Ciudad Juárez, Chihuahua.- Daniel García es de Ciudad Juárez, tiene 32 años y desde hace dos años, dice, es “consciente su condición” de hombre transgénero. A partir de entonces, buscó cambiar el nombre que le dieron sus padres por uno que realmente lo identificara. Ahora, es el primer juarense transgénero en obtener legalmente el cambio de nombre en el Registro Civil de Chihuahua. Cuando inició los trámites para hacer su cambio de nombre, apoyado por la asociación civil ‘Cheros’, que se dedica a promover amparos en el estado para las personas trans que deseen hacer este procedimiento, Daniel pensó que iba a ser un proceso “desgastante y caro”. Fue todo lo contrario. Daniel cuenta que el proceso tomó alrededor de seis meses y solamente costó 500 pesos, cantidad que dio de forma simbólica a la asociación civil. “El 11 de julio me llamaron para decirme que la Suprema Corte de Justicia de la Nación había emitido el fallo a mi favor en mi proceso de amparo… estaba súper feliz y muy nervioso porque después de tanto problema y de una lucha tan grande, tener una victoria que me va a dar herramientas para que la próxima que alguien quiera discriminarme, poder decir que si el estado reconoce mi identidad, no tendría por qué cualquier otra persona negarse a respetarme”, comenta con una sonrisa en su rostro. Sin embargo, todavía faltaba un paso: acudir al Registro Civil para que se emitiera una nueva acta de nacimiento con el nombre que él deseaba. Daniel recuerda esa fecha con exactitud, como si fuera la fecha de su nacimiento. El lunes 20 de agosto, Daniel sostuvo en sus manos el acta de nacimiento en la que se leía:
“Fecha de registro: 20 de agosto de 2018.
Datos de la persona registrada: Daniel Leonardo García Salinas”
“Yo creo que parecía un niño chiquito que acababa de nacer y realmente así fue”, afirma mientras ve fijamente el documento oficial. Al tener un documento que demuestra que su nombre es Daniel, no tendrá que explicar a todas las personas su caso, como lo hacía antes, cuando sus ex compañeros de trabajo se burlaban de él. Desde su experiencia, como una persona anteriormente cisgénero (persona cuya identidad de género coincide con su sexo biológico) y como hombre transgénero, asegura que la comunidad trans sufre más discriminación por parte de la sociedad ya que “despertamos un odio desmedido en algunas personas. De hecho, los crímenes de odio hacia las personas trans suelen ser mucho más duros, sobre todo a las mujeres trans”. “Sí ha sido tan crudo como imaginé que sería, pero vale la pena. Definitivamente yo ya no podría vivir de otra manera; con tal de evitarme problemas, pues no”, dice con firmeza. Y aunque le haya costado un despido injustificado en una empresa maquiladora donde sufrió discriminación, Daniel ha logrado que en su nuevo lugar de trabajo, otra empresa maquiladora, la gerencia de recursos humanos tome consciencia sobre su caso. “Cuando salí de turno, alguien me hizo una burla cuando yo pasé. Hizo la seña que hacen para referirse a las personas homosexuales hombres y eso fue muy frustrante porque en el tiempo que me identifiqué como lesbiana, mi corporalidad era muy diferente porque nunca fui del tipo de lesbiana que se mostraba masculina. Nunca di un indicio de que fuera a transicionarme de esta manera. Nunca tuve una situación de discriminación grave que me haya hecho sentir mal, hasta ahora que estoy viviendo plenamente como una persona transgénero”, comenta Daniel. Después de la discriminación que sufrió, la empresa se disculpó con él y comprendieron lo importante que era para Daniel que lo llamaran por el nombre con el que él se identifica. Por ello le otorgaron un nuevo gafete en donde la parte frontal mostraba su fotografía y el nombre “Daniel”, mientras que en el reverso del plástico se encontraban sus datos legales, pues para este tiempo, Daniel todavía no contaba con la nueva acta de nacimiento que lo identificara como hombre. Para Daniel es importante que su historia se dé a conocer pues lamenta que aún existan personas de la comunidad LGBT que desconocen sus derechos; “a veces parece que debemos acostumbrarnos a la discriminación, verlo como algo normal y como algo que tenemos que cargar por nuestra condición”. “Sé los riesgos que implica (hacer visible su caso), como recibir burlas…pero también necesito que las demás personas sepan que esto es posible y se animen a adecuar su situación”, enfatiza. Hasta el momento, según Daniel, en el estado únicamente cinco personas trans han realizado este proceso; cuatro son de la capital del estado y él de Ciudad Juárez.