El Coordinador de Estudios y Proyectos de la descentralizada comentó que era poco probable que se trata de un brote natural de agua
La Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) confirmó que el escurrimiento de agua que desemboca en la calle Lirios de la colonia Felipe Ángeles, no es de la red de tuberías que maneja la descentralizada, por lo que podría tratarse de un acuífero.
El escurrimiento de agua lleva en la zona desde hace más de 25 años, de acuerdo con los colonos.
El Coordinador de Estudios y Proyectos de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, Adelaido Leos Rodríguez, comentó que era poco probable que se tratara de un brote natural de agua y que era más factible que fuera una fuga.
Sin embargo, de acuerdo con el reporte de la JMAS, el análisis de calidad del agua en el escurrimiento determinó que no existe presencia de cloro libre, por lo que el brote de agua no corresponde a una fuga de la red de agua potable.
El brote de agua podría ser de un acuífero que es una formación geológica por la que circulan o se almacenan aguas del subsuelo, de acuerdo con la definición señalada por la JMAS en la Ley de Aguas Nacionales.
Según esta Ley, los acuíferos pueden ser extraídos para su explotación, uso o aprovechamiento y es causa de infracciones administrativas el desperdiciar el agua en contravención, de acuerdo con su artículo 119.
Durante la visita al lugar, Leos Rodríguez se mostró extrañado acerca de que se tratara de un escurrimiento natural de agua, pues, de ser así, habría sido aprovechado por la JMAS dadas las necesidades de agua potable que hay en la ciudad.
De acuerdo con el reporte de la JMAS, realizado por el ingeniero Raúl Luévano García, una cuadrilla de la descentralizada acudió al lugar para comprobar que no hubiera fuga en las líneas de agua potable.
La cuadrilla encontró que las líneas de agua potable se encontraban en buenas condiciones. También se cerró la válvula que alimenta la privada de la calle Higuera durante toda una mañana para ver si tenía efecto en el escurrimiento, pero no hubo cambio.
La cuadrilla terminó por instalar un tubo ranurado para captar el agua, el cual encauza el agua hacia el alcantarillado, por lo que, de tratarse de un escurrimiento natural, se habría desperdiciado ese recurso desde hace más de 25 años.
La JMAS además informó que, de ser un escurrimiento natural, deberá ser regulado por la federación y advirtió que el agua emanada no es potable debido a la presencia de coliformes fecales.