marzo 28, 2024

Glitter rosa para la ciudad con más feminicidios en el país

Ciudad Juárez, Chihuahua.— Brillantina rosa en los ojos, labios y hombros. Brillantina rosa esparciéndose por el viento. Pasos firmes encaminados a la Fiscalía Especializada de la Mujer. Gritos fuertes exigiendo justicia por todas las mujeres que han sido asesinadas, violadas, desaparecidas. Ayer, decenas de mujeres con sus puños levantados al cielo marcharon por las calles de esta frontera para demostrar su apoyo al movimiento nacional #NoMeCuidanMeViolan, que surgió después de darse a conocer en los medios, tres casos de mujeres que fueron violadas por presuntos elementos de la policía en la Ciudad de México. Aquí, en el municipio que ocupa el primer lugar entre los 100 primero del país por delitos de feminicidio, (Informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, enero – junio 2019), mujeres feministas gritaban: “¡Queremos vivas a todas las mujeres. No más feminicidios, no creemos en sus leyes!”. Con las manos llenas de brillos rosados y pesquisas de mujeres desaparecidas, un grupo de mujeres se encargaba de pegar con engrudo, las hojas en postes y paredes que se encontraban durante el recorrido que partió del Museo de la Revolución en la Frontera. Al final del contingente, una patrulla de la Policía Municipal, avanzaba despacio y tomando una distancia considerable del grupo encabezado por mujeres de todas las edades. Eran alrededor de las siete de la tarde, el sol comenzaba a ocultarse, cuando ingresaron a las instalaciones del Centro de Justicia para Mujeres ‘Marisela Escobedo Ortiz’, que estaba totalmente desolado: ninguna persona de seguridad, ningún trabajador, nadie. Solamente las integrantes de la marcha. Más pega de pesquisas, más consignas feministas, más tiempo transcurrido que pintaba el cielo de rosa. “¡Hoy les decimos que nos cuidamos entre nosotras. Nos estamos acompañando y no estamos solas. Hermana, yo te creo. Hermana, necesitamos estar unidas, caminando junto a las madres de mujeres que fueron desaparecidas o víctimas de feminicidio!”, decía la voz de una mujer a través de un altavoz. José Luis Castillo, padre de Esmeralda Castillo Rincón, quien desde el 2009 se encuentra desaparecida, señaló la gravedad de que el Centro de Justicia para Mujeres se encontrara cerrado. ¿Qué pasa si una mujer es agredida a esta hora. A dónde va a acudir?, fue uno de sus cuestionamientos. Las organizadoras independientes, que recibieron el apoyo de colectivas feministas como ‘Hijas de su maquilera madre’ y ‘Bordeamos por la paz’, llevaron un pliego de papel para que las asistentes dejaran un mensaje de apoyo, de exigencia. Al término de la protesta, ya no estaba el sol ni el cielo rosa. Solamente salía una luz blanca de las oficinas que permitía leer la pinta con aerosol rosa que hicieron en la puerta de vidrio del edificio: “Ni una más”.