julio 2, 2025
Investigaciones

Distribuidor Vial Talamás-Independencia, la millonaria obra de movilidad que ‘olvidó’ a los peatones

Aunque se presentó como la obra de movilidad más importante y costosa de la primera administración municipal del alcalde Cruz Pérez Cuéllar, el distribuidor vial permanece sin cruces peatonales seguros. A pesar de que se contrató esta infraestructura, fue omitida y deducida por más de 11 millones de pesos.

Por Jonathan Álvarez / YoCiudadano

Ciudad Juárez, Chihuahua.– Presentado como el proyecto de movilidad más ambicioso de Juárez, el Distribuidor Vial Talamás-Independencia costó casi 400 millones de pesos y se convirtió en la obra estrella de la primera administración de Cruz Pérez Cuéllar. Su construcción, sin embargo, excluyó completamente a las personas peatonas.

Aunque el contrato principal por 267 millones de pesos (OP-085-2023) incluía banquetas, rampas, guías podotáctiles, bolardos y señalamientos, el documento de finiquito revela que todos esos conceptos fueron omitidos. La empresa constructora reportó deducciones por más de 11 millones de pesos correspondientes a esa infraestructura.

Sin cruces seguros, líneas peatonales, ni accesibilidad para personas con discapacidad, la obra más costosa del gobierno municipal terminó siendo, hasta hoy, un proyecto exclusivamente pensado para automóviles.

Foto: Jonathan Álvarez.

Entre retrasos y sin opciones para peatones, concluyó la obra insignia

El distribuidor fue justificado por el alto tráfico vehicular —más de 73 mil autos al día, según estima el Gobierno Municipal— y consistió en la construcción de cuatro puentes y cuatro pasos a desnivel con los que los conductores ahorrarían hasta 40 minutos en sus traslados.

La obra arrancó en octubre de 2023 y estuvo a cargo de Antonio Akel Quintana, Grupo Koraachi y Urbanissa, tres de los contratistas más beneficiados durante la primera administración de Cruz Pérez Cuéllar.

Aunque originalmente se anunció un plazo de ocho meses, fue inaugurada a medias un año después, en octubre de 2024, sin garantizar condiciones mínimas para el cruce peatonal.

A casi un año de aquella apertura parcial, los accesos peatonales siguen incompletos. Hay banquetas altas y algunos señalamientos, pero el resto de la infraestructura contratada sigue sin ejecutarse.

El municipio firmó un contrato adicional (OP-249-2024) por 43 millones de pesos con Antonio Akel Quintana y Grupo Koraachi para subsanar pendientes, incluyendo las rampas y las cebras peatonales. Aunque este debía concluir en mayo de 2025 y se reporta un avance del 95 por ciento, los cruces siguen sin adecuarse.

Foto: Jonathan Álvarez.

Los 11 mdp ahorrados de la infraestructura peatonal

De acuerdo con el catálogo de conceptos y el finiquito de la obra del distribuidor vial, los contratistas omitieron varios rubros clasificados como de “imagen urbana”, entre los cuales se encontraban las obras de infraestructura peatonal que suma más de 11 millones 083 mil 607 pesos.

Estos incluyen la construcción de banquetas de concreto por un monto total de 9 millones 825 mil 724 pesos.

También se encuentra la construcción de rampas peatonales cuyo monto fue de 242 mil 398 pesos.

Los cruces del distribuidor vial también deberían de contar con guías podotáctiles y ranuras para personas con discapacidad visual, trabajos contratados por 585 mil 724 pesos.

Parte de la infraestructura peatonal para un cruce seguro es la colocación de bolardos que también fueron omitidos en la obra. Este último concepto tenía un costo de 181 mil 274 pesos.

Foto: Jonathan Álvarez.

Además, las constructoras estaban obligadas a pintar 172 metros cuadrados de cruces peatonales en color amarillo, con un costo total de 41 mil 888 pesos, así como a aplicar pintura azul en las rampas, por un monto de 182 mil 200 pesos.

Las empresas también debieron de colocar siete señalamientos preventivos de peatones por 24 mil 364 pesos.

Todos los conceptos fueron deducidos en el finiquito de la obra, sin embargo, en la actualidad hay algunos señalamientos y banquetas altas que no cumplen con los estándares de construcción.

Ciudad hecha para los carros

Alejandro González, arquitecto e integrante de la Red de Vecinos de Juárez, explica que aunque hay señalamientos en algunos puntos del distribuidor, estos no indican con claridad por dónde deben cruzar los peatones, debido a la ausencia de líneas amarillas. Agrega que los cruces no son intuitivos y obligan a zigzaguear, mientras que las banquetas construidas no permiten un tránsito seguro para personas con discapacidad o adultos mayores.

Afirma que este tipo de obras reflejan una falta de visión para hacer una ciudad para las personas pues es común que el gobierno ejecute obras sin tomar en cuenta a los peatones.

Nayade Inés de la Cruz Ramos, integrante de los colectivos Desiertos Andantes, Fixießeat y Peatones Heróicos, considera que el estado de la infraestructura peatonal en Juárez es preocupante, pues las calles no garantizan accesibilidad universal ni inclusión.

Foto: Jonathan Álvarez.

Desde los colectivos se ha señalado la omisión de infraestructura peatonal en el Distribuidor Talamás-Independencia, pero nunca recibieron respuesta por parte de las autoridades.

“Las autoridades se están saltando pasos, filtros o no están informadas o, en el peor de los casos, no les importa”, advierte.

Nayade señala que la omisión contraviene un amplio marco normativo como la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, que obliga a priorizar a las personas peatones y exige diseñar calles completas con infraestructura segura, accesible y diferenciada para personas con discapacidad y movilidad limitada.

“En la ley estamos avanzados, sin embargo, la autoridad municipal no está aún a la altura”, dice. Añade que el derecho a la movilidad segura y sostenible es la llave de acceso a otros derechos fundamentales como la salud, la educación y el trabajo.

Tanto ella como Alejandro coinciden en que obras como esta no están pensadas para quienes caminan, sino para agilizar el flujo de vehículos. Una lógica, dicen, que responde a una visión capitalista donde lo importante es mover vehículos con mercancías para la industria maquiladora, no garantizar traslados seguros para las personas.