Organizaciones civiles de Ciudad Juárez definieron una agenda social para el suroriente de la ciudad durante el evento Impacta 2030. A través de mesas temáticas, más de 200 participantes identificaron problemáticas urgentes y propusieron estrategias para abordarlas.
Por Jonathan Álvarez / YoCiudadano
Con información de Abraham Rubio y Elizabeth Ramos
Ciudad Juárez, Chihuahua. — Organizaciones de la sociedad civil y organismos donantes participaron en una jornada de trabajo colaborativo para trazar una agenda social enfocada en el suroriente de la ciudad, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible rumbo al 2030.
El encuentro, realizado los días 5 y 6 de marzo en el marco del evento Impacta 2030, fue organizado por Plan Estratégico de Juárez, la Fundación del Empresariado Chihuahuense A.C. (Fechac) y el Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad Ciudadana (Ficosec).
Durante las dos jornadas, más de 200 personas de aproximadamente 80 asociaciones civiles participaron en mesas de trabajo sobre temas prioritarios como desarrollo de capital social, salud, educación, seguridad y justicia.
Mariel Martínez, directora de Participa Juárez, explicó que el objetivo de Impacta 2030 es generar una agenda social que sirva como marco de acción para impulsar estrategias, alianzas y decisiones en torno a las necesidades del suroriente de la ciudad.
Jaime García de la Rosa, coordinador del Observatorio Ciudadano de Ficosec, destacó la importancia de enmarcar estas acciones dentro de la Agenda 2030, dado que el suroriente de Juárez es la zona de mayor densidad poblacional del municipio, con una alta concentración de personas jóvenes.

Por su parte, Yadira Lozano, coordinadora de operaciones de Fechac, resaltó que el suroriente ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos 30 años y actualmente alberga casi el 30 por ciento de la población de la ciudad.
Señaló que esta región enfrenta un déficit significativo de infraestructura básica, como hospitales, escuelas, centros comunitarios y espacios de desarrollo, y que este encuentro representó una oportunidad clave para que las agencias donantes inviertan en proyectos sociales que mejoren la calidad de vida en la zona.
“El suroriente es un área con gran potencial para la inversión social. Tenemos la oportunidad de definir cómo queremos escribir su historia y diseñar la ruta para su desarrollo”, enfatizó Lozano.
El segundo día del evento también contó con la participación de representantes de Nacional Monte de Piedad, la cadena de supermercados S-Mart y la Alianza Fronteriza de Filantropía, quienes presentaron modelos de inversión social y explicaron los procesos de financiamiento para las organizaciones civiles.
Además, se realizó un ejercicio de diagnóstico en el que los asistentes identificaron retos institucionales, profesionales e individuales que enfrentan en su labor social.
Julia Torres Nevárez, directora de Aprocáncer A.C., y Otilia Hefter Rivera, directora del Centro de Estudios para Invidentes A.C. (CEIAC), presentaron los resultados, los cuales revelaron problemáticas relacionadas con la salud física, mental y financiera de los integrantes de las organizaciones, así como desafíos como mala alimentación, falta de actividad física y escasas oportunidades de recreación.

Identifican necesidades y proyectan soluciones
El miércoles 5 de marzo, los participantes trabajaron en mesas temáticas y al día siguiente se presentaron los resultados preliminares que definirán los objetivos de la agenda social para el suroriente.
En la mesa de desarrollo de capital social, se identificaron problemáticas como la desigualdad en el acceso a servicios básicos, la falta de estrategias de sostenibilidad para proyectos, la inseguridad en espacios públicos, el escaso apoyo a poblaciones vulnerables y la insuficiente inversión en infraestructura pública.
Como soluciones, se propuso fortalecer el Modelo Integral de Desarrollo Social (MIDAS), implementar programas de inclusión y cuidado ambiental, y crear espacios adaptados para todas las edades, así como iniciativas de empleabilidad para mujeres sobrevivientes de violencia y actividades artísticas y recreativas.
En la mesa de educación, se destacaron la deserción escolar, la falta de escuelas públicas, la dificultad de acceso a la educación media superior y la inseguridad en los entornos escolares. Como respuesta, se propuso impulsar programas de inserción laboral y actualizar los currículos en áreas STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, arte y diseño, y matemáticas).

En la mesa de seguridad y justicia, las problemáticas más relevantes fueron la violencia estructural, la inseguridad en espacios públicos, la violencia intrafamiliar y sexual, y la normalización de conductas violentas en niños y adolescentes.
Se planteó implementar procesos de reinserción social, programas de atención a padres y madres, escuelas para padres y casas de segundo paso para mujeres en rehabilitación, así como estrategias de prevención de la violencia en espacios públicos y educativos.
En la mesa de salud, las preocupaciones centrales fueron la carencia de servicios de salud mental, la falta de infraestructura médica, la inaccesibilidad a unidades de atención, las limitaciones para personas con discapacidad y el impacto de la violencia en la salud mental comunitaria.
Se propuso la construcción de nuevos hospitales, centros de salud psiquiátrica, hospitales infantiles y unidades móviles de atención médica, así como un mayor acceso a servicios psicológicos.
Los organizadores de Impacta 2030 continuarán trabajando con las asociaciones civiles en los próximos días para dar seguimiento a la implementación y continuidad de la agenda social construida durante el evento.
