Ciudad Juárez, Chihuahua.— A Daniel Vargas Ortiz, un activista y estudiante de la UACJ, lo asesinaron en diciembre, pero a ocho meses del hecho la Fiscalía General del Estado (FGE) no ha detenido a nadie. El fiscal de la Zona Norte, Jorge Arnaldo Nava López, declaró en marzo ante los medios que “hay avances muy sustanciales se ha logrado establecer ya el móvil, no quisiera yo hablar más de ello para no entorpecer la investigación” y les pidió esperar para dar “una buena noticia respecto a la detención del presunto responsable”. Ayer, a casi seis meses de esa a declaración, la situación sigue igual: el fiscal César Augusto Peniche Espejel reconoció que la carpeta no se ha judicializado ni se ha girado alguna orden de aprehensión contra algún presunto responsable del asesinato: “estamos trabajando en ello”.
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“Hay avances, hay hipótesis, hay línea de investigación (…) estamos en el trabajo de poder documentar las partes que faltan para poder mostrarle al Poder Judicial el porqué estaríamos ejerciendo acción penal en ese caso”, explicó el titular de la FGE.
Peniche Espejel justificó que “se ha venido trabajando: reitero, en algunos casos tenemos evidencia probatoria suficiente, en otros todavía estamos tratando de recabar, sobre todo para evitar un fallo adverso por parte de las autoridades judiciales”. Daniel Vargas era activista y estudiaba la carrera de Biología en el Instituto de Ciencias Biológicas de la UACJ. El 27 de diciembre de 2020 fue asesinado a golpes. Su cuerpo fue abandonado en una casa abandonada al suroriente de la ciudad. Este caso, junto con el de la activista y artista Isabel Cabanillas, es uno de los pendientes “muy importantes” que se heredarán la siguiente administración.
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Daniel participó en toma de Rectoría; buscaba educación gratuita
En diciembre del año pasado, Daniel Vargas Ortiz formó parta del movimiento estudiantil que tomó la rectoría de la UACJ, en exigencia de educación gratuita. Las y los universitarios denunciaron que la universidad no condonó los pagos de inscripción, a pesar de que muchas familias pasaban por un momento económico difícil, debido a la pandemia. De acuerdo con sus compañeros, Daniel era un estudiante destacado en sus calificaciones, originario de Coatzacoalcos, Veracruz, que no tenía familia cercana en la ciudad. Los integrantes del grupo Educación Gratuita UACJ fueron los primeros en informar a través de sus redes sociales sobre su asesinato.
