marzo 28, 2024

Remodelarán Centro Histórico; ciudadanía reclama inseguridad y suciedad: Estudio

Ciudad Juárez, Chihuahua.— Pese al gasto de 70 millones que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) en la rehabilitación de banquetas y cordones de vialidad del Centro Histórico, los usuarios del lugar consideran como prioritario atender la inseguridad y la suciedad en la zona, según indica el estudio ‘Devenir, presencias y ausencias en el Centro Histórico de Ciudad Juárez’, de Flor Urbina y Felipe Tenorio, de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Según informan los reportes periodísticos, la inversión de la Sedatu forma parte del Programa de Mejoramiento Urbano 2019: Mi México Late. El recurso será utilizado para el Paseo de las Luces sobre la avenida Juárez, rehabilitación de banquetas, cordones de vialidad, velarías (mallas para sombras) y mobiliario urbano, según Roberto Mora, director del Instituto Municipal de Investigación y Planeación. Sin embargo, Urbina y Tenorio reportan que visitantes, consumidores y propietarios del mismo Centro Histórico externaron como principales quejas del lugar la inseguridad y la suciedad, incluso después de las inversiones de 1997, 2004, 2007, 2014, y durante las administraciones municipal de 2010 a 2013 y estatal de 2010 a 2016. Según el artículo de Urbina y Tenorio, las personas aseguraron que no les gustaba visitar el centro debido al ambiente de inseguridad, la gente irrespetuosa, el mal olor, ambiente pesado, venta de drogas, suciedad y problemas de vialidad. Señalan que existe un proceso de abandono, deterioro y alejamiento del Centro Histórico en Juárez, y esto “atenta contra la consolidación identitaria de sus habitantes”. Precisa que “aunque en los dos últimos decenios se han emprendido acciones específicas para reactivar y realizar mejoras, estas han sido parciales y excluyentes”. Es por eso que las personas que no son ni usuarios ni consumidores del centro, es decir, los excluidos, pues representa un lugar inseguro y porque “se ha quedado estático”, y “es incompatible con emblemas de prestigio que se han erigido en la ciudad como indicadores de buen gusto y de marcadores de estilo de vida de elite”, expone. El estudio  concluye que para evitar el desplazamiento de los actuales habitantes, un proyecto de rehabilitación del Centro Histórico puede resultar en un “espacio con edificaciones de valor histórico restauradas y no demolidas, con un entorno que garantice mayor seguridad, que se logren mejores acciones de saneamiento y limpia […]; un centro histórico para desarrollar capacidades a través de su apropiación por toda clase de ciudadanos”.