A 14 años del asesinato de Marisela Escobedo, organizaciones se manifestaron en la Cruz de Clavos, frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua, para exigir justicia y denunciar la impunidad en su caso y en el de su hija, Rubí. Las autoridades siguen sin garantizar la seguridad de las mujeres, señalaron.
Por Karla Quintana / Raíchali
Chihuahua, Chihuahua.— En el marco del 14 aniversario del asesinato de la activista Marisela Escobedo, diversas organizaciones, encabezadas por el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (CEDEHEM), realizaron una protesta en la llamada Cruz de Clavos, frente al Palacio de Gobierno en la ciudad de Chihuahua.
El evento rindió homenaje a la memoria de Marisela y se denunció la impunidad que rodea su caso y el de su hija, Rubí Marisol Frayre. “Las puertas de la justicia siguen cerradas”, mencionó la también activista Alma Gómez.
Luego de estar en la Cruz de Clavos, las personas asistentes cruzaron la calle Aldama para prender veladoras y colocar una ofrenda floral en la placa metálica que está justo frente al palacio gubernamental, donde la noche del 16 de diciembre del 2010 Marisela cayó tras recibir un balazo.
Marisela sostenía en ese entonces un plantón en demanda de justicia por el feminicidio de su hija Rubí. Días antes del crimen, ella sentenció lo que sería su muerte: “si me va a venir este hombre a asesinar, que venga y me asesine aquí enfrente (del Palacio de Gobierno) para vergüenza del gobierno”.
“Marisela vive, vive. Porque las circunstancias que la llevaron hasta ser asesinada en la puerta de Palacio de Gobierno siguen vigentes. Las autoridades de todos los niveles son omisas, responsables e ignorantes de sus obligaciones en relación con atender, prevenir y sancionar la violencia contra las mujeres. Marisela es la expresión más cruda y terrible de lo que es la lucha de una madre por buscar primero a su hija y luego justicia. Murió en las puertas de Palacio porque la autoridad no supo protegerla”. destacó Alma Gómez Caballero.
Por su parte Ruth Fierro, directora del Cedehm, recordó que la familia de Marisela vive desplazada forzadamente en otro país, “y con un sostenido incremento de violencia contra las niñas y mujeres en Chihuahua, este sigue siendo la vergüenza del gobierno, en todos sus niveles”, indicó.
Durante el evento, las organizaciones también exigieron al gobierno mexicano la asignación de presupuesto suficiente para combatir la violencia de género, el cumplimiento puntual de la alerta de género con participación activa de la sociedad civil y la implementación de las recomendaciones emitidas por organismos internacionales de derechos humanos.
Asimismo, demandaron la adopción de medidas efectivas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra mujeres, niñas y adolescentes, en línea con los compromisos establecidos por los tratados internacionales.
Marisela llevaba más de una semana enfrentando el frío en un plantón en la plaza Hidalgo, cuando, cerca de las 21:00 horas, un hombre descendió de un vehículo, se acercó a ella, la encañonó y, después de seguirla hacia la entrada del Palacio, le disparó en la cabeza. Las cámaras de seguridad registraron el momento en que Marisela perdió la vida de manera inmediata.
En agosto de 2008, su hija Rubí Marisol Frayre Escobedo desapareció. Ante la inacción de las autoridades, Marisela se convirtió en la principal investigadora del caso.
Las pruebas que recabó permitieron determinar que Rubí había sido asesinada por su pareja, Sergio Rafael Barraza Bocanegra. Durante el juicio, Marisela declaró que luchaba para que el feminicidio de su hija fuera el último en Chihuahua. Sin embargo, el tribunal absolvió y liberó al asesino confeso.
La activista Alma Gómez recordó el incansable esfuerzo de Marisela, quien no solo exigió justicia, sino que investigó por cuenta propia el caso de su hija, proporcionando a las autoridades información crucial sobre el paradero del asesino.
La placa que recuerda el lugar donde Marisela Escobedo fue asesinada se colocó por primera vez el 8 de marzo de 2011 y estaba hecha de metal, pero ese mismo día fue retirada por el gobierno del estado.
Ante esto, se comenzaron a colocar réplicas en el pavimento y la banqueta, de manera constante, hasta que llegó a Chihuahua una caravana encabezada por Javier Sicilia, quien también buscaba justicia por el asesinato de su hijo.
Durante su recorrido hacia Ciudad Juárez, en esa misma plaza conocida como la Cruz de Clavos, se volvió a instalar la placa metálica, y Sicilia declaró que cualquier persona que se atreviera a retirarla tendría relación con el asesinato de Marisela.
“Esa placa que está ahí no fue la primera placa para recordar donde cayó Marisela, donde se regó su sangre. Unos minutos antes de que llegaran los asesinos, las puertas de palacio de gobierno fueron cerradas. A la hora que ella corre para buscar ayuda, eso fue lo que encontró: puertas cerradas de este palacio de gobierno que se suponía que deberían de estar abiertas, que se suponía que deberían de tener guaridas. No había absolutamente nadie. Recordamos la muerte de Marisela, recordamos sobre el feminicidio de ella y su hija rubí”, externó Graciela Ramos, de la agrupación “Mujeres por México”.
Critican que se haya quitado de la ley la ‘violencia psicológica vs las mujeres’
“El feminicidio no consiste solamente en muertes violentas, y hay cosas aquí en el estado de Chihuahua que no entendemos. Por una parte, se presenta un programa de derechos humanos de las mujeres por parte del gobierno del estado, pero unas semanas antes, el Congreso desaparece la violencia psicológica dentro de la Ley Estatal del Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia”, criticó la activista Graciela Ramos.
Ese señalamiento lo hizo al acusar que si bien el caso de Marisela Escobedo fue un feminicidio, previo a ello hubo violencia familiar, sin que éste pudiera investigarse ni condenarse. “El de Rubí fue asesinato por la pareja; por el esposo de Marisela”, recordó.
Graciela Ramos señaló que la violencia psicológica es la forma de agresión más común que sufren las mujeres en sus relaciones de pareja. Al recordar a Marisela y su incansable lucha, destacó que las autoridades, responsables de garantizar la seguridad y la vida de todas las personas, siguen sin cumplir con esta obligación.
“Sin ninguna explicación, no entendemos qué sucede con nuestras autoridades. La violencia psicológica es la principal violencia que sufren las mujeres por su pareja sentimental. Entonces, en este día que recordamos a Marisela, que recordamos su ardua lucha”, expresó Ramos.