Ciudad Juárez, Chihuahua.— En un periodo de 10 años, de 2009 a 2019, el parque vehicular registrado en circulación en la ciudad ha aumentado en un 31.38 por ciento, una cantidad preocupante desde la perspectiva del director de la asociación ambientalista Juárez Limpio, Néstor Acosta. De acuerdo con el Informe de Movilidad y Transporte en Juárez 2020, realizado por la organización civil Plan Estratégico de Juárez (PEJ), en el mismo periodo mencionado anteriormente los vehículos registrados pasaron de 444 mil 970 a 586 mil 171 unidades, lo que representa un incremento promedio de 11 mil 236 vehículos por año. Cifras proporcionadas por la Secretaría de Hacienda de Gobierno del Estado aseguran que el año pasado ha sido el más alto en cuanto a vehículos registrados en circulación desde el 2007.
Y es que “el mismo desarrollo de la ciudad, la dispersión y fragmentación con falta de accesibilidad, con falta de conectividad ha incentivado el uso del automóvil porque se vuelve menos atractivo para las personas ser peatones o usar otros medios de transporte distintos al auto”, expresó Acosta.
Son las largas distancias, las malas condiciones de las banquetas, la falta de infraestructura ciclista, el precario sistema de transporte público que orilla a la población a comprar un auto; en la mayoría de las ocasiones, un auto de segunda mano importando de Estados Unidos, agregó. “Ese conjunto de problemáticas genera la oportunidad que tenemos de adquirir autos de Estados Unidos; eso ha motorizado la ciudad”, dijo el ambientalista. En el documento también se presenta una comparación entre el crecimiento poblacional en Juárez con el crecimiento del registro vehicular en esta frontera.
“Al comparar el crecimiento poblacional de Juárez, considerando las mediciones del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) de 2005 a 2015 con el crecimiento del registro vehicular se observa que mientras la población ha crecido en 10 años en una tasa de 5.92 por ciento, el registro vehicular se incrementó a una tasa de 41.33 por ciento, siete veces más”.
Esto también se puede comprobar con las cifras históricas de la Encuesta de Percepción Ciudadana Así Estamos Juárez 2020, que demuestra que la cantidad de viviendas que no tenían ningún vehículo ha disminuido y que cada vez son más las casas que tienen uno o más autos. En el 2011 el 36.2 por ciento de las viviendas encuestadas no tenían ningún vehículo en su hogar, para el 2019 solo el 27.6 por ciento de los hogares no contaba con automóviles. En cambio, 4.2 por ciento de las casas, para el 2011, tenían 3 o más automóviles, para el año pasado esta cifra aumentó a 8.4 por ciento. “Esto es interesante porque significa que, aunque ya haya un carro en la vivienda, siguen comprando más. Eso habla de la cultural del auto aquí en Juárez”, dijo en relación a las estadísticas. Dentro de la misma encuesta, en la sección enfocada al tema de medio ambiente se le preguntó a la población qué tan insatisfecha o satisfecha se sentía con los resultados de la gestión ambiental relativa a la contaminación del aire. El 17.5 por ciento de las personas respondieron sentirse muy satisfechas, 52.1 por ciento dijeron estar satisfechas, 23 por ciento algo satisfechas, 3.2 poco satisfechas y 3.7 muy insatisfechas; el 0.3 por ciento no respondió. No obstante, Acosta recordó que muchas personas desconocen sobre las mediciones de la calidad del aire y que además la información oficial que se emite al respecto es muy limitada. “Es necesario que exista una cultura y educación ambiental, así como la presentación de la información al público. Si no hay información sobre la calidad del aire de manera diaria, en la radio, en la televisión, las personas podemos llegar a creer que está bien”, mencionó. Para el director de Juárez Limpio existe una relación entre los vehículos ‘chuecos’ —los importados desde Estados Unidos— y la contaminación ambiental, pues estos no tienen las condiciones adecuadas para circular en su lugar de origen pero del lado mexicano pueden hacerlo sin regulación alguna. Muchos de ellos consumen más combustible por ende generan más emisiones que un auto nuevo, no tienen catalizador y queman más aceite, hechos que generan una mayor presión en el medio ambiente. “Por eso es muy importante que se realicen estudios de impacto antes de implementar políticas de importación de autos, si se quiere hacer un programa de regularización como lo han propuesto tiene que ser muy estructurado”, señaló. La contaminación del aire no es el único problema generado por el crecimiento del parque vehicular en la ciudad. Otra forma de contaminación es la mala disposición de autopartes, llantas y líquidos que utiliza el carro. Acosta señaló que en distintos puntos de la ciudad principalmente en terrenos baldíos es común ver llantas las cuales pueden llegar a ser focos de infección y dar una mala imagen de la ciudad. Como los autos, muchas de las llantas que llegan a la ciudad son de segunda mano por lo que su tiempo de vida útil es menor, esto genera que constantemente las personas estén cambiando sus llantas sin disponer de ellas de la manera correcta. Las llantas también dependen de la calidad de las calles. Si las vialidades se encuentran en mal estado estas se gastarán más pronto. De acuerdo con Acosta la estrategia para tener una buena disposición de las llantas tendría que depender de 3 partes, el gobierno, los negocios llanteros y el propietario del vehículo. El gobierno tendría que implementar programas eficientes y de vigilancia, los negocios deberían abrir espacios de recolección de llantas y los usuarios estarían comprometidos a llevarlas a estos puntos en lugar de tirarlas en terrenos baldíos. Las piezas mecánicas, plásticas, los residuos electrónicos, el aceite o el anticongelante son otros contaminantes que surgen de los vehículos y que no hay regulaciones específicas para prevenir mayores daños al medio ambiente.
“Todas estas problemáticas que se derivan del uso del auto generan un impacto en el medio ambiente, por eso en las políticas ambientalistas, en los objetivos de desarrollo sostenible lo que se busca es que disminuya la cantidad del parque vehicular y que existan otros tipos de transportes colectivos. Todo lo contrario está pasando en Juárez”, finalizó.