A pesar de que el tema de la migración no les compete directamente, el IMM ha atendido 10 casos de mujeres migrantes
A pesar de no contar con un programa estructurado que atienda a mujeres migrantes, el Instituto Municipal de las Mujeres (IMM) ha atendido 10 casos en lo que va del año, indicó Saraí García Espinoza, titular de la unidad de Trabajo Social y Transversalidad de la Perspectiva de Género del instituto.
“Tenemos una unidad, más que un programa de atención y canalización a mujeres, y aquí entran mujeres en general y mujeres migrantes”, mencionó García Espinoza.
Explicó que la mayoría de mujeres migrantes que llegan al IMM en busca de apoyo, provienen del sur del país y son víctimas de distintos tipos de violencia, aunque también han documentado casos en los que el objetivo no es huir de la violencia, sino buscar oportunidades de empleo en Estados Unidos.
Una de las principales problemáticas que ha identificado el instituto, es que al no tener recursos “los migrantes llegan a la ciudad a vivir en una tapia porque no tienen dónde. La van adecuando para poder vivir ahí, pero no tienen servicios básicos y aquí se genera este trabajo vinculado para darles el apoyo que requieren”, dijo.
El procedimiento para atender a las mujeres migrantes, inicia desde el momento en que ellas se acercan al IMM, comentó García Espinoza.
Luego se les hace una entrevista en el área de Trabajo Social para conocer su historia y saber cómo ayudarlas.
Dependiendo de su situación, se canaliza con las dependencias correspondientes, y el instituto la acompaña durante todo el proceso “hasta saber que ella ya está segura”, agregó.
Para las mujeres que solamente necesitan apoyo con alimentos, vivienda, ropa, medicamentos, o cualquier otra necesidad básica, se realizan todos los procedimientos de oficios o solicitudes para las dependencias que tengan la capacidad de poder apoyar.
El artículo 30 de la Ley de Migración, ordena al Instituto Nacional de las Mujeres a realizar acciones interinstitucionales que “permitan atender la problemática de las mujeres migrantes y avanzar en el cumplimiento de los tratados y convenios internacionales”.
Asimismo, promueve que se realicen acciones para mejorar la condición social de la población femenina migrante, principalmente para erradicar la discriminación contra ellas.