Luego de una investigación de más de un año, el comité vecinal del fraccionamiento Los Colorines ha denunciado un irregular cambio de uso de suelo aprobado por la anterior dirección de Desarrollo Urbano
Desde hace más de un año, vecinos del fraccionamiento Los Colorines se han manifestando en contra de la construcción de un edificio en el que sospechan —por sus características físicas— que se establecerán oficinas, aunque en el permiso emitido originalmente por la Dirección General de Desarrollo Urbano consta que se trataría de departamentos.
Los colonos aseguran que la construcción de oficinas en el sector dañaría la plusvalía de sus viviendas e irrumpiría en el fraccionamiento de tal modo que acabaría con la tranquilidad de sus habitantes.
Luego de múltiples oficios enviados a la Dirección de Desarrollo Urbano y al Cuerpo de Regidores para denunciar esta situación, y de solicitudes de audiencia ignoradas por el ex-Alcalde Javier González Mocken, los vecinos de Los Colorines han descubierto un irregular cambio de uso de suelo a favor del particular Héctor Rodolfo Robles Castillo, aprobado por la administración pasada.
Pese a que el fraccionamiento está clasificado por el mapa catastral del Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP) como “Habitacional” (o H-60, oficialmente), al dueño de la edificación se le aprobó en septiembre, a un mes antes de la conclusión del gobierno municipal anterior, un cambio de uso de suelo a “Comercial y de Servicios Distritales”, que debe contar con la anuencia de los vecinos y que, sin embargo, no ha sido cancelado.
A más de un año de iniciada la investigación, y con más del 60 por ciento de avance en la construcción del edificio—clausurado provisionalmente por anomalías en su estructura—, los vecinos del fraccionamiento Los Colorines han mantenido una pugna con la administración municipal para detener la edificación de lo que, desde su punto de vista, representa un daño a su patrimonio y un posible tráfico de influencias en la Dirección de Desarrollo Urbano.
Vecinos investigaron durante más de un año; autoridades justificaron construcción
En octubre de 2015, los vecinos del fraccionamiento Los Colorines conformaron un comité vecinal para solicitar información respecto de la construcción ubicada en los lotes 1835 y 1836 de la calle Profesora Luz Cid de Orozco al entonces director de Desarrollo Urbano, Eleno Villalba Salas, sin obtener respuesta alguna.
En el oficio enviado a Desarrollo Urbano, los vecinos manifestaron que las características arquitectónicas del edificio les generaban dudas sobre su verdadera finalidad e hicieron constar: “hemos preguntado a dueños y trabajadores del lugar qué tipo de construcción llevan a cabo, y actúan de manera muy sospechosa diciendo primero que una casa habitación, después que departamentos y luego, en el absurdo, que no saben qué construyen”.
Asimismo, sin respuesta, solicitaron a Villalba Salas el tipo de permiso de construcción que se autorizó y la zonificación del plano catastral para el fraccionamiento Los Colorines.
Posteriormente, el 2 de enero de 2016, solicitaron la misma información a la nueva titular del cargo, Lilia Irasema Aguirre Castañeda, quien asumió la titularidad de la Dirección de Desarrollo Urbano el 4 de noviembre de 2015 en sustitución de Eleno Villalba (invitado a gestionar las oficinas de seguimiento de las obras de regeneración del Centro Histórico).
Los vecinos expresaron que Jesús Kurdi, de la Dirección de Desarrollo Urbano, les informó de manera verbal que la construcción no contaba con permiso y que por ello había sido detenida el día 7 de enero. No obstante, dos días después continuaron las obras.
La directora de Desarrollo Urbano confirmó a los vecinos que la construcción del edificio se reanudó debido a que en el expediente constaba que la licencia 9897 autorizaba la instalación de departamentos en los 369.34 metros cuadrados del predio propiedad de Mirna Robles Castillo.
Los vecinos identifican, sin embargo, a Héctor Rodolfo Robles Castillo como responsable de la obra, quien es a su vez propietario de la empresa ‘ROCSA Ingeniería en seguridad’. Uno de los vecinos asegura haber recibido confirmación del mismo Robles Castillo de que en el edificio se establecerían oficinas.
En el periodo de febrero a abril, los vecinos de Los Colorines enviaron oficios denunciando la problemática y solicitando respuestas al Cuerpo de Regidores, al entonces presidente municipal Javier González Mocken, a la diputada federal por el tercer distrito Maria Ávila Serna y, nuevamente, a la directora de Desarrollo Urbano.
Asimismo, solicitaron al Departamento de Planeación Ecológica el estudio de impacto ambiental correspondiente a esa edificación, mismo que no fue aprobado por la dependencia “pues no se le dio seguimiento a la Solicitud de Información Complementaria”, según consta en una misiva firmada por el jefe del Departamento, Víctor Javier Serna.
El último contacto entre el comité vecinal del fraccionamiento Los Colorines y las autoridades de la administración pasada, se dio en el mes de abril.
En un oficio firmado por Lilia Aguirre Castañeda, la funcionaria asegura que, tras dos revisiones a al edificio —efectuadas los días 11 de enero y 28 de marzo—, se determinó que no existían anomalías en el mismo, por lo que se ratificó la aprobación de la licencia de construcción.
Los vecinos, inconformes con la respuesta de la autoridad municipal, se manifestaron frente a la propiedad de Mirna Robles el sábado 16 de abril.
Actual administración clausuró la obra; comité vecinal presenta denuncias formales
Apenas iniciado el gobierno de Armando Cabada Alvídrez, el lunes 10 de octubre, los vecinos solicitaron una postura por parte de la nueva administración municipal ante la construcción del edificio en Los Colorines. Previamente, el 16 de agosto, el comité había enviado el expediente completo a la oficina de transición del entonces Alcalde electo.
En octubre se solicitó nuevamente la intervención de la dirección de Desarrollo Urbano, actualmente encabezada por Lilia Ana Méndez Rentería, quien informó sobre la clausura del inmuebles el día 18 del mismo mes, debido a irregularidades entre el proyecto autorizado y la construcción que se llevaba a cabo.
No obstante, Méndez Rentería advirtió sobre un cambio de uso de suelo aprobado para ese predio, que autorizaba la licencia de construcción para “Comercio y Servicios Distritales”. El cambio de uso de suelo se aprobó por la administración pasada el 2 de septiembre, un mes antes de su conclusión, y actualmente se encuentra en revisión para establecer si se apega al Plan Director Urbano.
El plano catastral del IMIP permite únicamente la instalación de vivienda en el fraccionamiento Los Colorines. La zonificación permitida es “Habitacional”, identificada en el plano como “H-60”.
Bajo la zonificación secundaria “Comercio y Servicio Distritales”, se estipula que únicamente se permitirá la edificación de “cafés, cocinas económicas, taquerías, burrerías, etc.”, así como de “Club social y salón de fiestas infantiles”, con uso condicionado; es decir, con la anuncia de los vecinos. La misma clasificación establece que, en caso de controversia vecinal, el permiso será revocado.
Sin embargo, el permiso de construcción no ha sido cancelado. Las obras se encuentran suspendidas, pero podrían reanudarse en cualquier momento, siempre y cuando el propietario efectúe las adecuaciones solicitadas por la Dirección de Desarrollo Urbano.
La actual titular de la dirección ha accedido a reunirse con el comité vecinal de Los Colorines para abordar la problemática, pero ha declarado que no puede contravenir el permiso de construcción, ya que fue autorizado por una administración pasada.
En un oficio fechado el 10 de noviembre, la Lilia Méndez Rentería afirma “respecto a las dudas manifestadas sobre el porqué de dicha autorización, no me encuentro en condiciones de dar respuesta su petición ya que su servidora no era parte de la administración en ese momento”.
El día de hoy, martes 22 de noviembre, el comité vecinal de Los Colorines entregó una denuncia formal ante la Secretaría del Ayuntamiento —recibida por Anahí Martínez Vargas, asistente del secretario Roberto Rentería Manqueros—, así como a la Contraloría Municipal. A la entrega de las denuncias se sumaron los Regidores Eduardo Fernández Sigala, secretario de la Comisión Revisora de Fraccionamientos y Condominios, y José Ubaldo Solís, coordinador de Desarrollo Urbano.
Los vecinos reiteraron que no claudicarán en su esfuerzo por impedir la construcción de oficinas comerciales en el fraccionamiento Los Colorines, y en denunciar las irregularidad respecto al cambio de uso de suelo autorizado por la anterior titular de Desarrollo Urbano. En caso de que en el edificio se instalen departamentos, como lo señalaba la licencia originalmente, manifestaron su conformidad con la obra que actualmente se encuentra clausurada.