan vivir seguras en un país donde existen violencias estructurales e institucionales, como el gasto de casi 40 millones de pesos en la compra de vallas metálicas a la empresa Sujetadores de Acero S.A de C.V (contrato SH/LPE/044/2023).
Un grupo de mujeres realizó un homenaje con veladoras a Marisela Escobedo Ortiz, asesinada a las puertas del palacio de gobierno el 16 de diciembre de 2010. La placa colocada en la banqueta de recinto oficial, también fue bloqueada, por lo que no pudieron conmemorarla en dicho lugar.

Cabe recordar que en Chihuahua hay cinco municipios con alerta de género aún: Juárez, Chihuahua, Cuauhtémoc, Delicias y Guadalupe y Calvo.
Por la tarde de ese mismo sábado, mientras aumentaba la tensión de la manifestación, trascendió que la gobernadora María Eugenia Campos Galván fue internada por una situación de salud. Fue sometida a una cirugía menor que ya tenía programada, pero de acuerdo con fuentes extraoficiales, la adelantaron por una situación de emergencia.
En un comunicado de prensa, el Poder Ejecutivo confirmó que la internaron en un hospital de Chihuahua la mañana del 8 de marzo, que se encuentra en reposo y los siguientes días se reintegrará a sus labores de “manera normal”.
Crónica de una infiltración y agresión anunciada
Minutos desde que llegaron a la plancha de la plaza del Ángel, comenzaron a advertir desde el micrófono que había hombres infiltrados que aparentemente llevaban palos o bats. El ambiente previo a la marcha, alertó más a los diferentes grupos de mujeres que marcharon. La marcha se dispersó más rápido que otros años. Esta ocasión no hubo grupos grandes que llegaran hasta el palacio municipal ni al Congreso del Estado.

Las calles aledañas estaban semivacías, excepto la calle Victoria, donde se concentran más restaurantes con música en vivo afuera. Hubo baile callejero también esta ocasión, aunque con menos gente.
Durante el trayecto de la marcha, las mujeres reclamaron la impunidad sistemática, las injusticias; exhibieron las denuncias contra agresores, que han sido ignoradas; exigieron localizar a las mujeres desaparecidas y castigar a feminicidas, violadores, abusadores.
“Nuestro grito viene de un corazón cansado de vivir con miedo”, “¿Por qué quieren los monumentos limpios en un país lleno de sangre?”,“Maru no es aliada, es privilegiada”, “Palestina Libre, mueran genocidas de Israel”, “Que los ojos de las muertas siempre te observen y el llando de sus madres no te deje dormir”, “Somos el grito de las que no tienen voz”, “Que el privilegio no te nuble la empatía”.
Los escalones, paredes y estructuras de “protección” de los edificios como Rectoría de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh) y la Secretaría de Hacienda, fueron quebrados con marros como protesta. Niñas, jóvenes y adultas golpearon con fuerza las vallas, colocaron poemas, más denuncias contra agresores y carteles, que tapizaron el centro de la ciudad.
Cuando un grupo de mujeres del “Bloque negro” se retiraba de la marcha, poco antes de las 19:00 horas, otro grupo de hombres vestidos de civiles con extintores y bates o palos en las manos, se fueron contra las jóvenes. A una de ellas le descubrieron la cara que llevaba cubierta, les jalaron chalecos naranja que llevaban para distinguirse como grupo, las golpearon y sometieron.
Por la calle Libertad y 13a, otros tres hombres se percataron que estaban “golpeando” a “El Cano” y corrieron hacia la calle Juárez para “ayudarles”. Sin embargo, llegaron a reforzar los golpes contra las mujeres que se resistían a que las subieran a camionetas.



Las jóvenes alcanzaron a arrebatarles a tres compañeras a los policías encubiertos. Había mucha confusión, ya que las mujeres vieron camionetas blancas y no sabían de qué se trataba. Por la avenida Juárez y 15a llegaron patrullas a bloquear la calle para impedir que las jóvenes huyeran. Sólo lograron detener a tres jóvenes del “Bloque negro”.
Entre la indignación y confusión porque no atinaban a tener claridad sobre el paradero de sus amigas y porque la policía no detuvo a los civiles que las golpearon y se las llevó, las autoridades les informaron telefónicamente que las llevaron a las instalaciones de la Fiscalía Zona Centro, en la avenida Teófilo Borunda y calle 25a.
Otras mujeres de diferentes colectivas o que fueron con amigas a la marcha, tomaron videos y fotografías desde diferentes lados. Había más mujeres en balcones de edificios del lugar que hicieron lo mismo. Todas perdieron el miedo, sin importar que podrían ser detenidas o golpeadas, se agruparon en la avenida Juárez para recopilar todas las imágenes posibles para dar con sus amigas y compañeras, y para demandar el abuso de autoridad y uso excesivo de la fuerza pública, según señalaron ellas mismas.
La activista Mayte Regina Gardea informó a medios que hombres vestidos de civil se habían llevado a sus compañeras.
Posteriormente, un grupo de alrededor de 40 mujeres se enredaron brazo a brazo para caminar por las calles solitarias del centro, de la avenida Juárez hasta la Fiscalía Zona Centro. Iban niñas, adolescentes, jóvenes y activistas organizadoras de diferentes contingentes, todas iban con una misma causa.

“Vivas se las llevaron, vivas las queremos”, “No están solas”, gritaban en una sola voz.
El temor de quienes se quedaron en la plaza del Ángel aumentaba, pero la exigencia de liberar a sus compañeras no cesó. Alrededor de las 21:00 horas dejaron solo el lugar, lleno de vallas ahumadas por el fuego que prendieron en protesta por la falta de escucha e indiferencia de las autoridades a sus demandas.
El otro grupo de mujeres que caminó hacia la Fiscalía Zona Centro, permaneció firme y de manera pacífica afuera de las instalaciones, ya que también fue tapeada, cerraron el acceso al interior. A algunas personas denunciantes o que llegaron por información de otros casos, les dijeron que hasta el lunes podrían hacer sus diligencias. Ante la presencia de la prensa, accedieron a atender a una joven que iba por otra causa.
Más mujeres llegaron con las jóvenes que permanecieron afuera de la Fiscalía, para entregarles más videos del momento en que llegaron con las detenidas a las instalaciones. Hubo quienes demandaron porque los agentes no les dieron información sobre el motivo de las detenciones.
Y es que al llegar a la Fiscalía con las detenidas, cerraron la avenida Teófilo Borunda por la calle 27a. , y cuando llegó el grupo de mujeres a exigir la liberación de las tres detenidas, llegaron más unidades de la Policía Estatal a cerrar el acceso a otros vehículos, como si hubieran detenido a delincuentes peligrosos.
Sobre la Fiscalía y anteriormente también sobre el palacio de gobierno y la plaza del Ángel, sobrevolaban drones.
A las 21:00 horas, llegó el presidente Alejandro Carrasco Talavera, presidente interino de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) con el contingente que se encontraba en la fiscalía, para informarles que había dos visitadoras con las detenidas y una más con la joven que fue trasladada al Hospital Central.
Carrasco Talavera preguntó si había más mujeres agredidas, tres dijeron que sí y querían poner la queja. Se apartaron para tomarles las denuncias y este lunes estarán en la CEDH para formalizar las quejas, junto con las otras tres jóvenes detenidas.
Al concluir de escuchar a las denunciantes, Alejandro Carrasco informó a los medios sobre el número de visitadoras que estaban con las detenidas y explicó les toca asegurarse que no hayan violado sus derechos, que no estén golpeadas o tomar nota de dichos golpes.
“Tienen la puerta abierta, ellas y quienes deseen poner una queja, para que el lunes acudan a la Comisión ellas mismas para formalizar la denuncia y quienes no se hayan animado a hacerlo por alguna razón”, declaró Carrasco Talavera a los medios de comunicación.
El grupo de mujeres permaneció afuera de la Fiscalía Zona Centro hasta que les entregaron a las tres compañeras. A las 21:20 horas salieron las primeras dos jóvenes liberadas, acompañadas por dos de las compañeras que hicieron las diligencias para que salieran sin cargos.

“No están solas, no están solas”, gritaron para recibirlas, mientras las rodeaban para protegerles el rostro y cuidar sus identidades frente a los medios de comunicación.
Una hora después, llegó la otra joven custodiada desde el Hospital Central a la Fiscalía Zona Centro, donde fue entregada a sus compañeras. Una familiar de ella ya había acudido al nosocomio y la acompañó hasta donde las esperaba el grupo de mujeres.
También fue recibida con las consignas para decirle que no está sola. Minutos después, salieron de las instalaciones los hombres vestidos de civiles que las agredieron y las detuvieron: “culeros, culeros… con las morritas si se puede, ¿no?…abusones… ¿porqué por sus jefes los narcos no van?… que no sea tu hermana, ni tu madre, ni tu hija…”.
Uno de los que participó vestido fue identificado por las mismas jóvenes, presuntamente como José Luis Rentería, de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado. Algunas de las Unidades que participaron son PE-177, otra PE-110 con placas DXL-338-B, de Seguridad Pública estatal.
Las últimas manifestantes del 8M se reorganizaron para regresar en grupos a sus casas y monitorearse mutuamente.
El Bloque Negro es una respuesta legítima de quienes se sienten invisibilizadas: AFECH
La Asamblea Feminista del Estado de Chihuahua respaldó en un comunicado las acciones directas que realizaron las mujeres del Bloque Negro.
“En un contexto donde las mujeres enfrentamos una violencia estructural y brutal, entendemos y apoyamos la lucha de las jóvenes feministas que buscan visibilizar las múltiples formas de violencia que vivimos diariamente, agravadas por la falta de respuestas efectivas de las autoridades”.
Recordaron el motivo de las marchas del 8M:
“Las mujeres en Chihuahua vivimos bajo un constante ataque, tanto en nuestras casas, como en las calles, en nuestras escuelas, universidades y lugares de trabajo. A esta violencia se suma la falta de protección de las instituciones encargadas de velar por la justicia, que con frecuencia dejan desamparadas a las mujeres víctimas de agresión”.

En ese sentido, explicaron que el Bloque Negro se presenta como una respuesta legítima de las mujeres que no se sienten visibles y están agotadas de esperar respuestas institucionales.
“Repudiamos enérgicamente los actos de violencia perpetrados por la Policía Estatal contra las manifestantes. Las mujeres que participaron en estas protestas son, en su mayoría, jóvenes cuya vida ha estado marcada por distintos tipos de violencia, no solo en el ámbito privado, sino también en espacios públicos y académicos, e incluso en instituciones encargadas de impartir justicia”.
Sobre las detenciones arbitrarias durante las protestas, la AFECH destacó que cuentan con procedimientos o protocolos de acción y redes de apoyo que les permiten reaccionar rápido estas situaciones.
“Las organizaciones no gubernamentales y defensores de derechos humanos en el estado, en el país e incluso a nivel internacional, están comprometidos con la defensa de nuestras compañeras, garantizando un respaldo firme en momentos de crisis. La experiencia, pero sobre todo la formación política ayuda a comprender los riesgos inherentes a las acciones directas.
“Por eso, hemos desarrollado procedimientos específicos para garantizar la seguridad de las manifestantes, los cuales incluyen recomendaciones sobre cómo actuar en situaciones de emergencia, como las detenciones o ataques por parte de la policía”, aclaran a la opinión pública.
Para ellas, es primordial no actuar de manera alarmista y mantener la calma para organizar una respuesta efectiva y garantizar la seguridad de todas.
“En nuestro contingente estaba presentes muchas y muchos de nuestro hijxs menores, así que en casos de emergencia, nuestras hijas e hijos son prioridad. Asimismo, es esencial que quienes participan en las manifestaciones, especialmente aquellas que asumen roles activos en las acciones directas, se mantengan alerta y a la vista de las multitudes y manteniendo una distancia de grupos en situación de vulnerabilidad, como mujeres con discapacidad, niñas, niños y personas con movilidad reducida”, agregaron.

Enfatizan que la protección colectiva es una prioridad, así como establecer comunicación con sus redes en momentos de tensión.
“En la Asamblea Feminista del Estado de Chihuahua, reafirmamos que el objetivo de nuestras luchas es lograr un cambio real en las condiciones de vida de las mujeres, y que el respaldo mutuo y la organización colectiva son las fuerzas que nos permiten seguir adelante. Siempre estaremos con las jóvenes que hoy enfrentan la represión y el miedo, porque entendemos que, en esta lucha, lo primero son las mujeres y luego las paredes. Las compañeras que están hoy en la primera línea de acción tienen el respaldo de quienes han estado en ese lugar antes, porque sabemos que solo juntas lograremos transformar esta realidad. Las paredes pueden ser reparadas, pero nuestras vidas y nuestros derechos no tienen precio”.
La AFECH advirtió que la reacción violenta de la policía y autoridades contra las compañeras, es un intento de aleccionarlas y aleccionarlas a todas, es un mensaje de terrorismo de Estado, concluye el comunicado.
“Queremos decirles que hay otras formas”: grupos católicos
Dos grupos católicos se pronunciaron este 8M afuera de la Catedral Metropolitana para denunciar altos índices de feminicidios y reprobar “las formas” de protesta de grupos feministas.
“Somos un grupo de católicos de diferentes templos, para hacerles saber a las mujeres que están en esta lucha que estamos unidad, pero que queremos mostrarles que hay otros camino, que hay otros medios para conseguir esa justicia y que hay ayuda en muchos lugares”, dijo a Raíchali una de las organizadoras.
Ese grupo colocó 10 sillas con vestimenta y zapatos de mujeres. Cada una tenía el nombre de una víctima de feminicidio en el país. Son casos extremos, dijo la entrevistada. El número de sillas representa el promedio del número de las víctimas de feminicidio que se registran cada día.

Aseguró que esos otros caminos para encontrar justicia son el gobierno o el Instituto Municipal de las Mujeres, que hay talleres que les pueden ayudar.
“Tengo la firme convicción que hay que sanar el espíritu y el alma para poder sanar la mente y el cuerpo. Invitarlas a que volteen hacia otro lado, que hay soluciones que verdaderamente pueden llegar a la causa y que aquel vacío que tienen, va a ser llenado”, aseveró.
Otro grupo católico colocó colocó lonas moradas para pedir perdón: “En nuestros hogares, trabajos e iglesias, hay sillas vacías. Oremos por las mujeres desaparecidas”,
“Si la iglesia te lastimó, sila iglesia te violentó, sil a iglesia te ofendió, si la iglesia te discriminó, si la iglesia te revictimizó, PERDÓN”.