Ciudad Juárez, Chihuahua.- Diversas organizaciones de la sociedad civil que trabajan con juventudes elaboraron el Diagnóstico Estatal de Detenciones Arbitrarias, durante el 2019 y 2020, documento que recopila algunos testimonios, cifras y el contexto de las y los jóvenes de Ciudad Juárez. Como se presenta en el resumen ejecutivo publicado a principios de este mes, el Diagnóstico surge del proyecto Juventudes, Derechos Humanos y Justicia Alternativa, que buscaba sensibilizar a la población sobre las detenciones arbitrarias y los impactos de estas en las garantías de los derechos humanos de las y los jóvenes. Para su realización se contó con la participación del Centro de Investigaciones y Desarrollos de Proyectos Sociales, Educativos y de Salud, A. C. (Cideses), la Defensoría Juvenil Tira Paro, Educación y Ciudadanía, A. C. (Educiac) y el Observatorio Nacional sobre Detenciones Arbitrarias. Con la implementación del proyecto Juventudes, Derechos Humanos y Justicia Alternativa se llevaron a cabo diversas estrategias, una de ellas fue la creación de la Defensoría Juvenil (DJ) Tira Paro, que entre sus objetivos se encontraba promover mecanismos para la defensa de los derechos humanos de las personas jóvenes en colonias de alta marginalidad, documentar los casos de detenciones arbitrarias y brindar acompañamiento y asesoría legal a las víctimas. Durante la intervención del proyecto, se logró identificar que “las detenciones arbitrarias a personas jóvenes responden a un patrón que tiene que ver con los prejuicios, estigmas y estereotipos de parte de los cuerpos policiales”, se indica en el documento. A partir de mayo de 2019 a mayo de 2020, la DJ documentó 122 quejas por detenciones arbitrarias e ilegales en el municipio de Juárez, siete veces más que el número de quejas de personas jóvenes que se recibieron en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en el 2018. El 88 por ciento de las quejas presentadas ante la Defensora Juvenil Tira Paro fueron dirigidas hacia los hombres jóvenes, el 12 por ciento restante fue de mujeres. Julio del año pasado fue el mes con más quejas (28), seguido por octubre del año pasado (19) y marzo de 2020 (15). Las personas jóvenes de entre 18 a 29 años fueron las principales víctimas de detenciones arbitrarias al acumular 57 quejas, las personas de entre 15 a 17 años presentaron 42 quejas por la misma práctica. Además se comprobó que las detenciones arbitrarias —o como son nombradas por los agentes policiacos, ‘revisiones de rutina’— normalmente se llevan a cabo en áreas de la ciudad con mayor rezago social que están asociadas con altos índices delictivos. La mayoría de detenciones arbitrarias se llevaron a cabo en colonias de la periferia de la ciudad. A pesar de que en el marco jurídico mexicano se especifica claramente que una persona puede ser detenida en flagrancia, cuasi flagrancia, mediante orden de aprehensión, casos urgentes, arraigo, o el control provisional preventivo, la “sospecha o valoración subjetiva que proyecta el oficial hacia las y los individuos (particularmente a las juventudes)”, como menciona el diagnóstico, es lo que motiva a la detención arbitraria. El principal motivo por el que se dio la detención arbitraria es la sospecha, luego la incriminación, por andar fuera del hogar en la noche y discriminación, demuestran los datos del diagnóstico.
“Si bien se constató que el estigma resulta ser una de las principales causas de las detenciones hacia las personas jóvenes, estos últimos han generado la idea que es mejor evitar a los agentes de la policía y que estos no son dignos de su confianza”.
Con los datos recopilados por la DJ se comprobó que la Policía Municipal es la dependencia que realiza más detenciones arbitrarias pues está involucrada en el 78 por ciento de los casos documentados, la Gendarmería Federal tiene el 12 por ciento y la Policía Estatal preventiva el 3 por ciento. Otra problemática observada es que las víctimas no denuncian las detenciones arbitrarias pues al ser una práctica normalizada y frecuente, piensan que están dentro de la legalidad y en las pocas veces que las consideran injustas, tampoco las denuncian por temor a represalias.
“La falta de conocimiento sobre el cómo y el dónde denunciar es una de las razones por las cuales las personas jóvenes no denuncian las violaciones de derechos humanos en su contra”.
Aunado a la detención arbitraria, las autoridades policiacas también usaron otras modalidades para violentar otros derechos humanos de las personas jóvenes. Según el diagnóstico, el 50 por ciento de los 122 casos documentados presentaron una detención arbitraria o ilegal, el 24 por ciento, una detención arbitraria o ilegal, tortura y malos tratos. Como conclusión en el diagnóstico se considera que “las políticas de seguridad contribuyen a generar una dinámica estigmatizante del mundo juvenil que es compartida por la mayoría de los miembros de sociedad, los imaginarios colectivos en los cuales las y los jóvenes se homogenizan se alimentan de la estigmatización fundada en los prejuicios y los estereotipos, lo cual permite que estas personas sean víctimas de violaciones a derechos humanos, sin que nadie haga o diga nada”.