noviembre 21, 2024
Sociedad

Aprocáncer: una posibilidad de vida

Con 32 años de experiencia, la asociación Aprocáncer ha enfocado sus esfuerzos en la atención y detección temprana de los cánceres cervicouterino, de mama, testicular y de próstata. Como parte de su programa de detección oportuna, brinda estudios gratuitos de mastografía, ultrasonidos mamarios, papanicolau y pruebas de antígenos prostáticos (PSA) para hombres.

Por Elizabeth Ramos / YoCiudadano

Ciudad Juárez, Chihuahua.— A Matilde Sánchez le diagnosticaron cáncer de mama por tercera vez en 2020. El desconocimiento y la falta de un seguimiento médico oportuno, así como los tratamientos y operaciones sin éxito, ocasionaron que el cáncer regresara más agresivo y se propagará a otras partes de su cuerpo.

Cuando supo que el cáncer había regresado, Matilde, de 55 años, visitó diferentes médicos y hospitales, pero siempre encontró la misma respuesta: que ya no la podían operar ni dar quimioterapias porque su cáncer ya estaba muy avanzado.

Ya no tenía esperanzas. Andaba batallando mucho, ya me había quedado sin servicios (médicos), sin saber a dónde ir y, como ya tenía metástasis, se complicó mucho”, cuenta Matilde.

El cáncer de Matilde se manifestó por primera vez en 2016, cuando sintió una ‘bolita’. Desconcertada acudió a revisión en el municipio de Durango, donde vivía entonces, y el médico, con desconocimiento y poca empatía, le dijo que no había nada que hacer y solo le recetó vitaminas y medicamento para el dolor.

Al poco tiempo, todavía sin un diagnóstico preciso, regresó con su esposo a Ciudad Juárez en busca de empleo. Un día, mientras trabajaba, sintió un dolor muy fuerte en el pecho que la sofocó, como si le estuvieran clavando una estaca en el corazón, describe. Otra vez, con dudas y miedo, acudió a urgencias en el Seguro Popular.

Matilde les contó de la bolita que tenía y los médicos le hicieron una mastografía, una biopsia y un ultrasonido. Los resultados revelaron que tenía cáncer de mama, una noticia que la dejó en silencio por varios minutos.

“Pasaron unos 5 o 10 minutos, y le digo, ‘bueno ¿hay solución o ya no hay solución?’, y me dice la doctora: sí, sí hay solución, pero va a entrar y salir del hospital un año, ¿cómo la ve?”, recuerda.

Luego la canalizaron al Hospital General, donde le dieron quimioterapia para detener el crecimiento de las células cancerosas y después operarla. Pero lo que parecía el fin era en realidad el inicio de “una lucha muy grande por todos lados”, dice Matilde.

Foto: Elizabeth Ramos

En 2018, cuando se acercaba su operación, el Seguro Popular –que surgió como una alternativa de seguridad social– desapareció, como muchos otros programas sociales.

“Nos dijeron a muchos pacientes ‘háganle como puedan’, porque ya no hay apoyo”, recuerda. Para Matilde, la noticia fue “una catástrofe”, porque su dolor era insoportable y la operación urgente.

De voz en voz, encontró una asociación civil que la ayudó con la operación del tumor y durante un año su salud se estabilizó. Sin embargo, no obtuvo quimioterapias, lo que causó que el cáncer regresara. Tras una nueva operación, aunque sin seguimiento adecuado, en 2020 el cáncer de mama regresó por tercera vez, más agresivo: invadió la tráquea, el pulmón y parte de la espalda.

En su búsqueda de atención médica, relata, regresaba cada día más desanimada y angustiada. “Después de tantas noticias, le digo a mi esposo ‘me siento a morir, la verdad’, porque estaba muy triste: yo me siento morir”.

Más de treinta años al servicio a la comunidad

Con 32 años de experiencia, Aprocáncer A.C. ha enfocado sus esfuerzos en la atención y detección temprana de cáncer cervicouterino, de mama, testicular y de próstata. Sus inicios en 1992 fueron impulsados por un grupo de mujeres que detectó los numerosos casos de cáncer infantil que surgieron en la ciudad durante los años 90 y la falta de instituciones para atenderlos.

Raquel Velázquez, administradora de la asociación civil, explica que a mediados de 1998, cuando abrió el Hospital Infantil de Especialidades, Aprocáncer —que surgió como la Asociación Protectora de Niños con Cáncer— se dio a la tarea de canalizar a todos sus pacientes infantiles para no duplicar esfuerzos y extender sus servicios a la población joven y adulta con padecimientos similares.

Actualmente, la asociación se ubica en la colonia Partido Díaz. En sus inicios rentaba un local, pero con los apoyos y donativos que han recibido de la Fundación del Empresariado Chihuahuense (FECHAC) y del Programa de redondeo Smart logró adquirir equipo y su actual domicilio.

Velázquez dice que el espíritu de Aprocáncer es el de servir a la comunidad. Tiene 13 años trabajando en la asociación y considera que quienes la conforman comparten ese mismo sentir. “Sentimos que de alguna manera nos apoyaron a nosotros, entonces queremos retribuir todo ese apoyo a las demás personas”, comenta.

Oficinas de Aprocáncer / Foto: Elizabeth Ramos

Actualmente, Aprocáncer ofrece servicios médicos, preventivos e integrales, como orientación, consultas médicas con especialistas oncólogos y cirujanos, biopsias, tratamientos de quimioterapia, así como atención psicológica y de tanatología. También brinda mastectomías y reconstrucciones de seno.

De acuerdo con Velázquez, en 2023 lograron atender a 100 personas y administraron 148 quimioterapias. El cáncer más atendido fue el de mama, seguido del de colon, cérvicouterino, ovario y próstata, respectivamente.

Los años posteriores a la pandemia, cuenta, fueron cruciales para la organización, pues, aunque no podía atender a muchas personas, el número de quimioterapias fue alto: 291 tan solo en 2022.

Raquel explica que antes pensar en el cáncer era pensar en la muerte, pero una de las metas de la asociación es que la gente lo vea como una posibilidad de vida: que, una vez detectado, lo atiendan rápido, antes de que se haga más grande.

‘¡Vámonos para arriba!’ 

Frente a un panorama poco alentador, tras recorrer varios hospitales y médicos, en varias ocasiones las amigas y conocidas de Matilde le recomendaron acudir a la asociación civil Aprocáncer, pero su miedo la detenía.

“El cáncer se salió de control. Pensé que ya no había nada que hacer, pero esas personas me dieron esperanzas: ‘ve a Aprocáncer, ve a Aprocáncer’”, le decían.

Cuando finalmente se decidió, Matilde relata que no encontró palabras de desánimo; al contrario, pese a los diagnósticos negativos, en Aprocáncer le brindaron de inmediato el tratamiento que necesitaba: “tome estas pastillas, ¡pero empiece hoy!”, le indicó el oncólogo.

Para Matilde, la noticia fue una oportunidad de vida. Recuerda que cuando le dieron los medicamentos se llenó de energía y esperanza: “¡vámonos para arriba!”, fue su respuesta.

El paso de Matilde por Aprocáncer ya lleva cuatro años. La operaron para retirar el tumor y ahora recibe quimioterapias y seguimiento médico para terminar por completo con el cáncer. Además recibe acompañamiento psicológico.

“Me dieron un tratamiento muy fuerte, pero muy bueno, porque la bola que traía, que era como otro seno, se fue secando, se fue secando, hasta que se deshizo”, relata.

Matilde Sánchez / Foto: Elizabeth Ramos
Juárez, primer lugar en cáncer de mama en Chihuahua

A nivel estatal, Juárez ocupa el primer lugar con más defunciones por cáncer de mama en el estado, seguido por los municipios de Chihuahua, Cuauhtémoc, Delicias e Hidalgo del Parral, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud de Chihuahua.

Durante 2022 y 2023 se registraron 260 fallecimientos en el municipio, y hasta septiembre de 2024 habían 87 defunciones por cáncer de mama. Las edades en las que prevalece esta enfermedad van de los 55 a los 59 años, seguido por el rango de los 50 a 54 y de los 45 a 49.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Chihuahua es la tercera entidad con las tasas más altas de defunciones por cáncer de mama, luego de Ciudad de México y Nuevo León, que ocupan el primero y segundo lugar, respectivamente.

Datos de la Secretaría de Salud de Chihuahua obtenidos a través de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), indican que de 2022 a septiembre de 2024 en Ciudad Juárez se registraron 471 egresos de pacientes con cáncer de mama, tan solo de los hospitales del Instituto Chihuahuense de Salud (ICHISAL).

Julia Torres, directora de Aprocáncer, reconoce que los casos de cáncer han ido en aumento, sin embargo, opina que esto también refleja que cada vez más se detectan a tiempo.

Vázquez advierte que otro factor destacado es la edad, pues cada vez son más jóvenes las personas que presentan algún tipo de cáncer, que solía ser un padecimiento en personas mayores de 40: “ahora son en menos de 30, de 20 años”, señala.

Frente al panorama, la importancia de la prevención y detección se ha convertido en uno de los principales ejes de la asociación. Por ello, actualmente cuenta con una unidad móvil que lleva sus servicios de exploraciones mamarias, papanicolau y pruebas de antígeno prostático en las colonias del poniente.

También lleva a cabo otras actividades de concientización como la tradicional carrera ‘Córrele que no te alcance’, el ‘Zumbatón’ y campañas permanentes de donación de cabello o de patrocinio económico para pacientes.

Julia Torres, directora de Aprocáncer / Foto: Viviana Martínez
Detección oportuna, clave contra el cáncer

Desde 2016, Aprocáncer apuesta por la detección oportuna del cáncer. Velázquez explica que en el transcurso de años identificaron que los pacientes que llegaban a la asociación presentaban un padecimiento muy avanzado, producto de diversas dificultades, principalmente de tipo financiero.

Ante las limitantes económicas, la falta de seguro social, el miedo y el desconocimiento a la hora de realizarse estudios médicos, la organización, con el apoyo de la FECHAC, lanzó el programa ‘Detección oportuna, posibilidad de vida’.

“Lo primero es la información para sensibilizar la importancia de estos padecimientos, que son muy caros, muy tardados y, ante las limitantes económicas, aquí te hacemos el estudio”, resalta Velázquez.

Otro de los servicios que ofrece Aprocáncer es el acompañamiento a través de la terapia psicológica y de tanatología, para que los pacientes atiendan su salud mental y entiendan su enfermedad.

Raquel Vázquez señala que el cáncer es una enfermedad que “no solo te ocupa físicamente, sino mental, espiritual y económicamente, y no solamente al que lo padece, sino también a los familiares, a los cuidadores”.

Foto: Elizabeth Ramos