mayo 19, 2025
Sociedad

En su visita a Baborigame, tierra de desplazados, Sheinbaum deja ese tema fuera de su agenda

Cerca de 3 mil personas esperaron a Claudia Sheinbaum para mostrar su realidad cotidiana: desplazamientos forzados masivos, saqueo criminal e inmoderado del bosque, falta de agua, negligencias en el sistema de salud, entre otros que enfrenta la comunidad del municipio de Guadalupe y Calvo, en la Sierra Tarahumara

Por Patricia Mayorga / Raíchali

Baborigame.— Un grupo de niñas recibió a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en su visita a Baborigame, del municipio de Guadalupe y Calvo, en el llamado Triángulo Dorado. Ahí Sheinbaum entregó títulos de propiedad de parte de su territorio a la comunidad rarámuri de Mogótavo, del municipio de Urique, y a la comunidad ódami de Mesa Colorada, municipio de Guadalupe y Calvo.

En medio de un fuerte dispositivo de seguridad con decenas de unidades del Ejército mexicano, entre éstas tanquetas y ambulancias de la Guardia Nacional, de Seguridad Pública estatal y de la Fiscalía General del Estado, esperaban alrededor de 3 mil personas para mostrar su realidad: desplazamientos forzados masivos, saqueo criminal e inmoderado del bosque, falta de agua, negligencias en el sistema de salud, entre otros.

Y es que Guadalupe y Calvo se ha convertido de nuevo en la tierra del desplazamiento forzado por la lucha entre los carteles de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación en alianza con el brazo armado del cartel de Juárez, La Línea, cuyo principal negocio actualmente es la tala del bosque y otro tipo de extractivismo.

Un grupo de mujeres desplazadas que han conformado el colectivo Odótame (ódami, tarahumaras, mestizas), vestidas con sus trajes coloridos tradicionales, se presentaron con una pancarta que decía “Bienvenida, señora presidenta. Colectivo Odátame, personas desplazadas”. Se prepararon para hacerse visibles y entregar una carta a Sheinbaum, ya que las personas desplazadas no eran parte de la agenda presidencial de este día.

Colectivo de mujeres desplazadas, Odátami

En la carta, respaldada por firmas y copias de credencial de elector, le pidieron que garanticen los derechos básicos como vivienda, alimentos, trabajo, educación y salud digna, entre otros, ya que el Estado no puede garantizarles retornos seguros a sus territorios porque la violencia incrementa cada vez más.

Decenas de comunidades llegaron a Baborigame. Algunas personas llegaron después de hasta cinco horas de caminar, debido a que no pueden pasar por los caminos normales porque los intimida uno de los grupos delictivos.

Otras comunidades llegaron de los municipios de Madera, Bocoyna, Urique, Batopilas, entre otras.

Un día antes del arribo de la presidenta, la cabecera del municipio de Guachochi, por donde pasaron y se hospedaron servidores públicos federales y estatales, y otras personas que iban al evento, vivió momentos de terror durante la noche del jueves y la tarde del viernes.

La noche del jueves otros dos grupos delictivos se enfrentaron en pleno centro, balearon viviendas, incendieron un vehículo y atemorizaron a todo el pueblo. El viernes tiraron la señal telefónica y la de internet. Decenas de personas del gobierno federal y otras que se hospedaron el jueves en Guachochi para viajar al siguiente día al evento de Sheinbaum, fueron testigos de los hechos violentos. El mismo viernes alrededor de las 13:00 horas, continuó el enfrentamiento. En ese contexto llegó la presidenta a la Sierra Tarahumara

Entrega títulos de propiedad a Mogótavo y a Mesa Colorada
Entrega de títulos de propiedad a las comunidades de Mogótavo y Mesa Colorada

En el evento realizado este sábado 17 de mayo, la titular del Ejecutivo federal firmó el Decreto que avala a Mesa Colorada, en el Rancho Las Agujas, como dueña de 502 hectáreas como propiedad comunal tradicional, ya que se ubicaba en terrenos nacionales. Bertha Rivas Vega, mujer ódami de la comunidad, fue quien recibió el documento.

El gobernador tradicional de Mogótavo, Luis González Rivas, recibió el título de propiedad por 317 hectáreas. La comunidad es del pueblo rarámuri y se ubica en las Barrancas del Cobre del municipio de Urique. Este logro lo obtuvieron a través del Programa de Atención a Conflictos Agrarios (PADCA), ya que por lo menos 12 empresarios han comprado ese territorio en fracciones, a pesar de que la comunidad ha habitado el lugar ancestralmente.

Esta es la segunda visita presidencial de Claudia Sheinbaum a la Sierra Tarahumara. La primera fue en diciembre, cuando restituyó parte de su territorio a las comunidades de Bosques San Elías Repechique en el municipio de Bocoyna y Guasachique, del municipio Balleza.

En entrevista, el gobernador de Mogótavo, Luis González Rivas, dijo que se trata de un pequeño avance porque la propietaria que vendió su parte para que el gobierno federal lo titule a nombre de la comunidad rarámuri, pareciera que lo hicieron sólo por el dinero y no por reconocer realmente al pueblo indígena que ha habitado ahí durante décadas.

Enrique Parra, segundo gobernador de Mogótavo, opinó que la entrega de los títulos es una pequeña ganancia, “es un poco después de 45 años de lucha, de lograr lo que nos van a dar”. Sin embargo, dijo, aún falta que se les reconozca todo el territorio que han habitado, así como otros más en la Sierra Tarahumara.

José Ángel Rivas Vega, abogado ódami y habitante de la comunidad de Mesa Colorada, dijo en entrevista: “estoy que no me la creo todavía, aunque yo sé que no se van a quedar conformes (los caciques), nos va a seguir dando lata. Conociendo a esas personas que están ahí, aún no me siento tan contento. Qué padre que estén reconociendo, pero creo que se tiene que atender todo el contexto porque para ellos (caciques) los papeles no cuentan, nos ven como inferiores a los indígenas.

“Legalmente, ya con el documento, se pueden usar otras estrategias legales para hacer valer nuestro territorio. Lo que tendría que pasar es que ya no haya impunidad. Lo que tendría que pasar es tener la respuesta de la autoridad. La comunidad se cansó de presentar denuncias, llegamos hasta 18 por despojo, desaparición, agresión, amenazas, robo de ganado y de todo ese tipo. De esas carpetas muchas prescribieron, muy pocas no. Son del fuero común y una del fuero federal por apertura de camino y cambio de uso de suelo. Ninguna autoridad nos dio ni informó resultados. El mismo Estado lo hace como estrategia para cansarnos”, apuntó.

Durante el evento, un grupo de mujeres desplazadas que han conformado el colectivo Odótame (ódami, tarahumaras, mestizas) le entregó una carta a la presidenta, para solicitarle que les garanticen los derechos básicos como vivienda, alimentos, trabajo, educación y salud digna, entre otros, ya que el Estado no puede garantizarles retornos seguros a sus territorios porque la violencia incrementa cada vez más.

El capitán general de la comunidad de Baborigame, Carlos Rivas Herrera, dio la bienvenida a la presidenta y que por primera vez un titular del Ejecutivo visita su tierra e hizo un llamado a atender el constante saqueo del bosque de la Sierra Tarahumara.

Captura de video de transmisión en vivo

“Los bosques que son la piel de nuestro mundo, el lugar donde vivimos y que nos dejaron nuestros antepasados para cuidarlo. Con tristeza y preocupación, vemos que se acaban los árboles y con ello el agua, los animales, las plantas que nos curan y nos alimentan. A esta pérdida constante y saqueo del bosque, se suma la falta de lluvias y con ello la escasez de agua para nuestras familias y animales. Pedimos a usted un programa de buen manejo, protección, uso del bosque, dela gua y todos los bienes naturales que además nos dé seguridad en su cuidado”, enfatizó el líder ódami.

Carlos Rivas le pidió, a nombre de todos los pueblos indígenas de la Tarahumara, que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) apoyen con programas de retención, cuidado y distribución de agua a nuestras familias. Pidió además que mejoren los servicios de salud en Baborigame y en toda la sierra, con suficiente medicamento, médicos y enfermaras que hablen su idioma y respeten sus costumbres.

“Reiteramos la necesidad de una coordinación efectiva entre el gobierno federal y estatal, con la instalación de un hospital en esta localidad. Le solicitamos garantizar la educación primaria en los diferentes idiomas de los pueblos que vivimos en la sierra. No se aprende cuando no se entiende lo que se enseña”, agregó y pidió apoyo para las vivienda, mejoramiento de caminos y electrificación.

Esas y otras peticiones fueron el resultado de una reunión previa del Plan Justicia, en el que participan las autoridades tradicionales de las Sierra Tarahumara.

Claudia Sheinbaum destacó el paso que dieron con la entrega de títulos de propiedad y afirmó que continuarán con la entrega de a otras comunidades que lo han solicitado, una vez que terminen sus respectivos procesos.

Con la presidenta llegaron a Baborigame los titulares de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Edna Elena Vega Rangel; de la Secretaría del Bienestar, Ariadna Montiel Reyes; el director general del INPI, Adelfo Regino Montes; de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Jesús Antonio Esteva Medina; de la CFE, Emilia Esther Calleja; el director general del IMSS, Zoé Robledo; el director general de Conagua, Efraín Morales Lopez; la subsecretaria de ordenamiento agrario e inventarios de la propiedad de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Griselda Martínez Vázquez; el procurador agrario, Víctor Suárez Carrera; el coordinador general de Programas para el Bienestar, Carlos Torres Rosas y el director en jefe del Registro Agrario Nacional, así como la alcaldesa de Guadalupe y Calvo, Ana Laura González Arreola.

Claudia Sheinbaum informó que hoy inició el programa de caminos artesanales, que inicia con 16 proyectos para la región y cada año realizarán más, adelantó; pidió además a Emilia Calleja y a Adelfo Regino que atiendan los problemas de electrificación que tienen todas las comunidades y que es una demanda fuerte en el Plan de Justicia.

Captura de video de transmisión en vivo

“Viene también Zoé Robledo, director del IMSS, para que junto con el director del IMSS Bienestar cumplan con todas las solicitudes que les están haciendo para el acceso a la salud. Con el procurador agrario y Edna, vamos a seguir cumpliendo con la justicia territorial. Efraín Morales vino para resolver el problema dela acceso al agua y le encargo para que le diga a la secretaria de Semarnat, resolver la restauración de bosques en toda la Sierra Tarahumara y de esta zona”, expuso.

Reiteró que además de los programas del Bienestar que ya existen y que ahora son derechos constitucionales, este año implementarán el programa de Pensión Mujeres Bienestar, para aquellas que tengan entre 60 y 64 años; la Beca universal para niñas y niños que van a la escuela pública y el programa Salud Casa por Casa.

Sobre el último programa, les propuso en Baborigame la creación de escuelas de enfermería para que esta capacitación sea parte de todo el ciclo de educación media superior, de tal forma que en tres años, la comunidad tenga enfermeros y enfermeras de su propio pueblo y que hablen el idioma.

Nuestras solicitudes de apoyo fueron desatentidas: alcalde de Guachochi, en medio de una grave crisis de violencia

Mientras se desarrollaba el evento, el alcalde de Guachochi, José Miguel Yáñez Ronquillo, lanzó una carta dirigida a la presidencia a través de redes sociales:

Presidenta Sheinbaum:

Me dirijo a usted con el respeto institucional que corresponde, pero también con la firmeza que exige el momento que estamos atravesando. Soy presidente municipal de Guachochi, un territorio que usted conoce bien por su relevancia estratégica y social en la Sierra Tarahumara.

Guachochi no es solo una cabecera municipal. Es el corazón logístico, educativo, comercial, de salud y de servicios de toda la Sierra. Aquí confluyen miles de personas provenientes de comunidades indígenas y mestizas que encuentran en nuestro municipio un punto de abastecimiento, atención y desarrollo.

Esa misma centralidad ha hecho de Guachochi un lugar codiciado por grupos delictivos que buscan afianzarse en zonas clave del país. Aun así, hemos hecho frente. Con trabajo preventivo, inversión en deporte, desarrollo urbano, promoción turística y organización comunitaria, hemos sostenido una convivencia armónica.

Pero también hemos hecho mucho más. Desde el gobierno municipal hemos gestionado recursos materiales, equipado a nuestra policía, adquirido patrullas, capacitado a nuestro personal de seguridad e invertido una cantidad significativa de recursos en acciones preventivas. Nos hemos tomado en serio la tarea de preservar la paz, no desde el discurso, sino desde el trabajo diario.

No ha sido fácil. Cada episodio de violencia desanima a nuestra población. Pero con resiliencia y amor por nuestra tierra, una y otra vez retomamos el rumbo. Lo hemos hecho organizándonos en marchas por la paz, en coordinación con autoridades eclesiásticas, comerciantes y sociedad civil.

Sin embargo, los hechos ocurridos el 15 y 16 de mayo nos obligan a alzar la voz. En medio de una situación crítica de seguridad, nuestras solicitudes de apoyo fueron desatendidas. La respuesta que recibimos por parte de las fuerzas de seguridad fue que estaban asignadas a su gira programada para el día 17 de mayo en esta región.

Presidenta, el temor que usted pudo haber sentido al visitar la Sierra Tarahumara, lo sentimos aquí todos los días. La diferencia es que nuestras familias no tienen a su disposición 200 elementos de seguridad, ni helicópteros, ni operativos de bajo perfil. Y sin embargo, con lo poco que tenemos, hacemos mucho.

Pero también es cierto que nos han recortado recursos. Su gobierno ha reducido el presupuesto que llega a los estados y municipios, limitando aún más nuestras capacidades para actuar.

Entonces, ¿cómo entender el discurso que habla de reducción de índices delictivos y disminución de asesinatos, cuando el miedo crece en nuestras calles? ¿No le parece una contradicción decir que hay paz cuando el respaldo institucional se ausenta justo cuando más se necesita?

Presidenta, la seguridad no tiene colores. La tranquilidad de los mexicanos no puede ni debe ser objeto de revanchas presupuestarias. Todos trabajamos para que este país crezca: algunos desde el servicio público, otros desde el comercio, otros desde las aulas, pero todos —todos— merecemos realizar nuestro trabajo en paz. Los ataques políticos no nos merman; los hemos superado e incluso ganado, porque cuando se trabaja con amor y honestidad por la comunidad, la gente lo percibe, lo valora y lo respalda.

Por eso le hago un llamado sincero, y me sumo con responsabilidad y ánimo constructivo a integrar un Plan de Tranquilidad, Paz y Crecimiento para esta noble región que tanto aporta a nuestro México, esto acompañado del incremento de fuerzas federales que solamente llagarían a esta región por instrucción directa de su alta investidura dadas las múltiples responsabilidades que atienden en todo el país.

Aquí seguimos trabajando, presidenta. Pero necesitamos que su gobierno también esté presente.

Atentamente
José Miguel Yáñez Ronquillo

Este contenido es publicado por YoCiudadano con autorización de Raíchali. Da clic aquí para ver el original.