julio 4, 2024

Camiones rojos del Vivebús: Historia de un quebranto financiero

Los camiones rojos del Vivebús, adquiridos en 2010 y con apenas 3 años de funcionamientos, han representado un grave quebranto financiero para el Municipio, que podría concluir con su venta a 20 por ciento del valor por el que fueron adquiridos

Después de varios intentos por brindar a los juarenses un sistema de transporte “digno” —desde el proyecto piloto del IMIP en 2000—, los camiones rojos del Vivebús llegaron a la ciudad en noviembre de 2009, en la administración del entonces presidente municipal José Reyes Ferriz.

De acuerdo con una revisión hemerográfica, los camiones se adquirieron sin haber terminado de edificar la infraestructura vial adecuada para su funcionamiento; no obstante, Reyes Ferriz prometió que los camiones estarían a disposición de la ciudadanía a inicios de 2010.

Para finales de ese año, el Municipio absorbía el 10.38 por ciento de la deuda estatal, de la cual el proyecto del semi-masivo en su totalidad acaparaba 662 millones de pesos: 266 millones de adeudo crediticio con el banco HSBC, 65 millones a proveedores y 331 millones más de la construcción y equipamiento de las terminales de boletos.

Auditoría reveló precios inflados

Mientras se mantenían sin uso, los camiones fueron resguardados en las instalaciones de la Feria Expo y durante ese mismo año se reportaron los gastos que ya estaban generando las unidades por el hecho de tenerlas guardadas.

Por concepto de tenencia en los años de 2009 y 2010 se erogaron 208 mil 150 pesos, mientras que por el resguardo de los vehículos se erogaron 550 mil pesos anualmente.

En octubre de 2010, representantes de las facciones del PRI, PAN y Nueva Alianza, ya con Héctor Murguía Lardizábal a la cabeza de la administración, pidieron se realizara una auditoría por el “gasto excesivo” en la adquisición de los camiones.

La auditoría estuvo a cargo del despacho Mitre y Asociados, que concluyó que los ex funcionarios municipales involucrados en la compra de los camiones, alteraron los precios, bajo el argumento de que las unidades contenían aditamentos especiales.

Sin embargo, estos aditamentos ya se incluían en el precio original de las unidades, por lo que la totalidad de los precios habrían sido alterados o inflados, determinó la auditoría.

También se encontró que el Municipio había pagado un sobreprecio de 31 millones 955 mil 593 pesos por los camiones, ya que en total se invirtieron 117 millones 200 mil pesos, mientras que la cotización de Autocamionera del Centro fue de 85 millones 249 mil 404 pesos por la flotilla de los 50 vehículos.

Fue hasta el año 2013 cuando parte de la flotilla de camiones comenzó a operar, pero no en Ciudad Juárez.

En octubre de ese año, el director de Transporte en Chihuahua, Jaime Enríquez Ordóñez, solicitó el préstamo de 36 unidades para subsanar las fallas de las rutas alimentadoras de la capital por un periodo de 45 días.

Es así como desde el 04 de octubre los camiones, por los cuales se pagaron más 117 millones de pesos, comenzaron a circular por las calles de la capital.

De acuerdo con reportes periodísticos, las unidades Mercedes Benz modelo 2009 sufrieron diversos daños durante el tiempo que funcionaron en la ciudad de Chihuahua, desde vidrios rotos hasta golpes en la carrocería. Finalmente, los camiones regresaron paulatinamente a la frontera.

El sábado 30 de noviembre de 2013, después de cuatro años de haber sido adquiridos, los camiones comenzaron a circular en la frontera como parte del sistema de transporte semi-masivo, el cual adoptaría el nombre de Vivebús.

La flotilla pasaba por 34 paraderos a lo largo de 21 kilómetros que llevan de la colonia Tierra Nueva a la Presidencia.

Menos de tres años bastaron para que los camiones rojos se volvieran “obsoletos” y sacados de circulación con la implementación de las normas del Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP), que plantean que los camiones de transporte funcionen con gas natural.

Es por ese motivo que la empresa Integradora de Transporte (Intra) de Ciudad Juárez regresó los camiones al Municipio, por los cuales pagaba una renta mensual de 581 mil pesos, y en su lugar se introdujeron 60 camiones color verde que funcionan con gas natural, con lo cual la tarifa también se incrementó a ocho pesos.

Desde el 19 de julio de 2016, al prescindir de la flotilla de camiones rojos, la administración municipal anterior los ha mantenido inutilizados hasta la actualidad.

El expresidente municipal Javier González Mocken manifestó su intención de ofrecer la flotilla al Gobierno del Estado, sin embargo, esta acción nunca se concretó.

Pese a urgencia de venderlos, camiones siguen en el ‘limbo’

El destino de los camiones, y las responsabilidades en torno a la adquisición de los mismos, fue delegado a la actual administración municipal, presidida por Armando Cabada Alvídrez.

En la sesión ordinaria de Cabildo del 5 de diciembre de 2016, se presentó un punto de acuerdo para autorizar el proceso de venta, así como iniciar una investigación por parte de Contraloría, desde su compra hasta su entrega al Municipio, que fue aprobado por unanimidad.

El regidor Carlos Ponce Torres, coordinador de la Comisión de Hacienda, manifestó que es necesario vender los vehículos antes de que se sigan depreciando.

Tanto el Cuerpo de Regidores como el Presidente Municipal apoyaron la idea de venderlos lo antes posible, e incluso llamar a sesiones extraordinarias para sacar la venta adelante, antes de terminar 2016.

No obstante, a la fecha no hay avances en el proceso de venta de los 50 camiones, y sólo se conoce una oferta de parte de la operadora del Vivebús de la capital del estado, que asciende a 300 mil pesos por unidad.

El regidor Hiram Apolo Contreras expresó que hasta el momento está “todo parado” y que espera “no estén actuando a nuestras espaldas como lo hacen con otros temas”.

El edil hizo hincapié en la necesidad de realizar tres peritajes para determinar en qué condiciones están los vehículos, así como el máximo precio al que se pueden vender, lo cual también se acordó en sesión de Cabildo del 5 de diciembre. No obstante, el Administrador de la Ciudad, Francisco Duarte Huerta, aseguró que sólo existe un avalúo y es el que se usará como base para la licitación con las propuestas de compra.

“se acordó en la sesión que fueran tres peritajes diferentes. Ya si la administración viola o no cumple lo que se estableció en Cabildo, ya haremos los señalamientos correspondientes”, enfatizo Hiram Apolo Contreras.

Por su parte, Francisco Duarte reveló que hay tres propuestas formales más, provenientes de Durango, Mexicali, la Ciudad de México, de las cuales se desconoce el monto ofrecido.

En el mejor de los escenarios los camiones podrían venderse en 500 mil pesos por unidad, dependiendo del monto ofrecido – que tendría que ser ratificado por los interesados -, ingresando 25 millones de pesos a las arcas municipales; poco más de 20 por ciento del precio al que se adquirieron y con sólo tres años de uso.