La comunidad del CBTis 270 al suroriente de Ciudad Juárez tiene 11 años solicitando al gobierno municipal accesos dignos al plantel. La falta de pavimentación y alumbrado público en la zona han afectado las actividades de la escuela, ocasionando el cierre de sus puertas cuando se presentan inundaciones por lluvias o el desbordamiento de aguas negras.
Por Jonathan Álvarez / YoCiudadano
Ciudad Juárez, Chihuahua.— El desierto cubierto por neumáticos desechados y basura doméstica inunda la vista de la colonia Carlos Castillo Peraza, un sector de alta marginación socioeconómica al suroriente de Ciudad Juárez, considerado como una Zona de Atención Prioritaria (ZAP).
En medio de ese escenario emerge una de las instituciones de educación media superior más grandes de México, el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTis) 270, cuyos alumnos han sido distinguidos con un sinfín de reconocimientos y trofeos de actividades culturales, científicas y deportivas.
En ese oasis en medio del desierto contaminado, alrededor de 3 mil 800 estudiantes transitan a diario por calles de polvo en los días soleados y por calles de lodo en los días nublados.
Llegar a la institución significa un reto en diferentes dimensiones; un reto en donde va de por medio incluso la vida, dice la subdirectora académica de la institución, Laura Edith Quintana Rocha, quien con tristeza relata que la falta de infraestructura vial, de pavimentación y señalamientos arrebató la vida de uno de los estudiantes del plantel en enero de 2019.
De acuerdo con reportes periodísticos, el 16 de enero de 2019 se reportó que un vehículo particular arrolló a un grupo de estudiantes que se dirigían a tomar sus clases al plantel del CBTis 270, justo en la intersección de la avenida Manuel Talamás Camandari y la avenida Lote Bravo, que actualmente es el acceso principal a la escuela. Este siniestro le costó la vida a Kevin, un joven estudiante de 16 años.
La avenida Lote Bravo no cuenta con ningún tipo de infraestructura. No hay banquetas, ni alumbrado público y mucho menos pavimento. Es un camino largo de terracería que da a una de las avenidas con más congestión vehicular de la zona, la avenida Manuel Talamás Camandari.
“Si usted se fija, ahí ya hay un paso peatonal (en la intersección de las avenidas Lote Bravo y Manuel Talamás Camandari). Eso lo pusieron a raíz de este accidente. O sea, tienen que pasar este tipo de cosas para llamar la atención (de las autoridades)”, lamenta la subdirectora de la institución.
Actualmente, el plantel no cuenta con calles dignas con pavimentación, señalética vial ni alumbrado público; en su lugar, docentes y alumnos transitan por senderos de arena, en el mejor de los escenarios.
La subdirectora Quintana y la docente Alva Sánchez, así como algunos de los estudiantes, cuentan que las actividades de la escuela se han visto afectadas debido a que, al carecer de calles pavimentadas, durante época de lluvias hay inundaciones.
La comunidad del CBTis también señala que se han tenido que suspender las clases debido a inundaciones de aguas negras alrededor del plantel. Para las autoridades administrativas del centro educativo, esto significa un problema de salubridad y condiciones indignas para los docentes y el alumnado.
“Estamos en una maravillosa escuela, en medio del desierto, de la basura que empobrece la dignidad de los estudiantes y los docentes”, asegura la subdirectora académica.
La calle se convierte en tierra de nadie durante las horas de entrada y de salida al plantel, pues al carecer de infraestructura y señalética vial los automovilistas usan el terreno incluso para jugar arrancones, según declararon algunos estudiantes del CBTis.
La lucha de la comunidad docente, administrativa y estudiantil del CBTis por accesos dignos al plantel se ha prolongado por 11 años, casi desde su fundación; así deja constancia la pila de oficios con sellos de “recibido” por parte del Gobierno Municipal, que hasta el momento no ha atendido las necesidades primordiales del plantel: la pavimentación, infraestructura vial, señalamientos, alumbrado público y la seguridad.
Una institución que nació para cubrir la necesidad de oferta educativa en contextos de violencia
La construcción del CBTis 270 se remonta a 2010, como resultado de la estrategia del Gobierno Federal ‘Todos Somos Juárez: Reconstruyamos la Ciudad’, una política de 160 acciones que se llevarían a cabo en 100 días; esto como respuesta al contexto de violencia en el que la ciudad se encontraba sumergida, en concreto, después de la masacre de Villas de Salvárcar por parte del crimen organizado en contra de adolescentes y jóvenes estudiantes.
La edificación del CBTis 270 se encuentra contenida en el compromiso 102, el cual fijaba como plazo el mes de diciembre de 2010 para que la zona del suroriente de Juárez contará con una institución de educación media superior.
“De estas problemáticas nacen estos proyectos inmediatamente, inclusive sin proyectarse como debe de ser; nace el CBTis 270 y el CBTis 269, que está al otro extremo de la ciudad para poder cumplir la cobertura en estas áreas vulnerables de la ciudad”, comenta Laura Quintana, la subdirectora de la institución.
Lo anterior se logró a medias en 2010, pues había un problema: el terreno sobre el que fueron construidos los primeros edificios de la institución era propiedad privada.
“El terreno en donde se construyó la escuela estaba a nombre de otra persona. Fue una historia de años para poder decir que la escuela es de nosotros, el Municipio negoció con el dueño original; fue una situación de un descuido grave, recuerdo que estaban construyendo y venía el señor (el dueño del predio) y decía: ‘este terreno es de nosotros, ya no sigan’”, narra la subdirectora.
La pugna por el terreno terminó hace tres años, poco antes de que la pandemia de Covid-19 azotara el mundo, recuerda la académica. Actualmente, las clases son impartidas de manera híbrida, con el propósito de atender las medidas sanitarias de prevención para evitar los contagios de Covid-19.
En 2010 los servicios educativos del CBTis comenzaron a brindarse en remolques. También se trabajó en instalaciones de las secundarias de la zona, hasta que se construyó el primer edificio de 12 aulas.
La primera generación de estudiantes alcanzó poco más de 600, con 300 egresados al final. Actualmente, la matrícula CBTis 270 es de 3 mil 800 alumnos, una cifra que ubica al plantel de educación media superior en los primeros tres lugares a nivel nacional.
Una lucha por la dignificación del espacio educativo
En voz de los propios alumnos, la falta de pavimentación en las calles de acceso al plantel, la falta de alumbrado público la poca pericia de algunos conductores, les ha llevado a presenciar actos de delincuencia.
Jorge* (seudónimo creado para proteger su identidad) es un estudiante de segundo semestre ha sido testigo de las inundaciones por aguas negras y de las lluvias en los alrededores del plantel.
Además, denuncia que no existe transporte público que entre por la calles de su escuela, por lo que debe caminar en medio del desierto para llegar al transporte público más cercano. Incluso comenta que en una ocasión fue acosado por una camioneta que tenía intenciones de “levantarlo” durante su trayecto a la escuela.
De acuerdo con la subdirectora académica, los caminos que deben transitar los alumnos diariamente para llegar al plantel los hacen susceptibles a ser víctimas de la inseguridad que se vive en la zona, ya que deben caminar por terrenos baldíos llenos de basura y sin visibilidad por las noches. La académica reporta que, en promedio, se registran entre cinco y seis incidencias de asaltos a estudiantes por año.
“Nos urge la pavimentación, nos urge la iluminación y la seguridad, que tengamos rondines de la Policía sobre todo a la hora de salidas en la tarde porque es un foco de riesgo para los jóvenes. Es imperante decir que urge muchísimo”, dice la subdirectora.
De hecho, de acuerdo con una encuesta de percepción de la Agencia de Estadística y Mercados S.C., el 49.4 por ciento de los habitantes del polígono del suroriente en donde se encuentra la institución reconoce sentirse inseguro en el sector.
Alva Sánchez, docente y coordinadora de vinculación del CBTis 270, actualmente es una de las principales impulsoras de un proyecto para que las dos calles que dan acceso al plantel, Avenida Lote Bravo y Soneto 156, sean pavimentadas y dotadas de la infraestructura de alumbrado público.
Alva llegó a la institución cuando apenas había sido construida la barda perimetral de lo que hoy es una de las escuelas de educación media superior más grandes de Chihuahua. Ingeniera civil de profesión, trabajó en el proceso de construcción y más tarde se incorporó como docente; actualmente se desempeña en el área de vinculación.
Sánchez relata que desde la institución se han hecho llegar decenas de oficios para solicitar la pavimentación de las calles de acceso al plantel al gobierno municipal, a las administraciones de Héctor Murguía Lardizabal, Enrique Serrano Escobar, Javier González Mocken, Armando Cabada Alvídrez y Cruz Pérez Cuéllar.
“Ya tenemos 11 años metiendo las cartas y las gestiones en Obras Públicas para que estas calles sean pavimentadas, y tenemos 11 años en donde no hemos tenido respuesta o la respuesta ha sido un no (…) ya es más que justo que tengamos un acceso digno”, El oficio más reciente se hizo llegar al presidente municipal Cruz Pérez Cuéllar en octubre de 2021.
En el documento se solicita darle seguimiento a oficios previos enviados desde el 2016, con respecto a la solicitud de pavimentación de las calles Soneto 156 y la avenida Lote Bravo que circundan el plantel.
“La importancia de nuestra solicitud ha radicado siempre en la seguridad de nuestra comunidad estudiantil, para poder llevar a cabo los proyectos educativos que se tienen contemplados de beneficio para el sector”, se lee en la petición de la escuela firmada por Norma Medina Rivas, directora del plantel.
En respuesta, el gobierno de Cruz Pérez Cuéllar indicó que la Dirección General de Obras Públicas del Municipio se encontraba realizando las gestiones necesarias para la elaboración de los proyectos de pavimentación solicitados; sin embargo, hasta el momento no se han dado a conocer los avances de dichos proyectos a la comunidad del CBTis 270.
Por su parte, el director general de Obras Públicas del Gobierno Municipal, Daniel González García, explicó en entrevista que desde la dependencia ya se elaboró el proyecto ejecutivo de pavimentación de la avenida Lote Bravo. Sin embargo existe un problema: no hay recursos para ejecutarlo.
De acuerdo con el funcionario, los recursos con los que contaba la dirección se encontraban etiquetados y el proyecto de pavimentación de la avenida Lote Bravo no entraba dentro de los parámetros dadas sus características, pues solo se estaban considerando proyectos de repavimentación. Sin embargo, consideró que contar con el proyecto ejecutivo es un avance importante, debido a que ninguna otra administración en el pasado lo había hecho.
González García consideró que se podría tener recurso para finales del año, de la partida presupuestal del Fondo de Infraestructura Social Municipal (FISM). Explicó que el proyecto ejecutivo elaborado por la dependencia municipal tomó tres meses y contempla infraestructura hidráulica, un camellón y banquetas a lo largo de 730 metros de la avenida Lote Bravo, desde el tramo que comienza en la calle Soneto 156 hasta la avenida Manuel Talamás Camandari.
El funcionario agregó que ejecutar el proyecto tendría un costo aproximado de 40 millones de pesos, pero no contemplaría el alumbrado público por el momento. La instalación de una red de alumbrado público tendría un costo extra de 12 millones de pesos, consideró.
A pesar de que el último oficio enviado por la institución a la Dirección de Obras Públicas solicitaba el apoyo para pavimentar las calles Avenida Lote Bravo y Soneto 156, ambos accesos al plantel, el funcionario desconoció la situación de la segunda calle. Agregó que, ante la falta de presupuesto, la comunidad del CBTis podría gestionar un proyecto a través de la figura del Presupuesto Participativo.
“Es una vialidad bastante grande, es un proyecto de bastante impacto. Desde que yo entré ya lo traíamos en el radar, pero aquí se funciona con fondos y si hay alguna manera de que ellos puedan gestionar el Presupuesto Participativo, adelante. El proyecto ejecutivo es un gran avance que no se había hecho, no sé por qué”, finalizó.
Participación ciudadana, la alternativa
El 14 de enero, Alva Sánchez y otros docentes se sumaron al Seminario de Participación Ciudadana sobre Presupuesto Participativo convocado por Red de Vecinos de Juárez, un programa de Plan Estratégico de Juárez, A.C. Esto como parte de ‘Comunidades Juárez’, un proyecto de intervención social en el suroriente de Ciudad Juárez que es apoyado por la Fundación del Empresariado Chihuahuense, A.C. (FECHAC).
Los oficios y peticiones para la pavimentación de las calles de acceso al CBTis 270 hasta el momento no habían rendido frutos. Sin embargo, aún les queda un recurso más: el Presupuesto Participativo.
El Presupuesto Participativo nace con la Ley de Participación Ciudadana del Estado de Chihuahua, promulgada en junio de 2018, e instruye a los municipios a utilizar el cinco por ciento de sus recursos anuales de libre disposición en proyectos de la ciudadanía.
De acuerdo con la ley, el Presupuesto Participativo es un mecanismo de gestión y participación social, que mediante las consultas directas a la población, permite que los proyectos de la ciudadanía se vean cristalizados.
Estos proyectos pueden estar orientados a obras y servicios públicos, seguridad pública, actividades recreativas, deportivas y culturales, infraestructura, recuperación de espacios públicos, medio ambiente, seguridad sanitaria y servicios de salud, según lo estipulado en la ley.
Es ahí donde la comunidad del CBTis 270 ha puesto sus esfuerzos para que, después de una lucha que les ha llevado once años, arranque la construcción de accesos dignos al plantel.
De acuerdo con Mariel Martínez, coordinadora de participación comunitaria en Red de Vecinos, un grupo de docentes impulsados por la maestra Alva Sánchez han trabajado arduamente en dos proyectos que contemplan la pavimentación de las calles Soneto 156 y la avenida Lote Bravo, los dos accesos principales al plantel educativo.
En los proyectos, además de la pavimentación, se está solicitando la instalación de luminarias y la colocación de la señalética vial para resguardar la seguridad de los estudiantes y docentes. De aprobarse el proyecto, no solo beneficiaría a los más de 3 mil 800 alumnos que componen la matrícula estudiantil, sino a más de 20 mil familias que habitan las colonias aledañas, considera Alva Sánchez.
Alva hace énfasis en que el beneficio sería intergeneracional, pues quedaría la infraestructura para las generaciones venideras.
“El presupuesto participativo es una belleza, ya tenemos todo listo, ya nada más estamos esperando a que salga la convocatoria. El proyecto ya está socializado con los docentes, quienes apoyarán en el tema de las votaciones. Es bien importante para nuestros alumnos tener estos accesos para resguardar su integridad”, describe Alva.
Este año el presupuesto participativo contempla 250 millones de pesos para toda la ciudad. Los proyectos que sean propuestos por la ciudadanía primero deben ser aprobados por el Consejo Consultivo de Participación Ciudadana del Municipio (CCPC), para después ser sometidos a votación popular.
Aquellos proyectos que tengan más votos son los que se ejecutarán durante el año. Mientras tanto, el CCPC se reunió el pasado 22 de febrero para trabajar en la convocatoria del Presupuesto Participativo 2022, la cual podría salir a mediados de marzo; una convocatoria en la que la comunidad del CBTis 270 pone sus esperanzas de llevar a buen el proyecto que han elaborado docentes, padres de familia y especialistas de Red de Vecinos de Juárez.
Para la subdirectora del plantel, Laura Edith Quintana Rocha, el habilitar accesos a la institución dignificaría a la población estudiantil. Una población que a pesar de las adversidades ha destacado en un sin número de actividades deportivas, culturales y científicas.
“Tenemos unos estudiantes maravillosos. Una riqueza en cuestión de creatividad, arte, cultura, académico, es increíble lo que aquí podemos observar de los estudiantes, lo rico que somos en esencia (…) En el último evento que tuvimos de arte y cultura tuvimos nueve preseas, destacando a nivel local, estatal y nacional. Hemos destacado en dibujo, en fotografía, creación literaria, canto, danza y deportes”, enfatizó.