marzo 28, 2024

Modesta lleva once años pidiendo que busquen a su hija; con cáncer y en pobreza, no recibe respuesta

Ciudad Juárez, Chihuahua.— María Modesta tiene 67 años, una carpeta en la Fiscalía del Estado por la desaparición de su hija Claudia Antonia Núñez, dos nietos que se volvieron hijos, un cuerpo fragilísimo que lleva bajo el sol para pedir a las autoridades que busquen a su hija. También tiene cáncer y una terapia cada mes para intentar erradicarlo. Hoy es 27 de agosto de 2018. Por eso María Modesta está afuera de la Fiscalía con su pequeño y delgado cuerpo bajo un implacable sol, exigiendo, todavía, como cada año, como en cada oportunidad, que le digan algo, que están haciendo algo. Así han pasado once años. Hace tres, dice Modesta, le dio cáncer. Ella cree que es por el sol y porque sale, muchas veces sin comer, a buscar a su hija. María Modesta no está sola. Con ella están alrededor de 30 personas. Todas han perdido a alguien y no lo encuentran. Todas llevan años exigiendo una respuesta: Que les digan en dónde está su familiar. El número de personas que no han sido localizadas en Chihuahua hasta el 30 de abril de este año es de 2 mil 211, de acuerdo con datos del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas. Chihuahua es el sexto estado con el registro más amplio de personas desaparecidas según el registro, que es parte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. En un país en el que no se sabe dónde están 36 mil 270 personas y se ha interpuesto una denuncia. Porque, de acuerdo con Yessica Esparza, integrante del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte, los números no reflejan la realidad de una problemática que es, en dimensión, mucho más grande de lo que muestran las cifras oficiales. Son muchos más los casos en los que no se interpone denuncia por miedo, de acuerdo con la derechohumanista del centro que acompaña casos de desaparición forzada y de sobrevivientes de tortura en el estado.

Familiares y organizaciones se manifestaron hoy frente a la Fiscalía General del Estado / Foto: Favia Lucero
Cada administración que cambia se van olvidando más de nuestros casos”, dice Modesta. “Yo sólo quiero pedirle al gobernador que nos ayude. Pero no hacen nada, no me dicen nada. Yo creo que no la buscan”, dice. Los familiares luchan contra el olvido mientras la lista de personas desaparecidas no sólo no se reduce sino que se incrementa año con año, ocasionando severas afectaciones físicas, emocionales y económicas a las familias. “El trato que han recibido las víctimas por parte de las autoridades ha vulnerado su integridad personal de manera adicional a la afectación causada por la desaparición misma”, dice una de las conclusiones del informe Un Trato de Indolencia: La Respuesta del Estado Frente a la Desaparición de Personas en México, que realizó Amnistía Internacional tomando como ejemplo el caso de las desapariciones en Cuauhtémoc, Chihuahua y los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa. A pesar de lo anterior, María Modesta Gómez dice, despacio y con su voz bajita, como cansada, “sólo quiero que me ayuden a buscarla”. Modesta pide ayuda incluso cuando es la obligación del Estado brindar una atención eficaz y emprender una búsqueda profunda de su hija. Pide ayuda a pesar de que “Las víctimas tienen derecho a ser atendidas y a ser reparadas adecuadamente, esto como parte del deber de protección que tienen el estado y del principio de derecho internacional de reparar los daños causados por hechos ilícitos de los estados”. Pide ayuda porque dice que no sabe cómo ha hecho para sobrevivir con sus dos nietos. “A veces no tenemos para comer”, dice. Pide ayuda con su cuerpo frágil y cansado y su cáncer, sin que alguien de Fiscalía la atienda ni le dé avances ni respuestas sobre la desaparición de su hija. A ninguno de los que están parados aquí con las fotos de un familiar que, un día, de pronto, no volvieron a ver. “La esperanza no la pierdo. Si Dios me deja otros días, la voy a seguir buscando”, dice Modesta casi como un susurro.
Modesta lleva once años buscando a su hija, sin que hasta el momento las autoridades haya conseguido dar con su paradero / Foto: Favia Lucero