Ciudad Juárez, Chihuahua.— En el año 2010, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció el derecho humano al agua y al saneamiento, pues el agua “potable limpia y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos”. En el Municipio de Juárez, el servicio de agua potable corre a cargo de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, que depende de la Junta Central, una descentralizada del Gobierno del Estado. Pese a la larga batalla legal entre el Gobierno Municipal y el Estatal, la custodia de la junta sigue siendo del gobierno estatal. Según la Encuesta Intercensal 2015 del Instituto Nacional de Geografía y Estadística, en Juárez hay 15 viviendas por cada mil que no cuentan con agua entubada; 19 de cada mil no cuenta con una fuente de abastecimiento de agua por servicio público; 13 de cada mil, sin drenaje; 29 de cada mil, sin red pública para el desalojo de desechos; 27 de cada mil con fosa séptica, y una de cada mil utiliza una barranca o grieta para disponer de sus desechos. Aún con los asuntos pendientes, la ciudadanía juarense evaluó de manera aceptable su satisfacción con el servicio de agua. Mediante la Encuesta de Percepción Ciudadana Así Estamos Juárez realizada en noviembre de 2019, quienes habitan esta ciudad le dieron, en promedio, una calificación de 8.1 puntos de 10 posibles.
Llega el agua pero no de la calidad esperada
Existen normas que indican la cantidad de elementos que puede tener el agua para considerarse potable. Ya sea por tratamiento o el contenido, las dependencias que proveen agua deben cumplir con estas normas para que el consumo no derive en problemas de salud que afecten el desarrollo de las personas. Las y los juarenses calificaron con 7.19 puntos su satisfacción con la calidad del agua en 2019, muy por encima de la evaluación del 2018, de 6.74 puntos, que representó el mínimo histórico en este rubro.
Deficiencias afectan al norponiente
En el distrito local 2 se han reportado deficiencias en el servicio y calidad del agua potable. De aquí deriva que sea el distrito con menor calificación en su satisfacción con el servicio y el segundo peor calificado en cuanto a calidad. Pese a la disputa en curso por violación del derecho a agua potable para la población de esta zona, la solución por parte de la descentralizada no fue en torno a mejorar la potabilidad, sino solo el cobro del servicio. La creciente demanda de agua potable, mayor a la capacidad de los mantos acuíferos, aunado a su mal uso, puede llevar a una situación aún más grave de crisis en Juárez. Cuidar de este recurso es una tarea de todas y todos: desde un gobierno que provea a todas las personas de agua, drenaje y alcantarillado, y empresas que adopten medidas de sustentabilidad, hasta sociedad civil que ayude a combatir cualquier desperdicio y mal uso y haga uso de agua tratada para el riego de áreas verdes, solo por mencionar algunas acciones.