diciembre 5, 2024

Desde el suroriente, ayudan a construir juventudes con más oportunidades

Ciudad Juárez, Chihuahua.— El trabajo con las juventudes en situación de vulnerabilidad le ha dejado dos grandes enseñanzas a Perla Cristal Hernández Hernández: saber escuchar y a no etiquetar. Perla Hernández, facilitadora del Modelo Desafío de la Fundación Comunitaria de la Frontera Norte, ha incursionado como formadora y educadora de jóvenes en situación de vulnerabilidad desde el año 2018. Hoy, trabaja con 27 jóvenes en el Centro Comunitario de Riberas del Bravo Etapa 3, a quienes dota de habilidades para la vida, empleabilidad y el deporte. Al igual que Perla, Alice Arteaga trabaja como facilitadora en el Centro Comunitario Frida Kahlo desde el año 2013. Para ella, el trabajar con las juventudes de esta zona le ha dado como aprendizaje que los procesos de resiliencia se llevan a cabo de manera diferente.

“No es lo mismo esta juventud del suroriente a las juventudes en el poniente, dependiendo del contexto, los procesos son diferentes en cómo resuelven sus conflictos y cómo afrontan una pérdida”, explica.

Perla Hernández y Alice Arteaga son dos de las ocho facilitadoras del Modelo Desafío, que trabajan por las juventudes en situación de vulnerabilidad en toda la ciudad. El Modelo nació como un programa de la Fundación Comunitaria de la Frontera Norte, ante la necesidad de brindar capacitación a las juventudes que no tienen oportunidades de empleo ni de estudio. Alice cuenta con una vasta experiencia. Desde que se encontraba estudiando la licenciatura en Sociología se interesó por las condiciones juveniles. Eso la llevó a encontrarse con la Fundación Comunitaria de la Frontera Norte, en donde realizó sus prácticas profesionales. Desde que se integró al modelo, en la generación 12, supo que sus conocimientos y experiencia los aplicaría en la zona suroriente de Juárez: “siempre he estado en esta zona, es donde me siento cómoda, donde puedo hacer mejor mi trabajo”, comenta. Por su parte, Perla Hernández también cuenta con experiencia en el trabajo con juventudes, pues antes de Desafío colaboraba con el Instituto Chihuahuense de la Juventud. Desde esa trinchera conoció a la Fundación Comunitaria de la Frontera Norte. Por experiencia, Perla fue invitada a formar parte de los facilitadores. “(El trabajo con las juventudes) me han enseñado escuchar. Muchas veces los jóvenes son catalogados, pero jamás se les escucha, cuáles son sus necesidades o qué es lo que piensan. También me enseñaron a no etiquetar, porque somos una sociedad en donde etiquetamos a las personas”, detalla. Como ejemplo de lo anterior, con orgullo explica que uno de los jóvenes que participaron en el modelo, aunque era etiquetado por su vestimenta, es una persona que está interesada en ayudar a su comunidad. Como resultado de su formación en el modelo, el joven cuenta con una barbería en Riberas del Bravo, en donde los domingos hace cortes gratuitos a los niños.

“Hace cortes gratuitos para los niños y hace actividades en beneficio de su colonia, Riberas. Lo que muchas veces quieren los jóvenes es ser escuchados y no que vean lo malo”, comenta.

Tanto para Alice como para Perla, lo más difícil que han experimentado durante su labor es que algún joven no logre terminar con su proceso de formación por diversas situaciones.

“Cuando los chicos entran con alguna ilusión y esperanza y que en algún momento se vayan quedando en el camino, por cuestiones en las que no se puede coadyuvar, que se escapa de tus manos, es lo más fuerte”, narra Alice.

Lluvia Bárcenas, coordinadora de formación en el Modelo, explica que la mayoría de los facilitadores que colaboran con la fundación tienen mucha experiencia en el trabajo con las juventudes. Las ocho facilitadoras reciben una capacitación de dos semanas intensivas en donde se les brindan todas las herramientas para implementar el modelo, comenta. Actualmente, el Modelo tiene abiertas sus inscripciones para la generación número 22, la cual iniciará actividades en abril del presente año. Los jóvenes, de entre 16 a 29 años cumplidos, que deseen formar parte de la generación, pueden registrarse en la lista de espera. La convocatoria inicialmente está dirigida a jóvenes que no estudian y no trabajan. Con el modelo, tendrán la oportunidad de capacitarse en habilidades para la vida y en disciplinas como electricista, electromecánica, mantenimiento industrial, jr. chef, técnico en aplicación de uñas y cosmetología. Las actividades del Modelo Desafío, son llevadas gracias al apoyo de la Fundación del Empresariado Chihuahuense, A.C. (FECHAC), en el marco del proyecto de ‘Comunidades Juárez’.