diciembre 22, 2024

Muro fronterizo agravará problemas ambientales: especialista

La construcción del muro fronterizo, así como la instalación de las barreras que ya están ahí, generarán problemas ambientales graves, advierte especialista en el tema

La construcción del muro fronterizo que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ejecutará durante su administración, agravaría el problema ambiental que actualmente existe en el ecosistema que une al país vecino y a México.

Ana Córdova, profesora investigadora del Colegio de la Frontera Norte en Ciudad Juárez, explicó que el daño a la flora, fauna y suelo que se encuentra en las áreas naturales de la franja fronteriza, existe desde que comenzaron a colocarse barreras divisorias.

A lo largo de 3 mil 152 kilómetros, lo que mide la frontera entre estos países, hay diferentes tipos de infraestructuras que delimitan el territorio. “En algunos lugares son barrotes que están muy cercanos, en otros es una malla de metal, en otras partes es una lámina”, dijo Córdova.

Cada tipo de muro tiene diferentes formas de impacto al ambiente, mencionó la profesora, y en algunas partes no existe construcción alguna. Según datos del diario USA Today, solamente mil 49 kilómetros tienen barreras construidas.

El muro ha dañado la fauna de la zona de diversas formas: este dividió e impidió la movilidad de las especies, limitó su reproducción y cambió sus patrones alimenticios.

“Hay especies que están en situaciones de riesgo con poblaciones pequeñas en ambos lados de la frontera y que necesitan moverse; si tú les pones una barrera física, se queda una parte de la población acá y otra allá y ya no se pueden reproducir”, indicó.

Córdova agregó que la separación de animales los lleva a tener que reproducirse entre los integrantes del pequeño grupo, causando que su genética se contamine y la población se reduzca.

Aunado a esto, los animales tuvieron que encontrar nuevas fuentes de alimento pues algunas quedaron atrapadas detrás de la cerca metálica. Ejemplo de ello son los bisontes, que llegaban de Estados Unidos a comer en los pastizales de Janos, municipio de Chihuahua, y que con la colocación del muro ya no pudieron cruzar a territorio mexicano.

Al notar dicho fenómeno, organizaciones ambientales solicitaron a Estados Unidos la donación de una manada, la cual se encuentra actualmente en el rancho ‘El Uno’, en Janos.

De una forma similar, los murciélagos también han sido perjudicados por la infraestructura del muro, especialmente por las lámparas que lo alumbran.

Estos mamíferos se alimentan de insectos que antes volaban por el desierto, pero desde la colocación de las luminarias se concentran ahí, causando que los murciélagos tengan que cambiar sus rutas para alimentarse, comentó la investigadora.

Al dañar a estos animales, que son polinizadores, la flora desértica se ve afectada, y de esta forma se van desencadenando más problemas ambientales.

“Las plantas dependen mucho de los polinizadores para su reproducción, también muchas plantas dispersan sus semillas en el aire y según el alto de la barrera y el tipo, puede ser que muchas de sus semillas no se dispersen a otro lado”, explicó.

El ambiente físico también se ha visto afectado, especialmente los cuerpos de agua cuyo flujo es interrumpido por las construcciones. El agua comienza a acumularse con demás material de arrastre y causa mucha presión que puede llegar a derribar el muro.

“Hay unas partes en Arizona que la Border Patrol sabe que esto sucede, y mejor le abren al muro para que el agua corra y no se destruya. Eso quiere decir que tienen que estar muy pendientes; es muy costoso mantener un muro en estas condiciones”, señaló.

La profesora agregó que las carreteras que usualmente hacen a un lado del muro para que las unidades de la Border Patrol circulen, fragmentan aún más el hábitat de muchas especies, porque además de la barrera, están estos carriles que “compactan mucho la tierra, generan mucho polvo y mucha erosión”.

A pesar de que México ha pedido a Estados Unidos buscar soluciones alternas que salvaguarden el ambiente de esta zona, el gobierno estadounidense no ha querido tomar en cuenta estas solicitudes.

“El diálogo podría ser la solución, sin embargo es un tema del que no se puede hablar”, indicó Córdova.

Lo que pretende el muro, dijo la investigadora, es reafirmar la seguridad nacional de Estados Unidos, “pero lo que no entienden es que la naturaleza es parte de la seguridad nacional, un ecosistema funcional es parte de tu seguridad nacional. (El muro) es una solución muy incompleta para un problema que se puede solucionar con políticas públicas”.