marzo 19, 2024

Edad, principal motivo de discriminación en Juárez: Encuesta

Ciudad Juárez, Chihuahua.— Resultados de la encuesta de percepción ciudadana Así Estamos Juárez (AEJ), correspondiente a noviembre de 2019, indican que el 12.8 por ciento de la población que habita en esta ciudad sufrió algún tipo de discriminación. De ese total, la mayor parte —21.5 por ciento— dijo que el motivo principal por el que se sintieron discriminados fue por su edad. Entre hombres y mujeres, los primeros dijeron haberse sentido más discriminados: 13 por ciento contra 12.2 por ciento. De las personas encuestadas que dijeron haber sido discriminadas, la principal causa fue su edad (21.5%), seguida por su religión (11.8%), lugar de origen (9.7%), discapacidad (9.7%), género (8.7%), nivel socioeconómico (8.7%), apariencia (7.7%), preferencias políticas (7.2%), entre otras. Tanto personas jóvenes como adultas pueden llegar a ser víctimas de discriminación por cuestiones de edad, ya sea por no tener la edad suficiente para ocupar un puesto de trabajo o tener años de más. De acuerdo con la diseñadora industrial especializada en gerontodiseño, Berenice Mena Quintana, existen varias teorías sobre el envejecimiento; una de ellas menciona que desde el momento del nacimiento comienza el proceso de envejecimiento. Por ello, explica, personas de diferentes rangos de edad pueden comenzar a sufrir discriminación a pesar de no encontrarse en el rango de edad de las personas adultas mayores, que frecuentemente son más propensas a ser víctimas de discriminación.

“El envejecimiento siempre es entendido desde una concepción biológica, por ende se pone una edad”, indica, además, el mismo sistema propicia que las personas se vayan “desvinculando” de varias actividades cotidianas.

Mena Quintana brinda los siguientes ejemplos: existe una discriminación financiera desde que en algunos bancos, por tener cierta edad, ya no te dan créditos; en un tema más local, la industria maquiladora deja de contratarte cuando tienes cierta edad. “Esto nos lleva a la discriminación y a una generación de violencia”. Todas estas violencias, discriminaciones o maltratos hacia las personas mayores son conocidos como ‘viejísimos’, agrega. El solo hecho de referirse a una persona adulta mayor como ‘abuela’ o ‘abuelo’, sin que lo sea y solamente por su edad, es una violencia.

“A través del lenguaje también se puede violentar a una persona mayor, porque se minimiza a la persona”, comenta Mena Quintana, quien también es profesora en el Instituto de Arquitectura, Diseño y Arte (IADA) de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) y asesora en programas relacionados a la vejez y el envejecimiento.

Para Mena Quintana, es necesario y esencial integrar la voz de este grupo poblacional en la toma de decisiones, proyectos, programas y políticas públicas. En esto también concuerda la gerontóloga Nadia Calderón Soto, quien considera que los espacios públicos que se abren para atender a las personas adultas mayores no cuentan con su representación. Ambas opinan que las políticas públicas creadas hasta el momento por los tres niveles de gobierno son de carácter asistencialista, debido a la idea errónea que se tiene sobre las capacidades de las personas adultas mayores.

“Se les discrimina económica o laboralmente por razón de edad porque a partir de cierta edad se considera que ya no pueden laborar pero también se le discrimina por todos los estereotipos y estigmas, esto es porque tenemos una mala percepción del envejecimiento y la vejez como etapa”, comenta Calderón Soto.

Desde su experiencia, Calderón Soto, ha identificado que tanto la sociedad en general como las instituciones públicas y privadas discriminan a las personas adultas. Actualmente, en el contexto de la pandemia causada por el COVID-19, la gerontóloga puntualiza que existe una “doble escena” respecto a los descansos obligatorios o hasta despidos de personas adultas mayores que llevaron a cabo las empresas, al ser considerados como población vulnerable.

“Muchas personas comentan que es bueno que se les manda a su casas, que hagan cuarentena. Pero sucede que el COVID es una posibilidad. Sin embargo, para las personas mayores lo que sí es una realidad es que van a tener hambre, van a tener que pagar servicios. Y no tenemos un sistema de protección social que cubra este tipo de situaciones de manera adecuada y de manera suficiente”, declara.

Tanto como para Mena Quintana y Calderón Soto, se podrá erradicar o minimizar la discriminación de personas adultas mayores cuando se trabaje hacia una cultura del envejecimiento y comencemos a reconocernos como personas envejecientes.