abril 25, 2024

‘En un espacio cerrado, la sana distancia no es suficiente’

Ciudad Juárez, Chihuahua.— El pasado 30 de agosto estudiantes de nivel básico en Chihuahua volvieron a clases presenciales, tras casi 18 meses de pandemia que los mantuvieron con educación a distancia, en una entidad que hasta ahora acumula un total de 76 mil 149 casos confirmados de Covid-19 y 7 mil 832 muertes a causa de la enfermedad. Juárez, el municipio más poblado de Chihuahua, es también el más golpeado por la pandemia, con 34 mil 327 contagios y 3 mil 868 muertes. Entre los fallecimientos confirmados en la entidad, 33 corresponden a menores de edad. La subsecretaria de Educación en Juárez, Judith Soto Moreno, calificó el regreso como “ordenado y pulcro”, y destacó que las escuelas están señalizadas para mantener la distancia, los salones con aforo del 50 por ciento, clases más cortas, ventas y puertas abiertas para ventilar las aulas, y un Comité de Salud que recibe a las y los menores a la entrada de los planteles. A pesar de estas medidas, especialistas advierten sobre la importancia de ventilar los salones de clases para prevenir casos de Covid-19, pues prevén dificultades para mantenerlos abiertos durante la temporada invernal. El doctor Alejandro Cano, ingeniero químico y ambiental por la Universidad de California en Berkeley y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), es especialista en calidad del aire en espacios interiores, un tema que ha cobrado suma relevancia con la pandemia, al tratarse de un virus que viaja por el aire. De acuerdo con Cano, las autoridades sanitarias de México han enfatizado las medidas de higiene y sana distancia para prevenir casos de Covid-19, sin embargo, poco se ha hablado sobre la más importante: la ventilación de espacios cerrados. El doctor explicó que las modalidades de contagio de las que el Gobierno Federal ha advertido mayormente consisten en el contacto con superficies contaminadas y la posterior inoculación con el contacto en los ojos, la nariz o la boca; la segunda es cuando alguien infectado tose o estornuda cerca de un persona y una gota de saliva termina en su nariz, ojos o boca. No obstante, según Cano, la forma más común, más directa y más peligrosa de contagiarse es respirar pequeñas partículas con virus que están suspendidas en el ambiente, como las que emitimos las personas cuando hablamos. “En un espacio cerrado, la sana distancia no es suficiente. Yo puedo estar a cuatro metros de donde está una persona infectada que está hablando, y sus aerosoles respiratorios van a flotar, se van a acumular y en algún momento me van a llegar”, señala el doctor. Aunque las recomendaciones para ventilar espacios son similares a las que usaríamos para evitar el olor del humo del cigarro (como mantener ventanas abiertas o usar un extractor), para lugares con climas extremosos, que propician el cierre de puertas y ventanas, Cano identifica al menos dos opciones. Una de ellas es la utilización de un medidor de dióxido de carbono (CO2), que permita calcular la saturación de aire respirado por otras personas al interior del aula y con ello determinar en qué medida se deben abrir puertas y ventanas para ventilar el espacio, tratando de equilibrar el riesgo y la comodidad térmica. Cano explica que los medidores de CO2, que ya son utilizados en el regreso a clases en Estados Unidos y para la reactivación comercial en estados como Querétaro y Guanajuato, pueden marcar un nivel de concentración de entre 410 y 420 en el exterior, entre 540 y 800 en un espacio cerrado y hasta 40 mil en un espacio completamente saturado. “Si las ventanas están muy abiertas y hace mucho frío, y el medidor marca 500, puedo cerrar un poquito más para empujarlo al 800, intercambiando riesgo por comodidad térmica”, explica Cano. La otra posibilidad es, simplemente, no abrir las ventanas. Para eso es necesario instalar un purificador con la capacidad de reciclar todo el aire del aula al menos seis veces en el transcurso de una hora. De esta manera es posible mantener las ventanas y puertas cerradas sin la necesidad de sacar el virus del salón, pero atrapándolo en los filtros. Para Cano, sin embargo, difícilmente el Gobierno Federal atenderá este llamado. También le preocupa la negativa de las autoridades sanitarias a aplicar un refuerzo de vacuna contra Covid-19, como ya sucede en algunos países de Sudamérica, por lo que prevé una cuarta ola de contagios durante los meses de octubre, noviembre o diciembre. https://www.youtube.com/watch?v=5gczd7DTnSg&feature=youtu.be Por su parte, Sergio Velasco Medina, director del Instituto Promotor de Educación (IPE), aseguró que la situación educativa actual de los alumnos es compleja, porque además de tratar de recuperar aprendizajes, algunas escuelas tienen condiciones de infraestructura negativas.Hicimos una medición y nos reportan que el 49% de las escuelas sufrieron robos o tienen daños serios; tras 17 meses de encierro hay mucho grafiti, tanto dentro como afuera de las escuelas, se rompieron muchas chapas, puertas, muchas escuelas tienen los techos rotos para meterse a robar y lo más común es que se robaron los aires acondicionados, los calentadores, dañaron tuberías y baños”, explicó. Velasco Medina hizo énfasis en que la ventilación en espacios cerrados ha sido un tema ignorado por las autoridades educativas: “es tan importante como el uso de cubrebocas y también el lavado de manos continuo”. El director del IPE dijo que, por el momento, las condiciones climáticas permiten a los docentes ventilar las aulas abriendo una ventana o la puerta, pero cuando comiencen a bajar las temperaturas esto no será posible. “Se tienen que buscar alternativas que permitan estar en un espacio cerrado de manera segura ¿Qué significa eso? Que sería importante que cada aula tuviera un medidor de CO2 que permita saber la calidad del aire que ya se está respirando en el aula y a la vez un purificador con filtro HEPA, que son lo que retienen la mayor cantidad de partículas y que permite estar renovando el aire en un espacio cerrado”, explicó el especialista en educación. Sergio Velasco afirmó que esto es algo que no se ha planteado a nivel federal ni se le ha dado la importancia necesaria a nivel estatal.