El alcalde Armando Cabada dijo esta mañana que la amenaza que se escuchó en la radiofrecuencia de la Dirección General de Tránsito Municipal (DGTM) surgió de la misma corporación, como señal para llamar al amotinamiento de los agentes. “Sale desde adentro, fue la señal para el grupito que promovió esto. La amenaza fue la señal para promover el desorden. Hasta que salió esa amenaza es cuando se revelan. Es la señal que tenían”, aseguró el mandatario. Sin embargo, esta mañana envío a oficiales de la Policía Municipal a que acompañaran a los agentes de Tránsito en algunos cruceros de la ciudad. “El de agente de Tránsito es un trabajo de riesgo y están ahí por vocación. El mío también es un trabajo de riesgo y, bueno, estoy aquí porque quiero. Ellos, quienes no se sientan en condiciones de soportar esa presión, tienen toda la libertad de retirarse, no están obligados a quedarse, así que quienes no entiendan este mensaje, pues ahí está la puerta”, dijo el mandatario. Respecto a la denuncia que hicieron agentes de Tránsito sobre la obligación que tenían de comprar ellos mismos sus uniformes, el Alcalde dijo que era una mentira. “No es cierto eso, acabamos de ordenar hace un par de semanas una remesa de uniformes para los elementos de Tránsito, nos hemos encargado de dignificar a los agentes”, aseguró. Un agente dijo en entrevista que el sueldo promedio era de 2 mil 300 pesos a la decena y que ellos tenían que comprar sus uniformes. El pantalón que debe ser especial, cuesta entre 800 y mil 800 pesos dependiendo el tipo y la marca. La playera cuesta alrededor de mil 200 pesos, y las botas cerca de mil 800 pesos, dijo el oficial. De acuerdo con el entrevistado, la mayoría de los oficiales acuden a una tienda de ropa táctica que se encuentra en el centro comercial Río Grande. Los 25 oficiales que fueron arrestados fueron puestos a disposición de la Fiscalía General del Estado y serán dados de baja de la corporación, dijo el alcalde.
Amenaza en radiofrecuencia de Tránsito fue la señal para amotinamiento: Cabada
- Autor Miguel Silerio
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