Municipio implementó programa para combatir hacinamiento; construyó en zonas de riesgo, sin consultar necesidades de la población, coinciden expertas
Ciudad Juárez, Chihuahua.— De acuerdo con Lourdes Romo Aguilar, académica experta en temas de medio ambiente, recursos naturales y riesgos ambientales del Colegio de la Frontera Norte (COLEF), la implementación del programa municipal ‘cuartos independientes’ debió coordinarse con otras áreas del Gobierno local para verificar que no fueran instalados en zonas de riesgo; de lo contrario, se fomenta el crecimiento y la construcción en zonas que no son propicias para la urbanización, opinó la especialista.
Romo cuestionó además el uso del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal (FISM), pues se podrían haber atendido otras necesidades prioritarias de los ciudadanos: “¿por qué no ver qué es lo que le falta a esa colonia, qué es lo que necesita, qué es lo que le duele?”.
La académica añadió que el fondo pudo utilizarse para disminuir la vulnerabilidad de las personas que se encuentran en zonas de riesgo.
“Es un proyecto implementado como si fueran iguales todas las circunstancias y todas las colonias. Yo no sé si hubo un trabajo de diagnóstico para ver si realmente esas familias necesitaban o querían un cuarto”, dijo Romo Aguilar.
De acuerdo con información oficial, el programa de construcción de cuartos carece de un programa de seguimiento para conocer la efectividad en el combate al hacinamiento.
Romo Aguilar señaló que el daño a las viviendas construidas en donde hay riesgo de deslizamiento es poco perceptible, pues el material se deteriora lentamente, sin que lo anterior signifique que sus habitantes no estén en peligro actualmente.
Según la especialista en riesgos ambientales, las viviendas que se encuentran en zonas de riesgo no aumentan su plusvalía, además de que posiblemente no estén regularizadas y en el ámbito social las personas prefieren permanecer en dichas zonas, pues ahí crean redes de apoyo y el riesgo pasa a segundo plano, puesto que las consecuencias ocurren de manera ocasional.
Mediante oficio girado por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología se informó al alcalde, Armando Cabada Alvídrez, que el Municipio construyó cuartos en zonas de riesgo en la colonia Anapra y que además la Dirección de Asentamientos Humanos expedía cartas de regularización en zonas donde está prohibido construir.
Según la doctora Romo Aguilar, las zonas de riesgo no deben ser regularizadas, y tampoco debe fomentarse la construcción a menos que exista infraestructura que disminuya el riesgo: “es ir contra la propia ley (…) la ley sí obliga a respetar lineamiento como no construir en zonas de riesgo, así de sencillo”, señaló.
Cuartos no deben estar separados de las viviendas; son abandonados o usados como bodegas
Por otra parte, la doctora en arquitectura Leticia Peña Barrera opinó que el programa implementado por la administración municipal sí podría disminuir el hacinamiento, sin embargo, la construcción de cuartos independientes del resto de la vivienda no le da funcionalidad, pues se encuentran alejados de otras áreas de uso común como la cocina y el baño.
La doctora Peña Barrera, especialista en temas de hacinamiento y segregación socio-espacial en la vivienda, cuestionó si la construcción de cuartos es realmente una necesidad prioritaria de las personas y agregó que es necesario un análisis detallado del espacio y del beneficio que representa para las familias.
Peña Barrera comentó que lo ideal es que el Municipio ofrezca un programa con diferentes “paquetes” dadas las necesidades de las personas. Así, algunas personas podrían solicitar un baño o la ampliación de otro espacio.
“Hay familias que tienen tres habitaciones, pero un sólo baño: eso es hacinamiento diurno”, explicó la doctora Peña.
En una visita a las colonias que fueron más beneficiadas con la construcción de cuartos ‘independientes’ —en las colonias Ladrillera, Felipe Ángeles y Lomas de Poleo— se pudo observar que varios de los cuartos construidos por la administración municipal se encuentran separados del resto de la vivienda.
No obstante, las Reglas de Operación del Programa de Infraestructura, de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), que indican que los municipios podrán implementar programas para el mejoramiento de la vivienda en la modalidad de ‘ampliación’, dictan que los cuartos deberán construirse adosados (pegados) a la vivienda, en su caso, a no más de tres metros de ésta.
Según el testimonio de una vecina de la colonia Ladrillera que fue beneficiada con un cuarto, ella no vive en hacinamiento, pero aceptó la habitación con la intención de rentarla y poder obtener ingresos.
Sin embargo, la falta de un baño hizo que nadie estuviera interesado en alquilar la recámara, la cual permanece sin ser habitada y es usada como bodega.
