La empresa encargada de la primera etapa incumplió con la plantación de cerca de 500 árboles y arbustos contemplados en el proyecto de paisajismo establecido en el contrato. Además, la mayoría de las especies propuestas son exóticas, no endémicas de la ciudad.
Por Jonathan Álvarez / YoCiudadano
Ciudad Juárez, Chihuahua.– La empresa constructora Irkon Holdings, encargada de construir la primera etapa del Parque Urbano Suroriente de Juárez, incumplió con la reforestación de cerca de 500 árboles y arbustos exóticos como parte del proyecto de paisajismo estipulado en el contrato de obra.
El nuevo parque, uno de los proyectos de obra pública más costosos de la administración de Cruz Pérez Cuéllar (109 millones de pesos), está ubicado en la intersección de la avenida Miguel de la Madrid y el bulevar Independencia.
Desde noviembre del año pasado, cuando concluyó la construcción de su primera etapa, según documentos oficiales, permanece en estado de abandono y deterioro.
Parque Urbano Suroriente: a 2 años de la promesa, el proyecto permanece inconcluso
De acuerdo con el catálogo de conceptos de la obra OP-004-2023 que corresponde a los trabajos de la primera etapa el parque, ya debería de contar con mobiliario urbano, planta de tratamiento, locales, un jardín botánico y cerca de 500 árboles y arbustos como parte de un proyecto de paisajismo.
En su lugar, solo hay una plancha de concreto y algunas palmeras que se secaron por la falta de agua en el lugar, según se constató en una visita de campo de YoCiudadano.
Según el contrato, el parque ya debería de contar con una zona jardinada cuyo costo es de 369 mil pesos, un jardín botánico de 126 mil pesos y el arbolado urbano del paisajismo cuyo costo asciende a 4 millones 797 mil pesos.
Planearon reforestar con especies exóticas en el desierto
La Paleta Vegetal de Ciudad Juárez es un documento emitido por el Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP) proporciona una abundante lista de flora recomendada para los espacios públicos y privados de Ciudad Juárez.
De acuerdo con el instrumento, el uso de especies nativas o de fácil adaptación en proyectos de reforestación contribuye a una mayor conciencia ambiental, uso de la normatividad de desarrollo urbano y principalmente un menor uso de agua.
Si se eligen especies nativas o de fácil adaptación no solo mejora el paisaje, también la salud pública y reducen la contaminación, por lo que resulta importante que se tome en cuenta en proyectos de paisaje en las obras públicas, señala el documento.

El proyecto de paisajismo planteado para el Parque Urbano Suroriente no solo carece de especies endémicas o de la región, sino que incluye algunos árboles que causan mayores alergias en la población como el moro macho.
La lista de especies exóticas (que no son de la región) para el parque suroriente incluyen: álamos, moro macho, morera llorona, trueno japonés, sicomoro, álamo carolina, álamo plateado, álamo de copa, olmo chino y peral caleriano.
Ninguna de estas especies de flora es recomendada por la Paleta Vegetal ya sea porque son endémicas, de fácil adaptación o cosmopolitas.
Alejandra Villagrana, coordinadora de la asociación civil Juárez Limpio, explica que la gran mayoría de la flora planteada para el parque consume una gran cantidad de agua y advierte sobre los riesgos de no priorizar los árboles de la región.
Entre estos riesgos se encuentra el desplazamiento a largo plazo de especies de flora y polinizadores nativos del desierto.
“Al introducir plantas no nativas estamos desplazando a los polinizadores que sí lo son. Estos árboles planteados son bellísimos, no hay especies malas, simplemente no son de la región y causan estragos ecológicos”, enfatiza.
Alejandra cuestiona la decisión que tomó el Gobierno Municipal al dejar a una empresa foránea como Irkon Holdings a cargo de un proyecto de reforestación, pues en la ciudad hay asociaciones civiles especializadas en medioambiente y dependencias municipales con proyectos de reproducción de plantas de la región que debieron tomarse en cuenta.

Falta de árboles y la injusticia ambiental permanece en el suroriente
Leticia Chavarría, médica e integrante del colectivo Frente en Defensa de El Chamizal y la asociación civil Árboles en Resistencia, dice que en Juárez no hay interés por parte de las instituciones para proveer de las áreas verdes que necesita la población.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada persona debería contar con al menos nueve metros cuadrados de área verde; sin embargo, en la ciudad este parámetro no se ha alcanzado, señala.
Además, la distribución de metros cuadrados de área verde por habitante no es homogénea, ya que en zonas periféricas como el suroriente el acceso es más limitado y se sufre violencia ambiental, agrega.
Debido a ese déficit de áreas verdes la autoridad municipal debería de conservar en buenas condiciones las áreas verdes ya existentes y crear otras como el parque suroriente, menciona.
“En la ciudad hace mucha falta estas áreas verdes. Este año hemos visto consecuencias de no tener árboles como las tormentas de arena por el suelo desnudo. Entonces, es una obligación de la autoridad hacer áreas verdes porque es un derecho de los ciudadanos”, explica.
Alejandra Villagrana concuerda en que los habitantes del suroriente experimentan una injusticia ambiental, sobre todo, en el acceso a espacios verdes y un ambiente sano.

Explica que, según el trabajo de campo de Juárez Limpio realizado en los últimos años en el suroriente de la ciudad, las características ecológicas de esa zona son de deforestación por los cambios de uso de suelo y espacios llenos de basura y escombro.
“En el suroriente podemos ver que hay una marcada injusticia ambiental sobre todo en el acceso a áreas verdes y el acceso al agua”, menciona.
Para tratar de abatir esa injusticia ambiental, el gobierno tendría que priorizar el arbolado urbano con árboles nativos y bien adaptados al clima extremo, añade Leticia Chavarría.
“Yo quiero pensar que somos cada vez más conscientes de la importancia de las áreas verdes. Somos parte de la naturaleza y sin ella no somos nada. El planeta puede sacudirse a los humanos y el planeta sigue y florece”, concluye.