Ciudad Juárez, Chihuahua.— Ayer, en rueda de prensa, las directoras de las organizaciones Centro Familiar para la Integración y Crecimiento (CFIC) y Derechos Humanos Integrales en Acción (DHIA), anunciaron su renuncia al Sistema de Protección Municipal a Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), debido a que desde su instalación no se ha llevado ninguna sesión ordinaria del mismo ni se le ha asignado un solo peso de presupuesto. Blanca Navarrete García (DHIA), acompañada por Silvia Aguirre Lomelí (CFIC), dio lectura a la carta que enviaron al Secretario del Ayuntamiento, Roberto Rentería Manqueros, en la que informan los motivos de su renuncia al Sistema y señalan las inconsistencias en su operación. En la misiva se indica que el Sistema sólo ha realizado reuniones de carácter informal, con funcionarios de segundo nivel sin facultades para la toma de decisiones, y que “no cuenta con presupuesto, aún cuando su funcionamiento requiere de recursos para investigación, realización de diagnósticos y sistema de información para operar”.
Denuncian simulación en SIPINNA; instalación fue ‘un evento mediático’
Navarrete García y Aguirre Lomelí calificaron al SIPINNA como “un órgano inoperante que en los hechos, no existe”, y dijeron que por 18 meses atestiguaron “la simulación que se vive en la administración municipal en lo que concierne a la grave problemática” del número de asesinatos de niñas, niños y adolescentes, que hasta el mes de mayo sumaban 28. Las especialistas puntualizaron que justo un año después de la instauración del SIPINNA se registró el caso de James Martín Camacho Padilla —un niño de 7 años de edad reportado como desaparecido en enero de este año y encontrado sin vida un mes después en Riberas del Bravo—, y que ese trágico acontecimiento tampoco dio pie a que el Sistema sesionara formalmente por primera vez. Declararon además que el reciente caso del niño David Rafael Santillán Vargas fue “la gota que derramó el vaso“ y acusaron que “la indolencia y falta de voluntad política” permitieron que no se realizara un sola acción para prevenir esos acontecimiento, pues “la autoridad no estaba preparada para prevenir o reaccionar a una emergencia como la acontecida”.